Cuando vayáis por primera vez o regreséis si ya habéis estado con anterioridad, abrir bien los ojos para disfrutar del patrimonio, del entorno, de las vistas que nos ofrece; prestar atención para oír los sonidos de la naturaleza, de la ciudad, de la historia que os cuenten, del runrún del torno del alfarero o las voces de sus cantaores… Respirar profundamente para que podáis percibir el aroma del pan horneándose, de los efluvios de sus bodegas, de los olores de los guisos de las casas… Lleven las papilas preparadas para degustar: las sabrosas recetas de ajo y puchera, el queso, los dulces de convento, los sabrosos roscos del Horno de Vélez o los buenos vinos de la tierra. Perciban en su piel el aire y si se lo permiten toquen el barro del alfarero, la masa del pan, o la tierra blanca albariza, no dejen de sentir a sus gentes y agradecerles su hospitalidad.
Nos
propusieron participar en unas intensas jornadas de dos días, organizadas por
el Ayuntamiento lebrijano, con la colaboración de Prodetur
(Diputación Provincial) y Turismo Andaluz. Al ver el interesante programa,
no nos lo pensamos dos veces, había que cambiar la agenda y se hizo, con el
objeto de dejarnos llevar por los sentidos y empaparnos de Lebrija.
La
localidad se encuentra en un entorno entre marismas y viñedos, situada en el centro
de la comarca del Bajo Guadalquivir, linde entre Sevilla y Cádiz. El jueves a
las 10 de la mañana en la Casa de la Juventud, estábamos citadas unas cuarenta
personas convocadas de distintas provincias andaluzas, dedicadas principalmente
al ámbito de viajes y gastronomía: agentes turísticos, comunicadores y blogueros.
El acto de recepción fue presidido por el Sr. Alcalde, José Benito Barroso,
que durante los diferentes actos contó con miembros de la Corporación Municipal
y con las personas que participaron en la organización.
Desde
el primer contacto Lebrija se percibe como una ciudad cercana y con bastantes similitudes
con la tierra gaditana, la proximidad con Jerez y Trebujena, las vistas a
Sanlúcar y Chipiona, sus vinos acogidos algunos al Marco de Jerez, la cocina de
características semejantes, la afabilidad y hasta el habla de sus gentes, nos
hizo sentirnos como en casa. En gran parte tuvieron mucho que ver Eva Cepero
Saíz y Aldara Arias de Saavedra, dos de las organizadoras que desde
que se pusieron en contacto telefónico para invitarnos y hasta que salimos de
vuelta a casa nos ofrecieron con agrado y afecto: información, disposición y
atención en todo momento, detalles que les agradecemos muchísimo.
PINCELADAS
SOBRE SU PATRIMONIO, HISTORIA Y MONUMENTOS.
Durante
las jornadas nos fueron desvelando los distintos tesoros que posee Lebrija. Los
arqueólogos Manuel León Béjar y Agustina Quirós, responsable del
departamento técnico del patrimonio artístico de la localidad, nos hablaron
del origen histórico de la ciudad, donde se conservan hallazgos del
período del Bronce, luego se sucedieron fenicios y tartesios. El poblamiento
romano de la Nabrissa, también sería la Lebrissah musulmuna,
teniendo lugar posteriormente la conquista cristiana de la villa de Lebrixa.
Agustina
Quirós fue la encargada de mostrar y explicar los vestigios expuestos en las
instalaciones de La Casa de la Juventud, que cuenta con una parte de la vía romana
con alcantarillado y restos de edificios contiguos. También se han
encontrado vestigios de los periodos visigodo y medieval.
Agustina Quirós, arqueóloga y responsable del departamento técnico del patrimonio artístico
Ermita
de Nuestra Señora del Castillo y restos del mismo.
Del Castillo
medieval apenas se conservan restos visibles, salvo algunos lienzos de
muralla y dos torres defensivas. Su origen se
remonta a época almohade (1ª mitad de s. XIII), con importantes reformas y
reconstrucciones durante los siglos XIV y XV, tras la Reconquista cristiana.
En la que fue plaza
de armas se ubica la Ermita de Nuestra Señora del Castillo (2ª mitad s.
XIV), uno de los principales
exponentes de la arquitectura mudéjar en la ciudad. La combinación de elementos
de ascendencia gótica, mudéjar y barroca, hacen de ella una obra singular, declarada
BIC y que alberga a la Patrona de Lebrija, la Virgen del Castillo, una
talla de finales del s. XIV.
Monasterio
de la Purísima Concepción.
Quinientos
años de historia contemplan el Convento de la Purísima Concepción, religiosas conocidas
también como de la orden de las Concepcionistas Franciscanas, fundada por Santa
Beatriz de Silva en el año 1489, veintinueve años antes que fuese bendecido
este convento. Destaca su iglesia renacentista, su portada de estilo manierista
y la espadaña formada por un solo cuerpo y tres
vanos.
Muy significativos son los fuertes arbotantes exteriores que cruzan por encima del contiguo Callejón de las Monjas para soportar la presión de su bóveda y que hermosean el entorno.
