lunes, 26 de mayo de 2014

DESCUBRIENDO LOS SECRETOS DE LA MIEL, DEL SALMÓN AHUMADO Y MÁS, EN UNA NUEVA RUTA POR ROTA


Pilar Ruiz Rodríguez-Rubio es Técnico de la Fundación Municipal de Turismo y Comercio de Rota, además junto a su madre Cristina dirigen el blog de gastronomía Aprendiendo a cocinar y por si fuera poco, de vez en cuando, organiza para blogueros y amigos interesantes visitas por la alegre ciudad roteña. En este último encuentro la propuesta era conocer una granja apícola y mostrarnos como ahumar salmón de forma casera, pero nos adelantó Pilar que los responsables de McDonalds-Rota  nos habían invitado a ver sus instalaciones, inauguradas hace más o menos un año, y a desayunar allí. Aunque somos defensores a ultranza de la cocina tradicional, el saber no ocupa lugar, y pudimos ver cómo es el funcionamiento de este establecimiento tipo  americano, pero con un personal muy gaditano y amable que nos enseñaron el amplio local.
 
Nos acompañó Rocío Ruíz Bravo, que trabaja en esta empresa de relaciones públicas, la conocimos el pasado año durante una espléndida visita al Centro de Interpretación de la Mayetería de Rota, aunque fueron Lola y Ana las encargadas de enseñarnos el funcionamiento de éste McDonald’s.   
Manifestaron prestar una atención muy especial a aspectos como la limpieza, la higiene y la calidad, aunque una de las cosas que más llama la atención es la tecnología y la maquinaria que emplean. Todos los productos son separados entre sí, desde los almacenes frigoríficos, dispensadores de alimentos, freidoras, planchas… cuentan con un sistema de pantallas y alarmas, situadas en los distintos elementos, que se activan mediante señal acústica e informando si el producto se ha pasado de fecha, temperatura, fritura, etc.  
Igualmente comentaron que los productos están controlados en todo momento, empleándose productos españoles como la carne extremeña de vacuno o el aceite de oliva virgen extra andaluz.  
La tecnología llega también al personal laboral. Algunos empleados llevan cascos y micrófonos para estar comunicados con los clientes que llegan en coche, asimismo con  los compañeros de otras dependencias para solicitar inmediatamente los pedidos, nos aclaró Abel.  
Luego pasamos a desayunar pudiendo elegir entre varios tipos: clásico con aceite y tomate, con mantequilla y mermelada, dulce…

El fotógrafo de la web Gente de Rota estuvo durante esta visita haciendo un amplio reportaje. Al final el grupo y el personal nos unimos en esta foto.


A continuación nos dirigimos a la granja apícola, allí nos recibieron José y Leo Hernández, padre e hijo. La apicultura para José, es una afición a la que dedica tiempo y esfuerzo, primero nos enseñó el lugar donde están situadas las colmenas, luego nos explicó el proceso y por último hizo una demostración completa del método artesanal que emplea, desde que retira los panales de las colmenas hasta prácticamente el envasado de la miel.


Nos contó que los enjambres tienen una sola abeja reina, una cantidad relativa de zánganos y la mayoría son las obreras. En el interior de la colmena cada individuo tiene distintas tareas que realizar. La reina es fundamental para la existencia del enjambre, sin ella desaparece. El zángano, es la abeja macho y su función es fecundar a la reina. Las obreras no reproducen y se dedican a cuidar de la colmena y de la reina, fabrican la cera para construir los panales, traen el néctar, el polen con que se alimentan, también de la miel que ellas mismas producen. Sólo la abeja reina es fecundada en el vuelo nupcial por varios zánganos, siendo la encargada de la reproducción. Se alimenta con jalea real y pude vivir entre cuatro y cinco años.

La miel se recoge dos veces al año, a primeros de mayo y entre los meses de agosto y septiembre. José cuida de las colmenas con mimo, para ofrecerles un medio ambiente adecuado para crear la miel, su objetivo es que las abejas no aporten ningún otro producto azucarado que intervenga en la producción de su miel. El apicultor comienza la tarea eliminando la cera de la colmena, llamado opérculo, palabra derivada del latín que significa tapón o tapadera.
La cera separada suele ser empleada para hacer jabón. Los panales se introducen en una centrifugadora manual, al girar la manivela empiezan a desprender  la miel.
Luego la miel se filtra y se pasa a los depósitos, lista para ser envasada. La cera separada se deja escurriendo para aprovechar los restos de miel.
Cuando José finalizó las explicaciones de la miel, le llegó el turno a su hijo Leo Hernández, que nos sorprendió mostrándonos un artilugio hecho por ellos  mismos para ahumar el salmón y nos contó una bonita historia familiar: su madre Manuela Forja trabajaba en el Ayuntamiento de Rota como Delegada de Servicios Sociales, en una ocasión viajó a Finlandia para realizar un estudio y en una visita le enseñaron una máquina para ahumar salmones, tradición de los países escandinavos. Le gustó tanto que realizó un boceto de la máquina y le sacó fotos para enseñarlas en su casa. Entonces padre e hijo se empeñaron en confeccionar un aparato que le permitiera a  su madre poder ahumar salmones artesanalmente, hasta que lo consiguieron. Ahora aunque ella no esté, su familia continúa haciéndolo recordando a Manuela y sus preparaciones culinarias.

