viernes, 17 de diciembre de 2021

DESEAMOS QUE ESTA NAVIDAD NOS COLME DE LAS MEJORES EXPECTATIVAS PARA EL 2022

Después de transcurrido casi un año, seguimos en una sintonía similar al pasado diciembre. El virus de Covid continúa entre nosotros, ha habido ausencias irreparables, dificultades excesivas… pero llegada la fecha toca de nuevo alentarnos, confortarnos, animarnos unos a otros. Esa es la manera de poder continuar y afrontar las celebraciones que se avecinan. 

Las calles de nuestras ciudades lucen más o menos iluminadas, encontraremos a nuestro paso árboles navideños y podremos visitar en distintos lugares Belenes con entrañables figuras; los comerciantes muestran cientos de regalos, que simbolizan las ofrendas de los Reyes Magos al Niño Jesús; turrones, polvorones, mazapanes y toda clase de viandas que llegaran a las mesas familiares, fieles a la costumbre de estas celebraciones; cantinela de números de lotería que invitan a probar la suerte; encuentros con amigos o compañeros…

Cada uno celebrará a su manera estas fiestas, como debe ser. Pero estará bien seguir ofreciendo a los más pequeños el acontecimiento mágico que supone la Navidad, sin olvidarnos de nosotros mismos, pues todos llevamos dentro al niño que fuimos. Cada uno tendremos íntimos recuerdos de nuestra niñez, compartamos esas gratas sensaciones y sigamos trasmitiendo a las nuevas generaciones algo tan hermoso como es la vida, el renacer cada año, la esperanza renovada… con ello conseguiremos dejar una huella imborrable en la vida de los niños, como en su día hicieron en la nuestra.

¡Ah! Si está en tu mano continúa con todas las tradiciones que te enseñaron a ti. La familia disfrutará haciendo roscos, tortas y pestiños, mientras se cantan villancicos, se toca una pandereta o deslizas un cubierto sobre una botella de anís.

No dejes de pedir al Niño del pesebre que te proteja a ti y cuide de los tuyos, quizás te sorprenderá.

Nuestros mejores deseos en esta Navidad y a lo largo del Nuevo Año para todos vosotros.

¡Felices Fiestas!

lunes, 22 de noviembre de 2021

QUINOA CON VERDURAS Y CALAMAR (RECETA POR EL COMERCIO JUSTO)

Sabéis que nos gustan los placeres de la cocina y por supuesto meternos en faena, pero hoy nos trae por aquí algo más: apostar por el Comercio Justo para proteger a los más desfavorecidos, nos parece algo tan serio y necesario que no nos lo hemos pensado ni un segundo, cuando nos llegó la propuesta de nuestra querida amiga Pilar Ruíz Rodríguez Rubio. Una forma para colaborar con la plataforma Jerez Ciudad por el Comercio Justo, en una campaña de concienciación que estará vigente en esta próxima semana desde el día 22 al 28 de noviembre.

Así que aquí va nuestra receta, la idea es animaros a colaborar comprando algunos de estos productos y además invitaros a preparar este estupendo plato que hemos elegido. Hay quienes piensan que la quinoa o quinua es un nuevo alimento, en cambio esta semilla ha sido usada en la cocina latinoamericana durante siglos, somos nosotros los que llevamos poco tiempo empleándola. En la actualidad está tomando relevancia gracias a que se ha dado a conocer sus propiedades; destacando su contenido en proteínas vegetales y aminoácidos esenciales, minerales y vitaminas; además es saciante y rica en fibra.

Los ingredientes empleados son:


Las cantidades que facilitamos en esta receta son para dos personas, puede servir de referencia para calcular las medidas en función de los comensales que vayan a ser.  

130 gramos de quinoa
1 puerro grande 
 (se puede sustituir por cebolla) y otro pequeño para el caldo
3 dientes de ajo
1 zanahoria de buen tamaño y otra pequeña
2 o 3 alcachofas frescas, en temporada alcauciles de nuestra zona
1 calamar, si es pequeño dos
2 pimientos tipo piquillo de buena calidad asados a la leña
½ guindilla
Media cucharadita de cúrcuma
Un poco de jengibre
Pimienta
Sal
Perejil
Aceite de oliva virgen extra

Vamos a cocinarla:

Empezamos por limpiar el calamar y cortarlo en tiras. Salteamos en un poco de AOVE un ajo laminado y media guindilla o una pequeña. Luego la retiramos y reservamos el calamar troceado. 

