CÁDIZ DE DULCE

La provincia gaditana desde siglos huele a canela, clavo, vainilla, matalahúva…, tiene sabor a melaza, a pan de Cádiz, a pestiños, a tocino de cielo… y es fundamental que continúe en el tiempo.

Hay que potenciar la pastelería artesanal y el primer paso lo han dado diez prestigiosas firmas, uniéndose en un grupo llamado Pasteler@s.Cádiz, que se han presentado el pasado martes en el Hotel Casa Palacio María Luisa de Jerez. No descartan que puedan adherirse otras empresas gaditanas que apuesten en el mismo sentido.

Los maestros pasteleros que estuvieron en el acto, representando a la decena de empresas integradas hasta ahora en Pasteler@s.Cádiz, según el orden de intervención fueron:  

Celia Ramos – Canela y Miel (Conil de la Fra.)

Pepi Martínez – Confitería Tres Martínez (Barbate)

José Antonio Bernal – Confitería La Tarifeña (Tarifa)

Juan Carlos Ibáñez – Pastelería Berlín (Jerez)

Francis Mel – Pastelería La Trufa (Puerto Real)

Daniel Jiménez – Pastelería La Rosa de Oro (Jerez)

Inmaculada Guerrero – Casa Guerrero 1947 (Sanlúcar de Barrameda)

Lourdes Contreras y Neftalí García - Pastelería La Antigua Merced (Jerez)

Sonia Jiménez y José Alberto Rodríguez – Pastelería Jesús (Jerez)

Ángeles Aído - Horno La Cremita (Chiclana de la Fra.)

Aído, excusó la ausencia de Dani Ramos, que no pudo asistir al acto, manifestando que a ambos les parece una idea estupenda poder compartir con otros compañeros las inquietudes profesionales. Asimismo, agradeció a las compañeras pasteleras que se encontraban en la sala, Ángeles Fernández e Inma Morales, que hubiesen elaborado un apetitoso hojaldre para la merienda.  

El jefe de cocina del Restaurante T-22, situado en el hermoso hotel jerezano, Ángel Taboada, quiso apoyar con su presencia el acto y no dudó destacar la extraordinaria labor de los pasteleros tradicionales.    

Todos se manifestaron brevemente en una misma línea, destacando la importancia de igualar dulces y postres a otros platos de la gastronomía. Una reivindicación lógica, debido a que el postre es para muchos el gran esperado de la comida, pudiendo convertirse en uno de los grandes protagonistas, pues dependiendo del resultado, el comensal puede salir con un dulce y grato recuerdo de despedida e influirá directamente en el criterio si la comida ha resultado exitosa o no. 

Los pasteles constituyen un elemento social importante, en cualquier tipo de celebración, en reuniones familiares, también se recurren a ellos cuando queremos hacer un obsequio, siendo muy bien recibidos.

En las pastelerías y confiterías tradicionales se cuida con esmero la calidad de la materia prima, igualmente destacan el tiempo que le dedican a la elaboración de su dulcería. Incluso la maestra pastelera y reconocida artesana del chocolate a nivel nacional, Pepi Martínez, resaltó la pasión que los artesanos ponen en sus elaboraciones y por supuesto en sus creaciones actuales.     

Por todo ello, no se entiende que la competencia de los dulces artesanos sean los industriales. Aquellos que se desconocen al completo sus ingredientes, donde la calidad no es primordial, pero sí lo son los conservantes y demás aditivos para prolongar la caducidad del producto o potenciar sabores inexistentes. Es importante se empiece a valorar qué es lo que comemos y qué le damos a nuestra familia. Siempre será mejor comer un pastel bueno que varios de distinta categoría, aunque el costo sea menor.

Los pasteleros de Cádiz ofrecieron una merienda con sabores tradicionales y navideños, donde no faltaron deliciosos troncos y mousse elaborados con diferentes tipos de turrones o con pan de especias y Pedro Ximénez; exquisitos polvorones y marquesitas; dulces con piñones y con almendras; hojaldres con cremas y frutos rojos; ricos bombones, muy significativos los llegados desde Barbate, que como seña de identidad venían provisto con un atún de chocolate… Toda una degustación de sabores de ayer y ahora, elaborados con primor por estos excepcionales pasteleros. 

Daniel Jiménez, el maestro pastelero que tomó la iniciativa de unir al grupo, señaló que tenía ganas de dejar de trabajar en soledad y compartir con sus compañeros inquietudes y proyectos para que redunde en beneficio de todas las comarcas de la provincia. 

Les deseamos al grupo lo mejor en su nueva andadura. La pastelería gaditana puede contar con nuestro apoyo incondicional, por el bien de las propias empresas y de nuestra gastronomía.