Nos llevaron al otro lado de la casa, si antes estábamos en pleno campo, al cruzar la puerta nos encontramos con una vista espectacular de la costa roteña.
 
La máquina rudimentaria está hecha con una caja de hierro y colocada sobre un hornillo de gas que desprende calor en el interior donde se depositan varios ladrillos y serrín natural. El salmón quedó listo para comerlo en hora y media aproximadamente. Hay que decir que estaba tan rico que solo quedaron las espinas. Pilar Ruiz había llevado una salsa hecha por ella, una mezcla de miel de Rota, mostaza de Dijón, eneldo, aceite de oliva virgen extra y sal. Resultó una excelente combinación con el salmón ahumado y los cogollos de lechuga que le acompañaban. Los vinos que tomamos fueron gentileza de Laura López de Bodegas El Gato. Al final José quiso que probáramos un licor hecho por ellos de miel y orujo, estaba excelente. Nos fuimos encantados de esta visita, de todo lo que habíamos aprendido de José y Leo. Más tarde se incorporó Mª Eugenia, esposa de Leo, le agradecemos a esta entrañable familia la hospitalidad en todo momento.  

A la hora del almuerzo, Pilar nos condujo a la Venta Torrebreva en la carretera A-491-Munive, km 5. Rota. Además de ensaladas y pimientos asados para picotear, probamos sus caracoles para acompañar un vino de la tierra que etiquetan con el nombre de la venta. El punto dulce lo pusieron unos postres caseros.

Pero sin ninguna duda el plato sobresaliente fue un riquísimo Arroz con Perdices, que nuestra anfitriona tenía interés que probásemos y por ello había reservado en este lugar.

Después de la comida apetecía tomar un café y nos dirigimos a El Ajedrez. Al llegar vimos un letrero que pone: Bar-Restaurante, pero es algo más y distinto. Algunos le llaman Chiringuito pero también Beach Club – Casa al Mar… sí diremos que es uno de esos lugares que vemos en otros litorales y nos gustaría tenerlo cerca para ir de vez en cuando, ¡pues aquí lo tenemos!

Está ubicado en la Playa Tres Piedras de Chipiona, próximo a Costa Ballena, al principio parece complicado el acceso, aunque no lo es. Se puede también comer o cenar, mientras se disfruta de este pequeño oasis en un entorno extraordinario. Preparan comida asiática y tailandesa principalmente, también hay platos cocinados con productos de la tierra. Nos dijeron que es recomendable, así que habrá que volver.
 
José Luis Gil es su propietario, nos recibió y permitió que descubriéramos los exóticos rincones de este lugar. Nos presentó a Ramón Castellanos un amigo decorador que ha intervenido en gran parte en el embellecimiento de El Ajedrez, incluso trayendo algunos elementos desde Asia.
 

Su situación a pie de playa permite disfrutar del sol y de un baño refrescante, teniendo la oportunidad posteriormente de darse una ducha y un cambio de ropa en los espacios que se ha reservado para ello.
 
Una vez terminado el recorrido por todas las instalaciones, nos sentamos a tomar algo. El lugar y la hora hicieron que nos decidiéramos por unos ricos mojitos. Luego cada uno partimos para nuestras respectivas ciudades, muy agradecidos a la amiga Pilar Rubio por hacer posible este estupendo día.  
¡Hasta la próxima, que sea pronto!

6 comentarios:

  1. Asi me gusta chicas pasandolo bien, que buen dia os hizo y que bien acopañada, una visita muy ilustrativa, besos primas

    ResponderEliminar
  2. Qué bien has relatado todo, María Luisa...No se te escapó una...ni uno (jeje)

    ResponderEliminar
  3. Estupenda crónica a la que no le falta detalle Maria Luisa :-) Muchísimas gracias, la comparto y encantada de que hayais participado, lo pasamos muyyyy bien :-)

    ResponderEliminar
  4. Querida Mamen, efectivamente fue un día estupendo, tanto por las visitas, compañía, clima y además aprendiendo cosas interesantes. Besos para ti.

    ResponderEliminar
  5. Muchas gracias Lola, las cosas bonitas nos gustan a todas... a ti también, ¿verdad? (ja,ja,ja,)

    ResponderEliminar
  6. Gracias y mil gracias a ti Pilar, por organizar estas excelentes jornadas, por invitarnos, por tus palabras... por todo. Disfrutamos mucho.

    ResponderEliminar