Se lavan bien los puerros. Separamos la parte verde del puerro más grande, y se pone junto al otro puerro en un cazo con agua, incorporando la zanahoria pequeña pelada y una buena mata de perejil. Se deja hervir hasta conseguir un caldo ligero con esas verduras. Más tarde lo utilizaremos para darle más sabor a la receta.  

La otra parte del puerro la cortamos finamente. En una sartén o recipiente amplio tipo paella, echamos un par de cucharadas generosas de aceite, los otros dos dientes de ajo pelados y cortados en láminas, el puerro y dejamos que se vayan pochando, sin que apenas tomen color. 

Mientras tanto pelamos y cortamos la zanahoria en daditos, agregándola al recipiente donde estamos rehogando las verduras. Retiramos las hojas exteriores y más duras de las alcachofas. Se separan los tallos, se pelan, se lavan y se cortan pequeños e incorporamos al sofrito. Luego troceamos los corazones de las alcachofas en dos o cuatro trozos. Añadimos el calamar que teníamos preparado y le vamos dando unas vueltas para que se cocine el conjunto bien y esté todo tierno. Dejar a fuego medio. 
Lavamos la quinoa con abundante agua y bien escurrida la unimos a los ingredientes que se están cocinando, doramos un poco como hacemos con el arroz, así eliminamos la humedad que haya podido coger. Aunque es una semilla y no un cereal como es el arroz, el tratamiento que le damos en cocina es similar. Ahora es el momento de echar un poco de sal, la pimienta, la cúrcuma y el jengibre. Vertemos el caldo de las verduras colado y caliente. La proporción en principio es a una medida de quinoa corresponde una parte y media de líquido, siempre hay tiempo de añadir más, pero no es necesario que tenga exceso de caldo. El tiempo de cocción es de unos quince minutos, no obstante probar para rectificar de sal y retirarla cuando esté al punto según vuestro gusto. Un poco antes de que vayamos a apartar, agregamos el pimiento cortado en tiras. Además de darle sabor, aporta color y favorece la presentación del plato. 

Una vez en su punto, cuando haya absorbido el líquido y esté tierna, se sirve bien caliente. Para la presentación se puede emplear un molde. 

Es una receta sencilla de hacer y con un resultado sabroso. Buen provecho. 


sábado, 13 de noviembre de 2021

HABICHUELAS HINCHONAS MARINERAS

Hemos hablado en diferentes ocasiones de las hinchonas, las hermanas gaditanas de las pochas. Alguna receta que otra hemos subido para darlas a conocer y esta temporada no queríamos dejar de visitar a nuestros amigos grazalemeños y hacer acopio de unos kilos de esta deliciosa legumbre. En esta ocasión, las hemos querido preparar con productos de nuestro Atlántico y por ello las llamamos marineras. 

Como su cultivo no es asiduo, recordamos que se pueden hacer con cualquier tipo de habichuela, solo si usan legumbres secas, hay que ponerlas en remojo, las hinchonas no lo necesitan. Igualmente especificamos que las cantidades son para 6 u 8 raciones, depende lo que cada persona se permita comer, consideramos que es algo personal. Así que calcular en función de los comensales que sean en casa y si se opta por plato único o tienen otras costumbres. Por supuesto, si queda alguna ración aguantan en el frigorífico unos días perfectamente.  

Los ingredientes empleados son:

1 kg de hinchonas

1 cebolleta blanca grande
3 dientes de ajo
1 pimiento verde tipo italiano
1 pimiento rojo pequeño o medio si es grande
2 tomates rojos maduros
Langostinos (mínimo tres por personas) Podéis usar gambas
Almejas
Un calamar
Una copa generosa de brandy
Pimentón
Aceite de oliva virgen extra
Sal

Vamos a prepararlas:

Se ponen las alubias cubiertas con agua, cuando empiece a hervir y vayan soltando espumilla blanca, la vamos eliminando, hasta que queden totalmente limpias. Aunque son algo más tiernas que las legumbres habituales, en casa seguimos el proceso de “asustarlas”, es decir, echar agua fría dos o tres veces y frenar el hervor. No verter agua en exceso que luego le añadiremos el fumet y el brandy.

