viernes, 13 de mayo de 2016

30 ANIVERSARIO DEL GRUPO GASTRONÓMICO GADITANO Y PREMIO A LA VENTA MELCHOR



El Grupo Gastronómico Gaditano ha cumplido 30 años desde que estos entusiastas de la buena comida decidieran unirse para disfrutar en sus ratos libres de la amistad, de los platos de la tierra con fundamento y de vinos criados en las prestigiosas bodegas de nuestra provincia. Sus inquietudes y conocimientos sobre la herencia culinaria de nuestros antepasados, han sido compartidos desde el principio con aquellos que hemos estado interesados en  seguir sus charlas, las recetas y artículos publicados en su blog, sus comentarios en la prensa o sus referencias en los numerosos libros editados. Sin duda, una extraordinaria labor que con la suma de otros gaditanos, tripulantes en un mismo barco, navegan en una travesía certera con un objetivo común: llevar al mejor puerto la gastronomía gaditana.  

  Foto de la portada facebook del GGG
El acto que tuvo lugar en el Hotel Playa Victoria de Cádiz, estuvo presentado por el escritor gastronómico y miembro del grupo Carlos Spínola, que cedió la palabra al actual presidente, José Manuel Pérez Moreno, dando la bienvenida a los presentes. Luego realizó un breve repaso de la trayectoria de estas tres décadas y en nombre de todos los compañeros le rindió un emotivo homenaje al fundador de la entidad y presidente honorífico Eugenio Barea, quien afirmó que en tantos años, la amistad ha sido traspasada por un auténtico sentimiento fraternal.   
A continuación el periodista Pepe Monforte intervino con su sentido del humor, al más puro estilo gaditano, reflejando la similitud entre las distintas etapas de alimentación por las que pasa el ser humano y las fases según las edades de los componentes del GGG
Tras su intervención llegó el turno de la Mesa Redonda: 30 años de gastronomía gaditana, en el que Monforte participó junto a Fernando Córdoba, reconocido cocinero del restaurante El Faro de El Puerto, Rafael Paul y Manuel Fernández-Trujillo, miembros del Grupo. 
Siguiendo el programa de actos, Casto Palacios presentó el nuevo libro titulado, Sabores Gaditanos, realizado y editado por la entidad gastronómica con motivo de su aniversario. La publicación ofrece artículos de los integrantes sobre la cocina de la provincia haciendo un recorrido por tapas, vinos y la vinculación culinaria con la cultura, las fiestas, el mar o las tradiciones; así como una recopilación de 150 recetas que ellos mismos han elaborado a lo largo de todo este tiempo con productos de la tierra. 
Después se proyectaron dos breves videos, el primero sobre la historia del GGG y el segundo un entrañable recuerdo cronológico de los premios que viene concediendo esta entidad gastronómica desde 1987 a personas o entidades que sobresalgan en la defensa y divulgación de la cocina gaditana. Inmediatamente se procedió a hacer entrega del Premio 2015, otorgado en esta edición al restaurante Venta Melchor por su labor en la modernización  y recuperación de la cocina de La Janda en particular y de toda la provincia en general. La venta está situada en “El Colorado, es decir, Conil, al lado” como decía la chirigota de Juan Carlos Aragón, Los Kadi City (1997) - Ubicación oficial: Ctra. Nacional 340, Km 18, Conil de la Frontera. La distinción fue recogida por los propietarios del establecimiento Juan Carlos Almazo, un ventero de lujo que domina la sala con simpatía, además de lanzarse en sus ratos libres al rescate de recetas antiguas de la cocina gaditana para que Petri Benítez, Jefa de Cocina y esencia de los fogones del lugar, las actualice con su toque personal, aunque siempre respetando las raíces y cuidando los excelentes productos de la zona.  
El acto finalizó con un aperitivo servido en la espléndida terraza del establecimiento hotelero, donde se compartió momentos de charla entre los asistentes y algunas fotografías para inmortalizar el momento.

Nuestra más sincera enhorabuena al Grupo Gastronómico Gaditano por su tenaz labor, por la presentación de su nueva obra a la que auguramos un rotundo éxito, así como por el acierto en la concesión del premio anual entregado a Petri y Juan Carlos artífices de la afamada Venta Melchor. Felicitamos efusivamente a ambos protagonistas por el merecido reconocimiento, a los que dedicamos unas líneas a modo de un particular  homenaje en consideración al esfuerzo y el buen trabajo de tantos años.    

