Resumen
de la exposición sobre el pimentón celebrada el pasado día 1 del actual mes de
diciembre, presentada por la coordinadora de las tertulias gastronómicas del
Ateneo de Cádiz, María Luisa Ucero.
En
primer lugar significar que el pimentón y el azafrán son las dos únicas
especias que poseen en nuestro país la Denominación de Origen Protegida,
teniendo reconocimiento internacional. En el caso del pimentón en las zonas de
Murcia y La Vera (Cáceres-Extremadura) y el azafrán en La Mancha. El pimentón se
obtiene de pimientos pertenecientes al género botánico “Capsicum”. Una de las
más empleadas es la clase Capsicum annuum, teniendo en cuenta que a su vez se
encuentran en gran diversidad de formas, tamaños, colores y niveles de picor.
Los más habituales son los de frutos largos, carnosos y menos picantes, pero
también se utilizan otros frutos pequeños y picantes.
Origen e historia
En culturas como las aztecas, toltecas, mixtecos y mayas, era una planta muy apreciada. El historiador Hans Roskamp dedicó un libro al documento pictográfico conocido como Códice Huetamo, denominación dada por el barrio del pueblo de Cutzio en México, donde residía la población otomí. Referencias españolas indican que los aztecas empleaban el chili como condimento del chocolate, además de su uso para realzar el sabor de las comidas. Al igual que ocurría con otras especias, se empleaba como moneda de cambio.
El ají fue introducido en España por Cristóbal Colón en 1493, dándoselo a conocer a los Reyes Católicos como una variante de pimienta por su sabor picante. El 15 de enero del citado año el almirante deja la primera referencia sobre el pimiento, escrita de su puño y letra en el diario de navegación.
A los monjes
Jerónimos se les atribuye dieran a conocer estos pimientos en los conventos de
su orden religiosa. Así, se supone llegaría al Monasterio de Guadalupe, pasando
a Yuste en la comarca de la Vera y al monasterio que esta comunidad tenía en
La Ñora (Murcia). Precisamente este lugar da nombre a otra conocida variedad de pimiento
seco y rojo: ñora.
El pimiento es uno de los primeros vegetales representados en la pintura, debido a ser una de las plantas importadas de América que más rápidamente se difundieron por Europa. En el cuadro de Diego Velázquez, “Cristo en casa de Marta y María” (1618) se puede observar una muestra pictórica del pimiento.
A mediados del siglo XVIII los agricultores inician un proceso importante de cultivo en la comarca de La Vera, consiguiendo tras el secado y la molienda el apreciado aderezo en polvo rojo llamado pimentón. El término etimológicamente se deriva del latín, concretamente de “pigmentum” que significa materia o sustancia que aporta color.
Cultivo
Conviene destacar que aun teniendo un origen común el pimentón de cada
zona es diferente, debido a un factor importante: el clima.
La Vera goza de un microclima privilegiado,
las cumbres de Gredos y las ricas vegas bañadas por el río Tiétar propician su
desarrollo natural. En Murcia las condiciones medioambientales son las propias
del sureste español, esto unido a las técnicas de cultivo de los huertanos
tradicionales, hacen que los frutos recolectados sean distintos. Nosotros nos vamos a centrar principalmente
en las fértiles tierras de La Vera, donde hemos aprendido el proceso para la obtención de su peculiar
pimentón.
El trabajo desde el cultivo hasta conseguir el
resultado final es bastante laborioso. Los agricultores comienzan en el mes de
marzo y
hasta principio de abril la preparación de sus semilleros, que proporcionan las
plantas necesarias para su explotación. Las semillas controladas por el Consejo
Regulador se siembran en espacios de terreno que deben estar bien aireados y
sueltos. El agricultor suele sembrar a boleo y calcula por su experiencia la
cantidad de semillas que debe echar en el semillero.
Una vez esparcida la simiente, se cubre con una fina
capa de tierra para favorecer el crecimiento. Con el fin de evitar que las
semillas no germinen convenientemente a consecuencia del viento, frío, hielo o
de cualquier otro imprevisto los semilleros se protegen con gasas. Tras un par
de meses después de la siembra las plantas se desarrollan y están listas para
ser trasplantadas donde van a ser cultivadas. Previamente son seleccionadas una
a una. Es importante la nivelación del terreno destinado al cultivo con el fin
de evitar encharcamientos o que no llegue el agua a todas partes, ambos efectos
estropearían las plantas.