A la vez que se van cocinando las alubias, procedemos a limpiar el calamar y cortar en trozos pequeños. Pelamos los langostinos y en una olla pequeña echamos las cascaras, agregamos agua y dejamos hervir. Una vez haya cogido el sabor del marisco, colamos y reservamos el líquido que luego vamos a emplear. Preparamos las almejas, lavándolas muy bien para quitarle la arena que puedan tener, se abren en un recipiente y filtramos los jugos que suelten, añadiéndolo al de los langostinos, así obtendremos un sabroso fumet. Reservamos el calamar troceado, los langostinos pelados y las almejas abiertas.

Mientras tanto vamos haciendo un sofrito. Primero con la cebolla y dos dientes de ajo, todo cortado muy menudo. Lo dejamos pochar lentamente y vamos cortando a cuadraditos los dos tipos de pimientos. Lo añadimos y dejamos sofreír lentamente, al mismo tiempo que pelamos los tomates y cortamos finamente. Dejamos al fuego hasta que esté bien refrito. Entonces lo vertemos en la olla de las hinchonas que ya hemos limpiado de espuma y le agregamos una cucharada de pimentón dulce. Si nos gusta un poco el picante, lo admite bien, podemos añadir la punta de la cuchara. Es mejor incorporarlo poco a poco, si fuese necesario, hasta ponerlo a nuestro gusto y que no peque por exceso. Dejamos a fuego lento y tapado para que se vayan integrando los sabores. 

Ahora es el momento de saltear el calamar que lo tendremos previamente limpio y cortado en trozos pequeños. Ponemos una cucharada sopera de aceite o un poco más y un diente de ajo cortado a laminas y salteamos. Cuidado que no tengan exceso de agua para que no salten los pedacitos y nos quememos. Es importante jugar con el fuego y retirar si es preciso. Una vez listo, agregamos a la olla con los jugos que haya soltado. 


A continuación, pasamos ligeramente los langostinos pelados por una sartén. Reservamos.    

Una vez tengamos ese paso vamos a calentar la copa de brandy en un cazo y cuando esté caliente flambeamos. Añadimos el líquido a la olla. Cuidado si usamos campanas con extractores, siempre deben estar apagados, para que no haya peligro con la llama. Si es necesario añadimos un poco de fumet, lo hacemos a medida que haga falta, no todo de una vez. El plato final debe quedar en un caldo trabado no aguado. 

Dejamos a fuego medio y probamos el punto de textura de las hinchonas. Si están casi tiernas le agregamos un poco de sal, los langostinos y las almejas. Movemos la olla y dejamos que se unifiquen los sabores. Haciéndolas a fuego lento suelen tardar en hacerse unas dos horas o poco más. Cada cocina tiene su intensidad y es conveniente que le cojamos el punto. No hay que retirarlas duras, pero tampoco que se hagan en exceso, por eso es conveniente estar pendiente, en especial al final para apartarlas en su punto. Rectificar de sal si fuese preciso. 

Tras un reposo cogen la consistencia adecuada. También se pueden preparar de un día para otro. Servir muy caliente.

Es una receta un poco laboriosa, pero sencilla y con un resultado muy rico. Os ánimo a hacerla, os gustará.

martes, 9 de noviembre de 2021

EL BUCARITO CUMPLE 10 AÑOS

EL BUCARITO celebra 10 años, convirtiéndose en marca referente en el mercado agroalimentario.


El Bucarito cumple 10 años desde que el 10 de noviembre de 2011 abrió sus puertas al público, aunque su camino se vino labrando con anterioridad.

Una apuesta por una raza de ganadería caprina, llamada florida, que les conquistó por su excelente capacidad de producción y sus posibilidades de mejora, una ganadería de cerdo ibérico y unas tierras que se venían cultivando desde hace años, fueron el punto de partida de esta empresa agroalimentaria que forma parte del Grupo La Rotta, una empresa familiar que ha sabido aprovechar las sinergias entre las empresas del grupo aportándose valor entre ellas.

