Hay oportunidades que no se pueden dejar
escapar y eso nos ha ocurrido con la extraordinaria visita al Parque Natural Bahía de Cádiz,
catalogado como Zona de Especial
Protección para las Aves y Humedal de Importancia Internacional, de la que
nos informó Lola López de la Orden del Blog La Fritada y que organizó
conjuntamente con Mara Escassi Revuelta
y Juan Martín Bermúdez de la Fundación Salarte, quienes nos acompañaron durante todo el recorrido,
mostrándonos el valioso patrimonio medioambiental de la Bahía Gaditana.
Empezamos por el Parque Metropolitano Marisma de los Toruños y Pinar de la Algaida, donde
se organizó el grupo, realizándose los saludos y las presentaciones pertinentes
en la Casa de los Toruños. Este lugar
cuenta con varias salas, biblioteca, bar, tienda y otros servicios.
Allí se unió Dani, uno de los guías del Parque y con él accedimos a la Sala de Interpretación para tomar un
primer contacto y atender a la amplia información que nos facilitó sobre la
geomorfología, flora, fauna y etnografía de lugar y que posteriormente nos
enseñarían in situ.
A continuación nos subimos al tres
neumático que recorre parte del Parque y cómodamente fuimos atendiendo a las
explicaciones dadas sobre las diversas riquezas naturales de la zona.
Fundamental en el ambiente es el origen
y evolución del río Guadalete. El caño del Río San Pedro constituía un ramal
secundario del mismo formando parte, junto a las marismas, del estuario que el
cauce fluvial formaba en su desembocadura. El río se puede atravesar por
puentes de maderas que además ofrecen bellas panorámicas.
La vegetación es la propia de las
marismas, que sufren inundaciones frecuentes marcadas por las mareas. En las
planicies intermareales, zonas cubiertas de agua de forma permanente, dominan
las algas verdes llamadas pelillo (Enteromorpha)
y la lechuga de mar (Ulva). En la
marisma baja viven plantas que se han adaptado a esta oscilación como la
espartina, que sufre dos inundaciones diarias con la pleamar. Los almajos (Sarcocornia perennis) y las sapinas
(Salicornia ramosisima) predominan en la marisma media. Las zonas que solamente
se inundan con pleamares vivas equinocciales se corresponden con la marisma
alta, en esta superficie conviven el salado (Limoniastrum monopetalum), la verdolaga (Halimione portulacoides), el brezo marino (Frankenia laevis), etc.
A medida que nos alejamos del caño, las
plantas cambian mezclándose con el monte bajo mediterráneo hasta llegar a los
pinos piñoneros (Pinar de la Algaida) entre los que aparecen sabinas, y un
sotobosque formado por retamas, lentiscos, enebros, jaras, palmitos, etc.
En plena naturaleza podemos también
encontrar algunas especies de vital importancia y de obligada protección,
pertenecientes al género humano y a la clasificación especial: amigos; como es el caso de Charo Barrios del Blog Come en Casa.
Otro grupo valioso es el de los pescadores autorizados, Dani nos explicó que además de ejercitar esta afición, son verdaderos guardianes y vigilantes del Parque Natural por el que sienten predilección.
Otro grupo valioso es el de los pescadores autorizados, Dani nos explicó que además de ejercitar esta afición, son verdaderos guardianes y vigilantes del Parque Natural por el que sienten predilección.
Una vez finalizada la primera parte nos
dirigimos al embarcadero Elcano para continuar con la segunda etapa dirección a
la Isla del Trocadero. Este enclave
fue declarado Paraje Natural en 1989,
así como Zona de Reserva del Parque Natural Bahía de Cádiz. Desde 2012 este
espacio fue nombrado Zona Especial de Conservación de la Red Ecológica Europea
Natura 2000, en la actualidad quedan sólo 4 salinas artesanales en activo.
Allí nos esperaba el barquito de Salarte, una entidad privada sin ánimo
de lucro que trabaja desde 2012 con la vocación de recuperar, gestionar y poner
en valor la marisma salinera mediante la puesta en marcha de iniciativas
científicas, medioambientales, etnográficas, económicas y socioculturales. Esta
asociación es la única ONG privada que gestiona una Zona de Reserva de la Red
de Espacios Naturales Protegidos de Andalucía. En la foto Juan Martín y el
joven de la familia Machaca preparando
el barco para el trayecto.