El
proceso del cultivo es el siguiente: dos operarios van colocando las plantas en las
pinzas dispuestas para ello y a medida que va avanzando por el terreno instantáneamente
quedan sujetas en el agujero que la misma máquina perfora en la tierra. Detrás
otro trabajador va comprobando si agarran bien y que no ha quedado ningún
espacio del entorno sin plantar. El marco de plantación más utilizado es de 20
cm entre las plantas y de 90 cm entre las líneas, equivalente a unas 40.000
plantas por hectárea.
Entre los pimientos destacan los ecotipos de forma semiesférica y sabor dulce denominados “Bola” y
los “Ocales” de frutos alargados y picor
variable. Partiendo de esta variedad autóctona (Ocal) se realizó un estudio de
genealogía mediante selección planta-parcela, con autofecundación y se
obtuvieron las variedades Jaranda, Jariza y Jeromín, diferentes en porte de la
planta, dimensiones del fruto y sabor (dulce, agridulce y picante).
Una vez plantados los pimientos en el campo, hay que darles un
primer riego para que las raíces agarren bien en la tierra. Su crecimiento
depende del estado del terreno y del regadío controlado en los días siguientes
a la plantación. La climatología y el abono apropiado son igualmente
importantes para que las plantas se desenvuelvan con normalidad. A mediados del mes de junio los campos de
pimientos de La Vera se encontrarán en pleno desarrollo. Posteriormente las flores van
dando sus frutos y
finalmente los pimientos ya formados maduran, tomando el característico color
rojizo.
Recolección
Si todo transcurre de forma
favorable la cosecha
suele iniciarse a mediados de septiembre, pudiendo prolongarse hasta dos meses
máximo (habitualmente mes y medio). El proceso de recolección se sigue
realizando a mano, dado lo dificultoso de implantar un proceso mecánico
satisfactorio, por lo que se requiere mucha mano de obra. Los frutos se recogen
teniendo en cuenta que estén maduros, sanos y limpios de forma que se pueda
conseguir un secado con la mejor coloración posible.
Secado
A partir de
septiembre el paisaje de La Vera empieza a humear, son
los secaderos de pimientos. Los frutos una vez recolectados son transportados de
inmediato a los secaderos, allí se someten al proceso de deshidratación tradicional
propio de estas tierras, mediante el humo que desprende la leña. Así se
consigue que el preciado fruto quede seco y ahumado. La alternativa del
pimentón de Murcia, es el secado natural al sol.
Los
secaderos o Sequeros veratos se
ubican en las mismas explotaciones donde tiene lugar el cultivo. Están
divididos en dos plantas por un suelo de tablas. En la planta baja se encuentra
la cámara de combustión, ahí se sitúa la lumbrera con uno o dos hogares de leña
sobre una cama de tierra, para que no se rompa el cemento. En el piso superior
se depositan los pimientos que se van a secar. La cubierta suele ser a dos aguas y está
construida con tablas y troncos cubiertos por tejas, de tal forma que
permita la salida del humo.
El método de secado se realiza mediante la combustión lenta de la leña, siendo imprescindible avivar el fuego día y noche para conseguir que no se apague y se mantenga a una temperatura constante. Esta tarea se hace cada tres o cuatro horas, durante 12 o 13 días, tiempo que estarán los frutos en su punto de secado y que conferirán al pimentón de La Vera una estabilidad de color, sabor y aroma inconfundibles.
Los
pimientos enteros que se cargan en el emparrillado o “encintao” de madera
pueden mantener un espesor que puede oscilar entre 70 y 80 centímetros. Es
importante que estén bien maduros, así se necesita menos días para el secado,
menor gasto de leña y se obtiene mejor rendimiento. Este secado
artesanal, lento, suave y poco agresivo hace posible que los frutos al final
del proceso mantengan su contenido en carotenoides.
Cuando
alcanzan el nivel idóneo de secado, se procede a retirar los pimientos y
triturarlos. Los agricultores venden los pimientos secos, denominados cáscara
o rama, a las industrias molineras de la zona en las que se proceden a la
obtención del pimentón, pero para ello deben estar bien triturados, este trabajo es conocido como “machaquina”. Ahora esta
labor se suele hacer a máquina, antes se machacaban con los pies o con un
utensilio pesado de madera llamado pisón
(hay quienes siguen utilizando estos métodos rudimentarios en la
actualidad). Finalizada la labor, son introducidos
en “maquilones” (sacos) y vuelven a apretarse mediante un palo de encañar, esta
labor tiene como finalidad reducir el volumen de los pimientos para aumentar la
capacidad de los sacos.