Su ganadería caprina recibe todos los cuidados de los ganaderos que están, día a día, al frente de esta explotación y es alimentada con el pasto de sus praderas y con los piensos que fabrican a partir de los cereales procedentes de sus campos. Estas tierras reciben la salinidad soplada por la brisa de la costa gaditana y le aporta a la leche, con la que elaboran sus quesos, un sabor único.

Sus primeros quesos, los de pasta prensada, que con mucho mimo elaboran en leche cruda o pasteurizada y que, tras varios meses de maduración, algunos de ellos, son recubiertos de romero, pimentón, salvado de trigo, manteca de cerdo o sumergidos en el vino de las tierras roteñas, Tintilla. A estos quesos le siguieron otros como el queso fresco, el cremoso, las cuajadas lácticas y caprichos lácteos como los yogures, batidos y la mantequilla de leche cruda que ha sido reconocida como producto innovador en el último Salón Gourmets, celebrado en Madrid el pasado octubre.

A la par que los quesos van madurando, de sus cerdos ibéricos obtienen espectaculares embutidos artesanos como el salchichón, chorizo, lomito, sobrasada, morcilla que deleitan a los paladares más exigentes.

Después de unos años del cuidado de sus plantaciones, recientemente certificadas como ecológicas, los almendros y granados dieron su fruto comercializando con ellas dos variedades de zumos de granada 100% naturales y las almendras que se venden a granel.

En 2014, la firma lanza al mercado el primer queso azul de leche cruda de cabra en Andalucía. Un queso de gran formato, muy logrado, que madura bajo un efecto cueva como lo hacen los quesos del norte y con el que quiso diferenciarse y abrirse hueco en el mercado nacional, en una clara opción de innovar desde la tradición.

En esa misma línea, unos meses después, la quesería presenta el Fontanal, un queso estilo Gouda de pasta lavada, en piezas de 9 kg, que llama la atención por su textura mantecosa pese a su maduración avanzada y en el 2018 lanza el queso Tomme que sin ser un queso elaborado en las montañas francesas ni ser de la mezcla de leche de vaca, oveja y cabra, reúne propiedades en su elaboración que se trasladan a la versión roteña de este queso típico francés.

Orgullosos del resultado de sus quesos artesanos, de los cuáles, algunos han sido reconocidos en certámenes nacionales e internacionales, El Bucarito ha conseguido llegar a muchos hogares españoles e incluso cruzar fronteras y seguirá apostando por una de sus máximas, la innovación, para ofrecer a sus clientes nuevas elaboraciones, como el queso con trufa, que verá la luz próximamente.

Pero El Bucarito es más que una tienda a la que ir a comprar todos sus productos artesanos, es también experiencias, las que se pueden disfrutar en cada visita guiada que organizan. Un completo desayuno para comenzar, un recorrido por sus instalaciones, la elaboración de un quesito, un taller de aves rapaces y una degustación de sus quesos y embutidos conforman la completa visita que se puede realizar de lunes a sábado.

Y para los que se quedan con ganas de seguir disfrutando del encanto de esta granja pueden pernoctar en su acogedora casa rural o celebrando una fecha señalada, en su salón y patio para eventos corporativos y particulares en los que destacan sus espectaculares mesas de quesos y embutidos y los platos que presenta ConBocados catering, compañía del grupo empresarial.

Sin duda, 10 años que han hecho crecer a esta compañía en cada paso que ha ido dando, con una visión clara, apostar por la innovación, sostenibilidad y por elaboraciones naturales y artesanas con lo que su ganadería y sus cultivos le brindan para ser una referencia de productos agroalimentarios de la zona y aportar valor a las propuestas turísticas de Rota.

¡Larga vida a los productos locales artesanos y a por muchos años más!


sábado, 11 de septiembre de 2021

RESTAURANTE ZUBEROA-OIARTZUN (GUIPÚZCOA), UNO DE LOS IMPRESCINDIBLES EN EL PAÍS VASCO.

Hilario Arbelaitz está al frente de la cocina de este estupendo y completo restaurante, encargado de cuidar de forma excepcional la mejor materia prima y los sabores enraizados de la cocina vasca. En los fogones le acompaña su hermano José Mari.

Las instalaciones se encuentra en un precioso caserío de más de seis siglos de antigüedad en las inmediaciones del municipio de Oiartzun. Cuenta con una sala principal, comedores privados y terraza, todo ello con una esmerada decoración. 