Martín Bermúdez es uno de los promotores
de esta organización y además de potenciar la biodiversidad y mejorar el
funcionamiento ecológico de este amplio espacio, consiguiendo múltiples
beneficios de los recursos endógenos, es un profesional apasionado por la
riqueza natural de la Bahía gaditana con amplios conocimientos del territorio. En estas
imágenes nos muestra restos de la muralla que rodeaba la isla, construida con la
característica piedra ostionera (caliza fosilífera) de la zona, y que da una
idea de la importancia de este lugar en el siglo XIX cuando las tropas
napoleónicas asediaron Cádiz.
El ejército francés estableció su
campamento en el Pinar de la Algaida, construyendo también baterías de las que
apenas quedan restos. Tras la retirada de las tropas se levantó la Cortadura de
San José, hoy Caño de la Ministra, para facilitar la defensa de la península
del Trocadero. Este sería el principal escenario de la Batalla del mismo nombre
en la que salieron victoriosos los llamados Cien Mil Hijos de San Luis. En
recuerdo existe en Paris una plaza con el nombre de Trocadero.
Seguimos navegando hasta llegar a la antigua salina La Covacha, ubicada en el término municipal de
Puerto Real, lugar que gestiona Salarte desde febrero de 2014. La fundación no cuenta con recursos
económicos suficientes para realizar inversiones, pero a través de
voluntariados ambientales, acuerdos puntuales y visitas guiadas han logrado
reparar estructuras y manejar diariamente el agua para garantizar la producción
biológica y la reproducción de espátulas (Platalea leucorodia), así como
conservar y recuperar el hábitat natural y las especies del entorno. Para ello
están intentando desarrollar un turismo ornitológico sostenible, así como
programas de educación ambiental y actuaciones didácticas.
La Covacha está siendo transformada en Reserva
Natural por esta entidad y con la ayuda de veteranos y expertos mariscadores
que velan por el entorno, especialmente con los miembros de la familia Machaca.
Los responsables de Salarte nos invitaron a subir a la plataforma que tienen
instalada en la antigua salina que permite disfrutar de una espectacular
panorámica, además de facilitarnos mediante telescopios la observación de aves
del entorno tales como: zarapitos, charrancitos, nidos de espátulas, flamencos
y algunos cormoranes. Estas últimas aves ofrecen una imagen muy peculiar en el
enclave natural, debido a que son capaces de zambullirse a mucha profundidad
bajo el agua para capturar peces, pero al tener un plumaje poco impermeable
para secarse extienden sus alas en postura muy característica de esta especie.
De nuevo regresamos al barco, ahora el
cielo se iba cubriendo de nubes y arreciaba algo más el viento, pero bien
abrigados y gracias a la destreza de Juan en el manejo de la embarcación, volvimos
sin problemas, sonriendo y comentando la estupenda experiencia vivida.
Finalmente llegamos con apetito al Estero El Boli en Puerto Real donde
trabajan la familia los Machaca, y que tenían preparado un rico picnic compuesto
de camarones de estero y camarones del porreo, carne mechada casera,
quesos…todo regado con manzanilla y tinto de la tierra, dando buena cuenta de ello.
Antes de marcharnos subimos unas
escaleras para desde una terraza divisar y despedirnos de los esteros. Un
estupendo día que agradecemos a Lola López, a Salarte, en particular a Juan
Martín Bermúdez por compartir sus conocimientos y a la entrañable familia los Machaca por atendernos de forma tan agradable.
Para terminar felicitar a todas las
personas que componen la Asociación Salarte y el equipo de voluntarios por
proteger y preservar el maravilloso patrimonio natural de la Bahía de Cádiz, deseándoles toda la suerte y apoyos posibles para que
continúen con esta extraordinaria labor.
Contacto Salarte: e-mail contacto@salarte.org. Tel: (+34) 667 641
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Magnífico reportaje!! Un abrazo
ResponderEliminarMuchas gracias, Lola. Vuestro esfuerzo merece quedar plasmado y animar a los gaditanos que contacten con SALARTE y realicen tan enriquecedora visita.
EliminarQue buena experiencia prima, digno de ver y recorrer, pero teneis unas caritas de frio que paque jajaja, precioso reportaje y viandas ricas, que envidia sana os tengo, un beso
ResponderEliminarJa,ja,ja durante toda la mañana estuvo bien y no hacía frío pero al regreso aumentó el viento, y ya se sabes en el mar hay que protegerse. Sí la experiencia fabulosa. Besos, prima.
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