Pilar
Ruiz Rodríguez-Rubio es Técnico de la Fundación Municipal de Turismo y Comercio
de Rota, además junto a su madre Cristina dirigen el blog de gastronomía Aprendiendo a cocinar y por si fuera
poco, de vez en cuando, organiza para blogueros y amigos interesantes visitas
por la alegre ciudad roteña. En este último encuentro la propuesta era conocer
una granja apícola y mostrarnos como ahumar salmón de forma casera, pero nos
adelantó Pilar que los responsables de McDonalds-Rota nos habían invitado a ver sus instalaciones,
inauguradas hace más o menos un año, y a desayunar allí. Aunque somos defensores
a ultranza de la cocina tradicional, el saber no ocupa lugar, y pudimos ver cómo
es el funcionamiento de este establecimiento tipo americano, pero con un
personal muy gaditano y amable que nos enseñaron el amplio local.
Nos acompañó
Rocío Ruíz Bravo, que trabaja en esta empresa de relaciones públicas, la conocimos el pasado año durante una espléndida visita al Centro de Interpretación
de la Mayetería de Rota, aunque fueron Lola y Ana las encargadas de enseñarnos el
funcionamiento de éste McDonald’s.
Manifestaron
prestar una atención muy especial a aspectos como la limpieza, la higiene y la
calidad, aunque una de las cosas que más llama la atención es la tecnología y
la maquinaria que emplean. Todos los productos son separados entre sí, desde
los almacenes frigoríficos, dispensadores de alimentos, freidoras, planchas…
cuentan con un sistema de pantallas y alarmas, situadas en los distintos
elementos, que se activan mediante señal acústica e informando si el producto
se ha pasado de fecha, temperatura, fritura, etc.
Igualmente comentaron que los productos están controlados en todo momento, empleándose productos españoles como la carne extremeña de vacuno o el aceite de oliva virgen extra andaluz.
La tecnología llega también al personal
laboral. Algunos empleados llevan cascos y micrófonos para estar comunicados
con los clientes que llegan en coche, asimismo con los compañeros de otras dependencias para solicitar inmediatamente los pedidos, nos
aclaró Abel.
Luego pasamos
a desayunar pudiendo elegir entre varios tipos: clásico con aceite y tomate,
con mantequilla y mermelada, dulce…
El fotógrafo de la web Gente de Rota estuvo durante esta visita haciendo un amplio reportaje. Al final el grupo y el personal nos unimos en esta foto.
A continuación
nos dirigimos a la granja apícola, allí nos recibieron José y Leo Hernández,
padre e hijo. La apicultura para José, es una afición a la que dedica tiempo
y esfuerzo, primero nos enseñó el lugar donde están situadas las colmenas,
luego nos explicó el proceso y por último hizo una demostración completa del
método artesanal que emplea, desde que retira los panales de las colmenas hasta
prácticamente el envasado de la miel.
Nos contó que
los enjambres tienen una sola abeja reina, una cantidad relativa de zánganos y
la mayoría son las obreras. En el interior de la colmena cada individuo tiene
distintas tareas que realizar. La reina es fundamental para la existencia del
enjambre, sin ella desaparece. El zángano, es la abeja macho y su función es
fecundar a la reina. Las obreras no reproducen y se dedican a cuidar de la
colmena y de la reina, fabrican la cera para construir los panales, traen el
néctar, el polen con que se alimentan, también de la miel que ellas mismas
producen. Sólo la abeja reina es fecundada en el vuelo nupcial por varios zánganos, siendo la encargada de la reproducción. Se alimenta con
jalea real y pude vivir entre cuatro y cinco años.
La miel se recoge dos veces al año, a primeros de mayo y entre los meses de agosto y septiembre.
José cuida de las colmenas con mimo, para ofrecerles un medio ambiente adecuado
para crear la miel, su objetivo es que las abejas no aporten ningún otro
producto azucarado que intervenga en la producción de su miel. El apicultor
comienza la tarea eliminando la cera de la colmena, llamado opérculo, palabra derivada
del latín que significa tapón o tapadera.
Luego la miel se
filtra y se pasa a los depósitos, lista para ser envasada. La cera separada se
deja escurriendo para aprovechar los restos de miel.
Cuando José
finalizó las explicaciones de la miel, le llegó el turno a su hijo Leo Hernández,
que nos sorprendió mostrándonos un artilugio hecho por ellos mismos para ahumar el salmón y nos contó una
bonita historia familiar: su madre Manuela Forja trabajaba en el Ayuntamiento
de Rota como Delegada de Servicios Sociales, en una ocasión viajó a Finlandia
para realizar un estudio y en una visita le enseñaron una máquina para ahumar
salmones, tradición de los países escandinavos. Le gustó tanto que realizó
un boceto de la máquina y le sacó fotos para enseñarlas en su casa. Entonces
padre e hijo se empeñaron en confeccionar un aparato que le
permitiera a su madre poder ahumar salmones artesanalmente, hasta que lo consiguieron. Ahora aunque ella
no esté, su familia continúa haciéndolo recordando a Manuela y sus
preparaciones culinarias.