Hay que destacar a su hermano Eusebio en sala, que junto a su mujer Arantxa, ambos con muy buen hacer, dirigen al equipo a la perfección para que disfrutemos de lo que es un gran restaurante en todos los sentidos. 

No dejaremos de mencionar al hermano José Ángel que, aunque profesionalmente se dedica a otra actividad muy diferente también tiene buena mano, en particular con las cervezas artesanales. Pagoa es su marca y han creado distintas variedades que se pueden tomar en el establecimiento.  

Como en esta ocasión solo fuimos tres personas, optamos por la carta para evitar de nuevo un menú largo. Por estas tierras suelen ser exquisitos, pero las primaveras cumplidas ya no nos lo permiten a algunos. Valoramos que estos extraordinarios restaurantes ofrezcan varias opciones y que sea el cliente el que elija. Un punto muy positivo y que se agradece enormemente. 

Empezamos con un aperitivo de la casa: Royal de foie y trufa con reducción al Pedro Ximénez. El plato llegó a la mesa presentado con pulcritud exquisita, disculpar el movimiento, que fue por la premura de quererlo probar y por poco nos lo comemos antes de hacer la fotografía 😀

A continuación Ostras fría en gelatina y caviar. A los que les gusten estos moluscos bivalvos, decirles que es una exquisitez.

Y la Ostra Gillardeau a la plancha. Estas ostras son criadas de forma artesanal frente a la isla francesa de Oléron, de calidad es excepcional, siendo un auténtico manjar. La primera fría y la segunda caliente, así pudimos disfrutar de distintos sabores y texturas, muy bien aconsejado.  

Luego probamos los Raviolis de Cigalas al Fumet de Trufas. Delicados y sabrosos.


Los platos principales fueron tres distintos: 

1 - Bacalao ajoarriero con bogavante. Una delicia que te hace soñar con regresar para volverlo a comer. 

2 - Guiso de Manitas de Ternera y Verduras. Este es un suculento plato muy apreciado por muchos, que Hilario lo borda. Junto a los morros, caracoles y otras recetas humildes y tradicionales las aprendió de su madre, María Irastorza. Su hijo la recuerda como una mujer que guisaba de corazón y con la paciencia de entonces y que hoy mayoritariamente se ha perdido. De ella ha heredado su amor por la cocina y posee cualidades de sobra para convertir cualquier plato en un verdadero lujo.  

3 – Pichón asado, tosta de higaditos y nabo relleno de setas. Todo lo que toca lo convierte en oro y no iba a hacer menos con un ave delicada y deliciosa. El acompañamiento el idóneo. Ojo a lo que voy a decir, que alguien puede pensar que he perdido el juicio, no, es real. Se sirve con una pincelada de puré de patatas que te queda sin palabras, repito puré de patatas.

Usted lo hace rico ¿verdad? Y nosotros también, hasta ese día pensábamos eso. La suerte es que llegamos con la experiencia familiar y le pedimos a Eusebio Arbelaitz, que por favor pusiera un bol, él no se extrañó y con una sonrisa que se le intuía al mirarle a los ojos, dijo: “solemos ponerlo”, es decir están acostumbrados a la demanda. El conjunto es un plato sobresaliente en una casa experta en platos de aves, caza... y por lo probado, sea lo que sea.  

Los postres y la dificultad de elegir. Se solicitan al principio de la comida para que se vayan preparando en función de servir fríos, templados o acabados de hacer. Es justo decir que jugábamos con ventaja y ya nos habíamos adelantado al hacer la reserva y pedir por favor, nos guardaran una porción de Tarta de Queso, Frutos Rojos y Helado. Nos lo avisó la familia y nos contaron que cuando estuvo Bruce Springsteen comiendo en el Zuberoa, dijo que sin duda era la mejor tarta de queso que había comido nunca en cualquier parte del mundo. Pues eso, la tarta por si sola es para hacer una peregrinación.  

Dimos también buena cuenta de otra delicia, el Pastel de almendra caliente y helado de leche fresca. Si sois amantes de lo dulce, la realidad es que estos están increíbles.  

El tercero la suave Tarta de pera, el postre que entra solo como un suspiro.  