  Foto de Petri Benitez
Las ventas de nuestra provincia tuvieron en una época un carácter tan especial, que no solo se iba a comer y a beber, eran mucho más. Establecimientos de celebraciones familiares, de reuniones de amigos, de tertulias, de cante e incluso escenarios para expresar letras críticas carnavalescas, en un tiempo que la censura ordenaba cambiar las coplas de Carnaval y por ello se elegían estos sitios aislados para que las agrupaciones interpretaran el repertorio con tranquilidad. No nos vamos a extender sobre la historia de estos populares lugares que para eso está el libro: Cádiz Venta a Venta, escrito por Elena Posa para la Diputación de Cádiz en 1999, y que podemos considerar un tratado de las ventas gaditanas.
Sí significamos, que con posterioridad hubo un cierto declive porque a algunos les dieron por pensar que no eran sitios de categoría. ¡Un despropósito! Quizás lo que necesitaban eran un cambio y eso es lo que se ha producido en la actualidad, existiendo un transformación evidente, sin perder las cualidades que las distinguen. 
Las ventas siempre han estado vinculadas con la cocina contundente y casera, hoy además por fortuna se cuida la calidad, los productos, la presentación, el servicio, sin abandonar jamás la tradición. Hay muchas y buenas en la provincia gaditana, aunque para no dejar de mencionar a ninguna que tenga una buena consideración del público no haremos referencias. Solo hablaremos hoy como reconocimiento a todas ellas, de la Venta Melchor por el prestigioso galardón recibido. 
Potaje de Garbanzos con calamares y Pasta fresca con gambas
Venta Melchor
La historia de esta venta comienza por los años 1960 que Melchor Almazo sopesó la posibilidad de montar un ultramarinos donde vender de todo para abastecer a los vecinos de la zona y equiparlo con servicio de bar, típico en estos establecimientos, aunque en un principio solo ofrecían bebidas y alguna que otra conserva, especialmente de atún de la zona. Con el tiempo se convirtió en una zona fluida de paso de tráfico y una parada habitual, por lo que Melchor y su mujer Joaquina Muñoz empezaron a hacer tapas para atender a los clientes y un poco más adelante a preparar guisos para los domingueros que acudían con la familia al pinar de “El Colorao” a pasar un día de campo.

Cazón en tomate y Alcauciles con chícharos y habas  
Juan Carlos, uno de los seis hijos del matrimonio, cuenta que desde chiquito, con apenas 10 años, ayudaba a los padres a servir mesas los fines de semanas, a fregar subido en unas cajas vacías de bebidas y que por entonces para poder llegar al tiro de la cerveza, tenía que dar saltos e incluso alguna vez quedando colgado del mismo por falta de fuerza para bajarlo. Él cuenta aquellas vivencias con una sonrisa y además confiesa que aprendió y decidió al dejar los estudios dedicarse por entero a la profesión que le gustaba. Se casó con veintidós años y fue entonces cuando sus padres deciden que era el momento que Juan Carlos, asumiera la responsabilidad de regentar la venta por sí solo y quiso la fortuna que se uniera en matrimonio con Petri Benítez. Ésta extraordinaria, agradable y trabajadora mujer, hija de Juan Benítez, almadrabero de profesión y de Pepa Sánchez, que ayudaba en su casa con labores de costura, le confió a su hija Petri que hiciera la comida para su familia, con esos genes no es de extrañar que la Jefa de cocina borde los platos de atún de almadraba y de todo producto que se le ponga por delante. 
Ventresca de atún encebollada y Revuelto de berenjenas y almejas
Así que desde hace casi treinta años, el matrimonio Almazo-Benítez viene ofreciendo a sus clientes, paisanos y visitantes de cualquier parte, la comida  tradicional gaditana, recetas aprendidas de chiquita por Petri, otras enseñadas por su suegra y mientras tanto, ella leía y se quedaba con lo mejor de cada libro de cocina, o de los platos de los buenos profesionales porque de vista y sensaciones también se captan conocimientos, luego ha aplicado en los fogones lo mejor de sus experiencias, especialmente una cocina al más puro estilo del lugar con su creatividad y toque personal. Sus propietarios con inteligencia han querido conservar el carácter de las ventas, dotándola de un estilo de buen gusto, donde las gentes se encuentran como en casa, en particular con la elección de los platos de siempre, aquellos que nos ponían nuestras abuelas y nuestras madres. En definitiva, un dulce de venta como los que ofrecen en los finales de sus sabrosas comidas.
 
Enhorabuena por mantener nuestras costumbres, por vuestros productos, por vuestras atenciones y por el estupendo premio que ahora disfrutáis. 

2 comentarios:

  1. Un magnífico trabajo divulgativo, María Luisa. Muchas felicidades, a ti y a los receptores del premio. Un abrazo

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  2. Muchas gracias, Mercedes. Es nuestra modesta aportación para que la gastronomía gaditana y sus actividades se difundan en beneficio de la provincia gaditana.

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