En el interior se conservan retablos y tallas de consideración y un
púlpito de hierro forjado, casi todo perteneciente al estilo barroco. Destacó José
María Calderón, Técnico Municipal de Cultura, la imagen de la Virgen de
la Sede también llamada del Refectorio, debido a que presidía
dicha estancia del Convento, ocupando un sitial de madera en la propia mesa
donde comían las monjas. Esta interesante escultura de madera policromada
representa a la Virgen María sentada, sujetando con su mano izquierda al Niño
Jesús que está de pie sobre su rodilla y con la mano derecha sostiene una
fruta.
Las hermanas Concepcionistas mantienen la
tradición de elaborar repostería casera, sobresalen los roscos, las tortas de
aceite y los dulces elaborados principalmente con almendras y azúcar, muy
significativos son los corderos que se hacen por encargo especialmente en
Semana Santa y Navidad.
Iglesia de Santa María de la Oliva
Fue construida durante la segunda mitad del s. XIII, en tiempos de
Alfonso X el Sabio. Se combinan varios estilos artísticos, originado por
reformas y ampliaciones posteriores. Conserva parte del primitivo templo mudéjar. La
obra de cantería es fundamentalmente renacentista, destacando el crucero, la
capilla mayor, la capilla de Vela y, en especial, la sacristía. El retablo
mayor sobresale como obra maestra del barroco realizado por Alonso Cano. La
torre llamada “la Giraldilla”, es una de las interpretaciones más logradas de
la Giralda de Sevilla. Los lebrijanos se identifican con ella, al punto que
cuando regresan después de un viaje y divisan desde lejos la esbelta torre,
sienten como si le diera la bienvenida a casa.
Ayuntamiento y proyecto Año cultural Nebrija 2022.
Acompañados por José María Calderón, entramos en el Ayuntamiento de
Lebrija, explicándonos en el lugar que se ha constituido la comisión para la
conmemoración del V Centenario de la muerte del célebre humanista y gramático,
Elio Antonio de Nebrija (2022).
A él se debe la primera Gramática sobre la lengua castellana (1492), que fue la primera normativa de una lengua romance. Entre
otras aportaciones destacan sus Introductiones
latinae (1481), sus diccionarios latín-español (1492),
español-latín (1495) y su participación en la Biblia Políglota
Complutense (1514).
ARTESANIA- ALFARERÍA
Tenía
un vago recuerdo de Lebrija de la época que la familia recorríamos la
provincia de Cádiz y otros lugares no muy lejanos de nuestra Andalucía. Quizás
por la edad que tenía entonces, la alfarería era la única imagen clara que
tenía de aquella visita, creo que debido a la cadencia y al movimiento del
torno, además de las manos del artesano dándole forma al barro y del que no
podía apartar la mirada.
Así
que me pareció volver al pasado cuando nos llevaron a ver trabajar a Juan
Sebastián López. Nos disgustó enterarnos que, en la conocida ciudad de
alfareros, solo queda él ejerciendo el oficio. Nos comentó que el problema es
que no permiten contratar a un aprendiz, como se hacía antes y claro, si no hay
quien aprenda el oficio, dejará de existir. La esperanza está si algunos de sus
hijos, un chico de nueve años o la pequeñita de tres, quieran seguir la
tradición familiar, pero aún son pequeños para decidir. A nosotros nos
parecería muy apropiado que estas artesanías y muchas otras que forman parte de
nuestras tradiciones y cultura fuesen apoyadas y protegidas por las
administraciones, preservando aspectos antropológicos del comportamiento de la sociedad,
pudiendo activar fórmulas para que no se terminen con estos interesantes y
hermosos oficios.
En
la localidad se dan otras importantes artesanías como la forja, guarnicionería,
carruajes o especialistas en madera, que quedan pendiente para otra próxima
visita.
Alojamiento en la ciudad:
Llegado este momento de la lectura, esperamos estéis deseando ir a conocer estos hermosos lugares y conste que todavía queda una parte esencial y atractiva para los visitantes: la gastronomía. No hemos hablado hasta ahora para dejarla en un capítulo único, por nuestra vocación, por dedicarle una atención especial, por ser una materia muy sugestiva para los viajeros, además de no extendernos demasiado en la entrada.
Antes de finalizar, informar que en la ciudad de Lebrija hay distintas formas de hospedarse, aquí vamos a contar nuestras experiencias. Un grupo estuvimos alojados en LB Lebrija Hotel, situado en Avenida Juan Peña El Lebrijano nº 10, teléfono 955 97 22 55. Un hotel de dos estrellas, moderno, cómodo y muy bien atendido por su propietario Jesús Moreno y el personal que allí trabaja.
Otros compañeros pernoctaron en el Hotel Barrio Nuevo en la calle Céspedes, nº 3, en pleno centro de Lebrija. Igualmente se mostraron muy contentos tanto por las habitaciones bien equipadas como por la atención recibida.
Consideramos suficiente información para desplazarse y disfrutar Lebrija. Muy pronto tendréis la segunda parte que completará el más que justificado viaje.
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