Terminamos con infusiones, café y Patxaran casero, acompañado por los exquisitos petits fours; Tejas, Trufas y Pastelitos de albaricoque. Lo sabemos, es demasiado. Pues, aunque no tengas ganas, te los comes porque no eres capaz de mirar para otro lado. 

No queremos terminar sin resaltar que además de los primores que hemos contado, los tiempos en estos lugares deben ser exactos y aquí lo son, como si los controlara un Rolex, nada de un plato ahora y una larga espera para el siguiente. Al igual que ocurre con el riguroso control en las temperaturas, siempre son las correctas. Estas cosas no pasan desapercibidas, es cierto que por lo general no lo comentamos porque no somos críticos gastronómicos, somos contadores de experiencias gastronómicas, pero en esta ocasión sí lo queremos destacar porque es lo que en muchas ocasiones marca la diferencia de restaurantes. Algunos pensarán que la factura final también. Como tampoco hablamos de estos temas, solo diremos que la relación calidad, atención, servicio, precio… lo encontramos totalmente equilibrado.   

Nos veréis junto a Hilario Arbelaitz, evidentemente fue por petición nuestra. Hay a quienes les gustan tener un recuerdo con un gran futbolista, cantante, actor… para nosotros estos grandísimos cocineros son nuestra debilidad y tienen toda nuestra admiración. Hilario no entra en sala a saludar, es más de estar en silencio entre ollas y cacerolas, pero si puede, sale a despedir al cliente y ahí aprovechamos para expresarle nuestra satisfacción y felicitarle. Sí, hay que felicitarle, porque su cocina ha evolucionado como es natural, pero está cimentada en la tradicional y no abandona las raíces de la cocina vasca que tanto defiende, pues como él bien dice, si no conservamos lo nuestro, se perderán platos maravillosos y únicos.

Plaza en el casco histórico de Oiartzun
Vamos a poner unas imágenes de Oiartzun, antes de concluir la entrada de la familia Arbelaitz y del Zuberoa, al que deseamos mantengan como hasta ahora su filosofía, sin tener en cuenta reconocimientos y estrellas que por cierto tiene una Michelin, y que brilla entre cocineros y gastrónomos con luz propia.

Biblioteca Manuel Lekuona-Antiguo hospital de peregrinos-Basílica de San Juan Bautista. 

A veces en los escalafones se sitúan los más mediáticos, con ello no queremos decir que no sean merecidos los reconocimientos, pero precisamente por esto, nos gusta seguir las opiniones de los propios profesionales, ellos saben mucho de la materia. En una ocasión al entrar en el desaparecido y mítico restaurante Guria de Bilbao, vimos a Juan Mari Arzak, un enamorado de las diferentes versiones del bacalao que preparaba Genaro Pildaín (q.e.p.d.), siempre en nuestro recuerdo, eso quiere decir que el lugar no es solo bueno, es excelente.

Fuente de Kastro (1773)
Eso le ocurre al Zuberoa, allí van para deleitarse los David de JorgeSubijanaArguiñano, Berasategui… todos ellos compañeros y amigos, verdaderas autoridades en la materia y que son los que hacen resplandecer estas cocinas y restaurantes como los propios.  
Iglesia de San Esteban de Lartaun 

Por todos esto que hemos contado, queremos dejar constancia en nuestro blog, y por si tenéis la oportunidad de conocerlo antes que se retire Hilario. A los que os gusta la alta cocina este es un lugar con muy buenas referencias. Entrar en su página web  para mayor información. 

Lateral de la iglesia 

Si vais, deseamos disfrutéis al igual como nosotros en este acogedor caserío, donde la familia Arbelaitz consigue orquestar con armonía una comida que permanecerá en el recuerdo.

¡Hasta la próxima!

jueves, 6 de mayo de 2021

BODEGAS EL GATO, LOS VINOS DE ROTA

No nos cansamos de contar las excelencias de los productos de la provincia gaditana. Innumerables y cotizados nos llegan del mar, de las excelentes huertas, de los distintos ganados autóctonos, del campo donde sus productos silvestres son manjares o las extraordinarias vides cuyas uvas se ennoblecen en las bodegas para dar lugar a nuestros afamados vinos.


