lunes, 8 de agosto de 2016

DESEMBARCO DE ATUNES EN BARBATE Y DEGUSTACIÓN EN EL RONQUEO DE CHICO DAZA


El trabajo de ocio se nos acumula entre carpetas de fotos y archivos de Word, pero nos hemos prometido que haremos lo que podamos y cuando podamos. Apostamos por estrés cero, especialmente cuando se trata de aficiones o actividades culturales y gastronómicas, precisamente cuando pensamos en llamar al blog Cocinando al Potopó, llevaba consigo “cocinar todo lentamente” y cuando decimos todo, incluye la gestión de la vida. Dicho esto, el turno le ha tocado a la actividad que realizamos en Barbate sobre el atún, meses atrás y pensamos que  esta información puede ser atractiva para personas interesadas en el tema.
 
A la convocatoria de Pepi Relinque, componente del Grupo Gastronómico El Almirez, acudimos expectantes ante el estupendo reclamo que suponía el programa y porque intuíamos que ella nos mostraría lo mejor del pueblo que la vio nacer y así fue. El punto de encuentro elegido, uno con mucha solera, Venta Pinto en La Barca de Vejer. Después de ver con la alegría que salen las gentes del establecimiento, estos desayunos hay que mantenerlos como referencia gastronómica de las primeras horas de la mañana. Sabemos que no debemos abusar, es cierto, pero cuántas veces se nos brinda la oportunidad... un día es un día. 
Pero no crean que el desayuno terminó así, no. Resulta que Encarna Lozano, otra de las chicas de El Almirez, llevó unas tortas de aceite y almendras, llamadas también tortas de pellizco u hornazos, según el lugar donde se elaboren. Hay que decir que estaban espectaculares, hechas por las manos expertas de su madre,  Pepa Marchán, natural de Puerto Serrano. Ella le ha transmitido el gusto por la cocina y especialmente por los dulces, además de los muchos valores personales que posee nuestra encantadora amiga.  


Concluido el suculento desayuno, nos trasladamos a la entrada del puerto de Barbate para esperar la llamada desde las naves de Frialba, empresa congeladora y comercializadora, donde tendríamos la oportunidad de vivir la gran experiencia que supone el desembarco de los atunes de una levantá. Mientras tanto Pepi Relinque nos habló de como creció viendo a los pescadores en sus faenas, escuchando sus historias y enseñanzas, mientras respiraba el olor al mar, ese característico efluvio mezcla de salitre, algas y brea (sustancia usada para calafatear e impermeabilizar barcos de madera) inolvidable aroma para todos los que hemos vivido siempre en puerto de mar.Luego, nos acercó al borde de la Playa del Carmen, desde donde nos señaló  para que avistáramos las boyas de color rosa intenso, dispuestas sobre la superficie del mar, trazando la estructura del ancestral sistema de almadrabas.   
El teléfono sonó, hubo suerte. El viento permitió la levantá en las almadrabas gaditanas de Tarifa, Zahara y Conil, de las que se surte esta empresa; los barcos traían consigo 120 atunes. Nos dirigimos al punto indicado en el puerto y presenciamos con entusiasmo la llegada. Observamos que los grandes túnidos vienen cubiertos por lonas y que a la docena de hombres que trabajan en el barco, en tierra los estaban esperando más de treinta trabajadores especialistas en el ronqueo del atún (denominación que recibe el despiece). Una vez fondeada la embarcación en la dársena, empieza la faena de izar los ejemplares. Se sujetan por la cola y se suben ayudados por una grúa hasta llegar a la nave industrial donde los van recogiendo los especialistas. Unas veces los atunes son elevados de uno en uno, otras dos piezas y hasta tres juntos…todo un espectáculo.  
A medida que van recibiendo los atunes, el ronqueo se realiza rápidamente. Cada hombre tiene su tarea asignada: separación de la cabeza y la cola con una sierra eléctrica, extracción de los lomos, señalización de los cortes, colocación de las piezas en bandejas transportadoras, glaseado con agua (labor consistente en recubrir los ejemplares con una fina capa de hielo durante el proceso de congelación) etc. Las instalaciones incluyen dieciocho túneles de ultracongelación a una temperatura de -60 º C, con capacidad para más de quinientos atunes. La mayor parte se destina al comercio local, el resto para el mercado europeo y asiático.  La empresa barbateña Gadira es una de las que comercializa gran cantidad de atún rojo de almadraba durante todo el año, gracias a esta técnica que permite mantener las cualidades intactas del producto y quien nos brindó la oportunidad de realizar esta impresionante visita. 
Andrés Jordán, gerente de la empresa Gadira, nos recibió en la puerta del recinto y nos situó en la planta alta, desde donde pudimos contemplar a través de una galería acristalada la exhibición de la faena y la destreza con que manejan los profesionales a los grandes peces, un auténtico tesoro del litoral Atlántico. Observábamos el proceso y sus distintas tareas, mientras tanto Andrés nos ofrecía una información pormenorizada y atendía amablemente a las preguntas que los asistentes le formulamos sobre el atún, las almadrabas y los distintos  trabajos de la empresa.
Después de la magistral clase, Pepi Relinque quiso enseñarnos desde un sendero próximo, unas perspectivas del hermoso Parque Natural de La Breña y Marismas de Barbate y donde es fácil divisar los distintos ecosistemas que se distingue en la zona: pinar, costa, acantilado, marismas y dunas. Un paisaje diverso para disfrute de los sentidos y en el que no pasa desapercibido el  intenso azul del mar en contraste con el verde de los pinos piñoneros y para acompañar la fragancia de estos árboles mezclada con los olores de las plantas aromáticas autóctonas… ¡qué naturaleza tan generosa!
Tras el placentero paseo, nos dirigimos a la fábrica de conservas El Ronqueo, situada en la nave nº 14 del Polígono El Olivar para conocerla y disfrutar de la degustación gastronómica que Pepi Relinque había concertado con el gerente de la empresa, Francisco José Daza Bernal, conocido por Chico. Hasta allí se trasladó la  Diputada Provincial de Turismo, Mª Dolores Varo, para saludar al grupo y agradecer la visita a la localidad barbateña, a su vez le dimos las gracias por el atento detalle.  
Chico Daza nos mostraría las instalaciones y explicaría el proceso artesanal de las conservas, pero antes nos ofreció un refrigerio acompañado de unas ricas croquetas de queso y atún. Miguel Duarte del Blog La Fritada se lanzó al ruedo de espontáneo camarero, obsérvese en la imagen el buen estilo…
Terminado el aperitivo, pasamos a conocer las dependencias, comenzando por explicarnos la trayectoria de la empresa que empezó con unos 45 metros y con el objetico de elaborar y envasar boquerones en vinagre y otras conservas sencillas. Pero no olvidemos que Chico además es cocinero y conociendo el atún y demás productos de calidad de las costas gaditanas, se animó a ampliar  el espacio considerablemente y diversificar sus productos: conservas, semiconservas, ahumados y salazones. En el techo del pasillo de entrada cuelga un atún confeccionado con alambre, obra de uno de sus hermanos.