Molienda
Antiguamente
la molienda se realizaba en los molinos hidráulicos de cereal, con la llegada
de la corriente eléctrica comenzó la modernización y el desarrollo de la industria
pimentonera. Podemos decir que los molinos tradicionales se han transformado en
fábricas de pimentón, en las que el producto se prepara para la venta.
Aunque las
variedades llegan a las fábricas seleccionadas por el Consejo Regulador, lo primero que se hace
es controlar el producto a través de una cinta transportadora, donde se separan
a mano las hojas y los frutos que se han estropeado. A continuación pasan por la
despezonadora una máquina que separa el rabo o pedúnculo. La primera fase de la
limpieza del producto se llama retoro, en ella interviene una máquina que por
aspiración separa el polvo y por gravedad la tierra. Luego en la desvinzadora
se tritura la cáscara del pimiento, separando las pepitas y las impurezas.
Previa
comprobación del grosor, se almacena en una gran pila para pasar a las
siguientes fases de molienda. El pimiento tiene su grasa natural y hay que
estrujarlo para su extracción, esta fase de molturación se realiza en molinos
de piedra de esmeril. Un operario es el encargado de regular la separación
entre las piedras dependiendo del grueso que quiera dar al producto resultante.
El pimiento triturado se reparte por las tolvas reguladoras de cada uno de los molinos colocados en batería.
El producto tendrá que pasar como mínimo cinco veces por las piedras hasta
conseguir el granulado deseado y el color característico. En la pila de
recogida se comprueba el resultado y se dictamina la calidad en función de su textura,
coloración y brillo. El proceso de molturación continuará con la aproximación
de las piedras hasta que el polvo del pimiento quede fino, prestando especial
atención a la temperatura, asegurando de esta forma que el producto quede uniforme
y aromático. Para comprobar si el pimentón va adquiriendo las cualidades
deseadas, se realizan continuos controles de muestras. El siguiente paso de la
molienda llamado transmisión se produce en unos molinos de piedra horizontales,
donde hay una fija y otra móvil. En el rozamiento el pimentón se calienta para
subir el color de su grasa natural. Otra máquina se encarga de la
esterilización y lo deja enfriar.
Envasado
Las partidas
de pimientos que llegan a las fábricas son de diferentes agricultores, siendo almacenado
para una homologación por cada 10 o 12 toneladas, siguiendo la reglamentación
del Consejo Regulador. El principal destino del pimentón de La Vera es la
industria del embutido y empresas afines, así que es frecuente el envasado en
sacos de 5 a 50 kilos de capacidad, aunque también en latas de menor tamaño para
uso casero.
El pimentón
se clasifica en tres variedades diferentes según su origen.
Pimentón dulce: elaborado principalmente con las variedades
de pimientos Bola y Jaranda. De sabor suave pero no dulce. Es ideal para
arroces, pescados y patatas.
Pimentón Ocal o agridulce: Se obtiene de las variedades Jariza
(primordialmente) y Jaranda. Éste se
tuesta a 24,5 grados centígrados, mientras que el dulce o picante se tuesta a
21º C. Esa diferencia de casi 4º hace que el aroma del Ocal-Agridulce sea
muchísimo más intenso. Es suavemente picante al paladar pero sin aderezo,
totalmente natural. Su uso es muy adecuado para embutidos, legumbres, salsas y
carnes de caza.
Pimentón picante: la referencia de esta clase se
muestra en la imagen.
La
importancia que alcanzó el pimentón en La Vera, hizo que surgieran hacía 1910
los primeros comerciantes-exportadores. Cuatro años más tarde se agruparon en una primera asociación, pero no será hasta 1989
cuando se reconoce la Protección con Denominación de Calidad “Pimentón de La
Vera” y se elige un Consejo Regulador provisional para redactar el reglamento. En Febrero de 1995 comienzan los
trámites para el reconocimiento de la Denominación de Origen.
El cultivo del
pimentón se encuentra extendido por muchos países del mundo. Hungría cuenta con gran tradición de cultivo, siendo conocido como paprika. En Latinoamérica, la palabra pimentón
corresponde al pimiento verde o morrón y el que se consume en polvo es llamado
ají. En Venezuela se le conoce como pimentón español. Otros países producen
pimientos para pimentón más baratos como Marruecos y Sudáfrica, pero no tienen
nada que ver con la extraordinaria calidad de las dos zonas pimentoneras más
importante de España, la Comarca de La Vera y Murcia cuyo pimentón también ostentan
la denominación de origen desde abril de 2001, y su reglamento fue publicado el 17 de diciembre de ese mismo año.