Hoy traemos a nuestro espacio, Bodegas El Gato, de la que hemos ido descubriendo sus vinos a través del tiempo, gracias a nuestra amiga Pilar Ruíz Rodríguez Rubio, no podía ser de otra manera hablando de Rota, pues ella es embajadora por vocación de la bonita villa. 

Nuestra primera compra de unos vinos de El Gato, curiosamente no fue en el domicilio de la propia bodega, como se podría pensar, no. Nos entregó el encargo en mano la encantadora Laura López Martínez , tercera generación bodeguera. Fue un día de mayo de 2014, de esos que son memorables y que tan bien organiza la querida Pilar. No se nos olvida el lugar donde nos llevó aquellas botellas de vino, fue en la granja apícola miel de Rota, donde la familia Hernández nos recibieron y trataron de lujo. Espectacular salmón ahumado ¡Qué personas tan entrañables!

Bueno… continuamos con el relato que los recuerdos nos pierden. Pues como decíamos, esa vez también tuvimos la oportunidad de probar en aquel especial lugar, algunos de los vinos de la bodega. En otras ocasiones, hemos vuelto a Rota y nos hemos acercado a comprar vinos, aunque al coincidir en festivo tampoco pudimos visitar las instalaciones. La disposición y el buen hacer de estas dos mujeres roteñas, el pasado día 15 pudimos ver y escuchar las explicaciones de Laura, mostrándonos el lugar donde reposan los caldos y donde reciben los distintos matices que se transmiten a los singulares vinos. 

Bodegas el Gato es fundada en el año 1957 por Juan Martínez Martín, el abuelo de la zaga y conocido como “Niño El Gato”. Posteriormente su hija, Toñi Martínez, se incorpora al igual que Pedro López, su marido, para trabajar junto a Juan, fundador de la empresa.  Juan Martínez se siente orgulloso que su nieta Laura, se dedique igualmente a los trabajos bodegueros y además que, le haya dado un bisnieto posible continuador de la tradición familiar, pues eso de crecer entre vides y aromas, crea pasión.

La estancia vinícola es la misma desde su inicio, situada en el casco antiguo de Rota, concretamente en el número 40 de la avenida de San Fernando. La pequeña empresa familiar, se ha ido adaptando a las exigencias de los tiempos, aunque sin perder ese carácter artesano que le infundió Juan Martínez. La familia al completo se encarga de cuidar cada detalle, comenzando en el viñedo, siguiendo la elaboración, hasta llegar a su embotellado. 

Llama la atención la antigua embotelladora que persiste en el tiempo, el pequeño laboratorio que antiguamente era el único que existía en la bodega, ahora tienen otro en los viñedos, las botas que conservan parte del vino y un lugar especial y destacado, “La Sacristía” que, aunque igualmente es un espacio reducido, mantiene el encanto especial, de guardar los vinos más antiguos y preciados de la bodega.   

El vino por excelencia de la bodega es la Tintilla de Rota. A los agricultores roteños se les conoce como mayetos, porque empezaban la recolección en el mes de mayo, con su esfuerzo, conocimientos de la tierra y dedicación conseguían la peculiar uva Tintilla, que da nombre al vino. Es una uva muy delicada, de baya pequeña por las características propias del lugar y solo se cultiva en la localidad gaditana. A lo largo de la historia la Tintilla de Rota ha sido un vino reconocido que se llegó a exportar a distintos países europeos, a Marruecos e incluso a Estados Unidos. Durante un tiempo sufrió una caída comercial, pero en la actualidad y gracias al esfuerzo de Juan Martínez, Bodegas el Gato sigue produciendo este especial vino. Tanto este como otras marcas de la casa salen al extranjero, incluso en estos días hemos visto un cargamento rumbo a Japón. 

La Tintilla de Rota Joven de la referida bodega es de color caoba con tonos rojos, limpio y brillante. Predominan los aromas a caramelo, higos secos, y a almendra, que le aporta su estancia en madera. Es dulce pero no en exceso y se aprecia una ligera acidez debido a los taninos, por su proximidad al mar se aprecia un toque salado en el sabor. Por todo ello se considera un vino de características propias y únicas. Es apropiado para postres, pero también agradable como aperitivo, en especial cuando acompaña a foie gras, micuit, paté, quesos o entrantes que lleven toques agridulces, como cebollas, manzanas, pimientos… confitados o caramelizados. La temperatura ideal para servirlo es entre 5º a 7º grados. 