El pasillo va distribuyendo las salas donde se lleva a cabo los distintos procesos: refrigeración, eviscerado, cocina, maceración, esterilización, pasteurización, ahumado y envasado de productos. La nota predominante es la pulcritud y el orden.
El grupo siempre atento a todo lo que nos desvelaba Daza sobre el funcionamiento del autoclave y la máquina enlatadora. Es un placer oírle, en especial porque le gusta lo que hace y sabe transmitirlo. 
Tocaba comer y nada mejor que hacerlo en sus instalaciones. Allí ha acondicionado un espacio donde él acompañado de su equipo, David Daza y Antonio Valdés, preparan una degustación de sus productos y de otras recetas elaboradas con atún. No es una comida al uso, es mucho más… una  demostración en directo de recetas con una amplia explicación de lo que va cocinando y los asistentes intervienen con preguntas, además de disfrutar de tan enriquecedora y deliciosa experiencia.
Empezó por presentarnos una variedad de salazones y conservas propias: Mojama; maruca; Supremas de salmón, queso cremoso y nueces, más otro  de atún, queso y avellanas; Banderillas de atún y queso; Montaditos de sarda en aceite de oliva y de atún ahumado; Sardinas tomatadas; y Taco de atún en aceite de oliva sobre picadillo. Por si alguien quería sazonar a su gusto determinados bocados, se sirvió diferentes tipos de sal; con escama, con cítricos y  ahumada, son las que él suele emplear en las preparaciones. 
A continuación llegarían guisos tradicionales como: El “encebollao” de Barbate, cocinado con una rica ventresca de atún y presentado en el interior de una cebolla caramelizada y Las papas en amarillo con atún. También llegaron elaboraciones novedosas como el Cremoso de atún con pimientos de piquillo, sabrosa preparación con un fondo de cebolla, queso en crema, queso emmental y salsa de piquillo o El Crujiente de Atún con pasas y piñones de la Breña, tapa que obtuvo el primer premio de la Semana Gastronómica del Atún en la edición del 2014; una mezcla agradable entre los sabores del atún, carne de membrillo y vino dulce.  
Luego llegarían otras presentaciones de calidad de otras partes del atún, al estilo japonés: Tartar y Sashimi o la ventresca y la hueva a la plancha. La calidad y la sencillez en las elaboraciones consiguieron la aprobación del público asistente. 

El final dulce, estando en Barbate, era casi de obligación lo pusiera Pepi Martínez, maestra chocolatera y pastelera de la Confitería Los Tres Martínez,  para la ocasión quiso llevar un postre relacionado con el tema del atún, eligiendo un semifrío de mandarina que ha llamado “corchuela” en honor a las bollas de las almadrabas, decorado con una red de chocolate y un atún de papel comestible. Rematando el plato unos singulares bombones con forma de roquitas marinas, elaborados con: chocolate blanco, hueva de maruca y nueces; chocolate con leche con mojama y almendra y por último chocolate negro con bonito y barquillo de canela. Los más escépticos podrán dudar de la combinación, pues tenemos que decir que los toques salados son muy sutiles y convierten en una exquisitez estos bombones. ¡Ah! Pepi personalizó el postre a María Luisa Ucero, nuestra compañera, que celebraba ese día su cumpleaños. Muchas gracias a nuestras Pepis, Martínez y Relinque, por el detalle. 
Antes de despedirnos pasamos por la tienda de El Ronqueo, para traernos algunas provisiones que las disfrutaremos acordándonos de esa magnífica jornada que tuvimos con los excelentes compañeros y brindando con un especial vino para maridar con atún, un bonito detalle de unas atentas amigas que quisieron que lo probásemos. Pues a la salud de todos y que pronto tengamos más actividades como estas.
Os dejo que me espera la lectura de Cleopatra y la Fascinación de Egipto.     

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