Este condimento
además de las cualidades referidas tiene una característica muy importante, es
un estupendo conservante, una razón por la que se usa en embutidos. Por otra
parte, posee muchas propiedades saludables, entre las que destacan sus
beneficios antioxidantes. También aporta vitaminas, hierro y su componente la
capsaicina estimula la circulación y facilita la digestión. Asimismo se ha
demostrado que contribuye a bajar el colesterol y los triglicéridos. Esta
afirmación es respaldada por los resultados de diferentes trabajos, en el que
han participado investigadores de las Universidades de Extremadura y Valencia y
el Centro de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de Extremadura,
especialistas en fisiología y nutrición.
En el mes de agosto se celebran las Fiestas
del Tabaco y del Pimiento. El tradicional concurso de estos dos productos
emblemáticos de la tierra cuenta con especial atractivo, acudiendo numerosos participantes. Entre las actividades se realiza el recuento de pimientos
que tienen las pimenteras (ramas de pimientos) y se determina al ganador en función del peso mayor. A los
tres primeros clasificados se le hacen entrega de unas distinciones.
Jaraíz de la Vera es conocido como la Capital Mundial del Pimentón, dicen que en esta
comarca se produce el de mayor calidad del mundo y cuenta con un museo dedicado
al preciado condimento, ubicado en el antiguo Palacio del Obispo Manzano y dividido en tres niveles. Jaraíz es también
sede del Consejo de Regulación de la Denominación de Origen.
Estos y otros atractivos podemos encontrar en
La Vera, un lugar ideal para perderse y conocer esta singular comarca con
pueblos como Villanueva, Jarandilla, Losar, Madrigal…
Cuacos de Yuste, Valverde…
A ello, hay que añadirle su gastronomía y por
supuesto el más representativo de sus ingredientes, el pimentón. Un condimento clave en muchas recetas de todo el país como el pulpo a la gallega, potajes, callos, migas extremeñas,
patatas a la riojana o “las revolconas”, también llamadas patatas “meneas” (puré con pimentón y que se acompaña de toreznos). Igualmente es
habitual verlo en un sinfín de platos, aportando un toque diferente.
No faltará en embutidos como chorizos, lomos,
morcones, longanizas, sobrasadas y tasajos, típico fiambre de esta tierra. Dejamos
unos apuntes sobre este condimento: por un lado, es conveniente protegerlo de la
luz y mantenerlo cerrado herméticamente para evitar pierda color, entre humedad
y disminuya el aroma. Por otro, tener precaución y si vamos a pasarlo por la sartén, evitar altas temperaturas porque le
dará un sabor amargo.
Antes de
terminar dimos a conocer la bibliografía empleada y otras fuentes consultadas. Expresando un especial agradeciendo al Museo del pimentón de Jaraíz de la Vera, por haber podido recopilar
parte de la información, así como la realización de fotografías, algunas empleadas
en la elaboración de este monográfico. Igualmente a los amables vecinos de La Vera
que nos aportaron un testimonio impagable.
El acto finalizó con el agradecimiento a todos los tertulianos por su presencia y participación, mostrando un continuo apoyo a estas tertulias gastronómicas.
En
la imagen superior con el escritor y gastrónomo Manuel Ruíz Torres, Pepi Relinque
del Grupo Gastronómico El Almirez y Mamen Varela del blog Las Cosas de la Mamma.
Que alegria de fotos, a mi me quedaron fatal por eso no las puse, ademas de que hasta hace pocos dias no me podia meter en el ordenador, lo que hacia era con el movil, muchas gracia por ese maravillos trabajo que realizas y que tanto aprendemos de ti y tus invitados, un abrazo prima
ResponderEliminarJa,ja,ja se hace lo que se puede, no te preocupes que te agradezco lo hayas compartido, para mí como si lo hubieses hecho tú. Gracias a tí por asistir y por tus cariñosas palabras. Besos.
EliminarUna lástima no haber podido ir en esta ocasión, pero con tu interesante y completísima exposición, es como si hubiese estado alli en primera fila.Gracias ¡Felices Fiestas!
ResponderEliminarTubales vuestras presencia además de grata siempre es interesate en estas tertulias, pero nos consta que no pudistéis asistir. Gracias por vuestras palabras que nos animan a continuar. Besos
ResponderEliminarHola María Luisa: por fin he podido leer completo tu artículo sobre el pimentón.
ResponderEliminarMe ha encantado y lo he compartido. Un abrazo,
Hola Charo, me alegra te haya gustado y muchas gracias por compartirlo. Otro fuerte abrazo para tí.
Eliminar