En las instalaciones se producen otros vinos como: Gran Mayeto, un vino blanco de uva palomino, uno de los distinguidos de la casa. Acompaña bien al pescado, mariscos y guisos marineros. Particularmente nos gusta emplearlo en muchas de nuestras recetas, enriqueciendo el sabor de los platos.  

El Oloroso J.M. es un vino de color ámbar con reflejos dorados, su aroma es potente y equilibrado. Su paso en madera le aporta notas especiadas. Un acompañante ideal para carnes de caza y rojas y también nos gusta incluirlo en este tipo de guisos. No olvidemos que utilizar en la comida buenos vinos, conseguimos enriquecer el resultado de la receta. A la hora de servirlo debe tener una temperatura entre 13º y 14º grados. 

El Cream J.M. es de color caoba y brillante. De aromas complejos con notas de avellanas tostadas y notas dulces. En boca una cierta acidez y largo final. Es ideal para patés y fruta como la naranja. Nos agrada elaborar ciertos postres, como bizcochos caseros de cítricos, tartas de frutas con Cream e incluso emplearlo en tiramisú, dándole un toque muy nuestro. Para beber la temperatura ideal debe oscilar entre 10º a 11º grados. 

Moscatel J. M. de color caoba claro y aromas frutales de la variedad moscatel con ciertas notas a cítricos y melocotón maduro. Sedoso, potente y dulce, con buena persistencia en boca debido a su permanencia en madera. Es ideal para acompañar postres y algunos aperitivos como queso azul, patés o cualquier otro producto que nos guste darle contraste. Se sirve a una temperatura de 7º a 9º grados. Nos parece ideal para hacer torrijas de vino.

El Pedro Ximénez de la casa es de color caoba oscuro con ribetes ambarinos. En nariz notamos los aromas a pasas debido a su elaboración destacando los higos secos, caramelo y almíbar. En boca potente, ligero, suave, destacando su dulzor. Es apropiada para acompañar postres, helados, y aperitivos como quesos. La temperatura ideal para servir entre los 5º a 7º grados. 

Además, la firma dispone de Manzanilla, Tintilla reserva, Moscatel reserva…, más otros productos entre los que se encuentra el Vinagre de Tintilla, de color caoba con ribetes yodados. Intensidad muy alta donde resalta el vinagre de Jerez, pero con ciertas notas de la Tintilla de Rota; como pasas e higos secos. Muy ácido, pero con cierto dulzor que aporta la uva. Apropiado para ensaladas, vinagretas, macerados e inclusive recetas que admitan vinagre.

 

Nuestra sorpresa fue que Laura López Martínez no obsequiara con una muestra de estos vinos que por supuesto agradecemos enormemente. Algunos conocemos, otros los estamos degustando poco a poco y lo que también haremos es cocinar con ellos y contar que nos parece. 

No quisimos venirnos sin traernos el Vermut que envasan en garrafas de dos litros para probarlo con su correspondiente hielo, naranja y sin que falten las aceitunas de rigor, así nos gusta tomarlo como aperitivo. El Vermut de Bodegas El Gato en de color rojizo y con aromas frutales, ideal para consumir a una temperatura de 5º a 7º grados.  

Queremos reiterar nuestra gratitud a Laura López Martínez por su amabilidad y por acercarnos más a los vinos de Rota. Por supuesto, darle a ella y a toda la familia de Bodegas El Gato las gracias por la gentileza de obsequiarnos con una variedad de sus vinos. Además de ir probándolos poco a poco, vamos a cocinar con ellos e iremos poniendo algunas recetas para que conozcáis el uso que le vamos a dar como condimentos enriquecedores de platos de la tierra. 

Pilar Ruiz Rodríguez Rubio, expresarle nuestro agradecimiento por preparar la completa y maravillosa jornada, que disfrutamos enormemente en su compañía la de sus padres Cristina y Daniel, así como de las encantadoras amigas Pepi RelinqueLola López e Isabel Sánchez. Siempre es un placer compartir algo tan preciado como es el tiempo.

¡Hasta la próxima!