Nos llevaron
al otro lado de la casa, si antes estábamos en pleno campo, al cruzar la puerta
nos encontramos con una vista espectacular de la costa roteña.
La máquina
rudimentaria está hecha con una caja de hierro y colocada sobre un hornillo de gas que desprende calor en el interior donde se depositan varios ladrillos y serrín natural. El salmón quedó listo para comerlo en hora y
media aproximadamente. Hay que decir que estaba tan rico que solo
quedaron las espinas. Pilar Ruiz había llevado una salsa hecha por ella, una mezcla
de miel de Rota, mostaza de Dijón, eneldo, aceite de oliva virgen extra y sal.
Resultó una excelente combinación con el salmón ahumado y los cogollos de
lechuga que le acompañaban. Los vinos que tomamos fueron gentileza de Laura López de
Bodegas El Gato. Al final José quiso que probáramos un licor hecho por ellos de
miel y orujo, estaba excelente. Nos fuimos encantados de esta visita, de todo
lo que habíamos aprendido de José y Leo. Más tarde se incorporó Mª Eugenia,
esposa de Leo, le agradecemos a esta entrañable familia la hospitalidad en todo
momento.
A la hora del
almuerzo, Pilar nos condujo a la Venta Torrebreva en la carretera
A-491-Munive, km 5. Rota. Además de ensaladas y pimientos asados para picotear,
probamos sus caracoles para acompañar un vino de la tierra que etiquetan con el
nombre de la venta. El punto dulce lo pusieron unos postres caseros.
Pero sin
ninguna duda el plato sobresaliente fue un riquísimo Arroz con Perdices, que nuestra anfitriona tenía interés que
probásemos y por ello había reservado en este lugar.
Después de la
comida apetecía tomar un café y nos dirigimos a El Ajedrez. Al llegar vimos
un letrero que pone: Bar-Restaurante, pero es algo más y distinto. Algunos le llaman Chiringuito pero también Beach Club – Casa al Mar… sí
diremos que es uno de esos lugares que vemos en otros litorales y nos gustaría
tenerlo cerca para ir de vez en cuando, ¡pues aquí lo tenemos!
Está ubicado
en la Playa Tres Piedras de Chipiona, próximo a Costa Ballena, al principio
parece complicado el acceso, aunque no lo es. Se puede también comer o cenar,
mientras se disfruta de este pequeño oasis en un entorno extraordinario. Preparan
comida asiática y tailandesa principalmente, también hay platos cocinados con
productos de la tierra. Nos dijeron que es recomendable, así que habrá que volver.
José Luis Gil
es su propietario, nos recibió y permitió que descubriéramos los exóticos rincones
de este lugar. Nos presentó a Ramón Castellanos un amigo decorador que ha
intervenido en gran parte en el embellecimiento de El Ajedrez, incluso trayendo algunos elementos desde Asia.
Su situación a
pie de playa permite disfrutar del sol y de un baño refrescante, teniendo la
oportunidad posteriormente de darse una ducha y un cambio de ropa en los
espacios que se ha reservado para ello.
Una vez
terminado el recorrido por todas las instalaciones, nos sentamos a tomar algo.
El lugar y la hora hicieron que nos decidiéramos por unos ricos mojitos. Luego
cada uno partimos para nuestras respectivas ciudades, muy agradecidos a la
amiga Pilar Rubio por hacer posible este estupendo día.
¡Hasta la
próxima, que sea pronto!
Asi me gusta chicas pasandolo bien, que buen dia os hizo y que bien acopañada, una visita muy ilustrativa, besos primas
ResponderEliminarQué bien has relatado todo, María Luisa...No se te escapó una...ni uno (jeje)
ResponderEliminarEstupenda crónica a la que no le falta detalle Maria Luisa :-) Muchísimas gracias, la comparto y encantada de que hayais participado, lo pasamos muyyyy bien :-)
ResponderEliminarQuerida Mamen, efectivamente fue un día estupendo, tanto por las visitas, compañía, clima y además aprendiendo cosas interesantes. Besos para ti.
ResponderEliminarMuchas gracias Lola, las cosas bonitas nos gustan a todas... a ti también, ¿verdad? (ja,ja,ja,)
ResponderEliminarGracias y mil gracias a ti Pilar, por organizar estas excelentes jornadas, por invitarnos, por tus palabras... por todo. Disfrutamos mucho.
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