VOLVER A LA TIERRA
Este es el título de la
exposición que nos brindaron Olga Durán
Salguero y Fernando Macías González
que finalmente pudo acompañarnos en la tertulia gastronómica que tuvo lugar el
pasado día 20, en un salón de actos que se llenó de un público entusiasmado con
el proyecto de esta entrañable familia.
Ellos decidieron en un momento de
sus vidas dejar de seguir apostando por sus profesiones, Olga como Técnico Forestal
y en la Conservación del Medio Natural
y Fernando como Profesor y Técnico Informático
y en la última etapa Guionista de Televisión
para volver a sus raíces y llevar una vida comprometida con la propia
naturaleza y la salud del ser humano. Fue cuando dispusieron trasladarse a una
hermosa huerta de Vejer, según nos contaron llevaban en el equipaje menos
conocimientos de lo que pensaban, pero sí mucha ilusión y ganas, que les hizo
confiar en lograr un proyecto familiar sostenible.
Así llegaron a esta tierra que
comparten con sus dos lindos hijos, Pepe
y Juan, también acompañados de gallinas sureñas (raza autóctona que tenían
nuestros antepasados), pavos, patos, ovejas de raza merina, perros… que forman
parte de esa granja agroecológica y de ambiente hogareño.
En eso creen y desarrollan los
dos sus trabajos. Cada uno con sus tareas, esfuerzo, pero con la satisfacción de
estar donde quieren y les gusta. Le dan toda la importancia a la tierra, porque
afirman que precisamente del suelo parte y proviene todo. Los agricultores lo
consideran la base de la vida, pues es el propio suelo quien alimenta y
sustenta. “Un suelo rico dará alimentos ricos, un suelo pobre dará alimentos
dañados o contaminados”. Por ello tienen claro que hay que tratarlo bien para
que dé lo mejor de sí, nada de pesticidas y herbicidas porque lo que tú des te
lo va a devolver. Por eso es fundamental, tener un buen suelo, respetar a los
seres vivos que habitan en él, como lombrices, cochinitas, gusanos… dejar
abonar la tierra de forma natural proveniente de los animales y en el caso que
nos ocupa, tratar apropiadamente el terreno rico en arcilla, enriqueciendo el
suelo con prácticas agrícolas naturales. Depende de las tierras se adaptarán
mejor unos cultivos u otros.
Aludieron también a la
importancia de los insectos en el ambiente, tan necesarios para controlar de
manera natural plagas, además de polinizar las plantas. Igualmente, los pájaros
son una fuente auxiliar importante para evitar una serie de plagas.
Otra parte importante en la
huerta son las flores y las plantas. Antiguamente se pensaba que las huertas
tenían que estar muy limpias, es más, estaba mal visto que hubiese excesos de
hierbas, pues es justo al contrario. Precisamente, todas esas plantas son la
que dan cobijo a la fauna que necesita el campo. El exceso de plantas no es
sinónimo de suciedad, es de salud para el suelo. Además, son bio indicadoras, quiere decir que
depende las plantas que salgan, se sabe el estado en el que se encuentra el
terreno. Puso la comparación entre las personas, que depende el aspecto de su
cara, transmite el estado de salud que se tiene.
Apuntó Fernando que la tierra es generosa, porque si se cuida, da frutos
constantemente, por lo tanto, sus tareas incluyen el protegerla, cuidarla y
atenderla de la mejor manera.
Desde la mañana temprano se
organizan bien y empiezan sus faenas, entre plantas autóctonas de la zona y
siembras, de las cuales el 90 por ciento son simientes antiguas y recuperadas
de cultivos locales. Son productos cercanos, frescos, sostenibles y saludables,
donde hay muchos que se han protegido para que no desaparezcan, como es el caso
del “maíz colorao” o multicolores. Este último explicó Olga que es muy curioso
porque se siembra y cuando se va a recolectar no se sabe que colorido va a dar,
pudiendo haber variantes. Además, los granos sacados de las mazorcas forman
parte de la alimentación para las gallinas, aportando beneficios y color para
los animales y los huevos.
Además de la polinización natural
para que se siga la evolución natural, Olga
lleva décadas conservando semillas y animando a hacerlo desde que trabajaba
en los Parques Naturales de Grazalema. Cuando llegaron a la huerta para
dedicarse plenamente, hace ya diez años, tenían claro que era imprescindible
hacerse con semillas autóctonas. Manifestando proteger un banco de semillas,
porque es la manera de que en caso de sequía, desastre o desgracia natural… se pueda volver a recuperar lo más esencial
para el ser humano, que es la alimentación.
Ese banco se ha ido nutriendo con
la participación de muchas personas, especialmente mayores que han ido
entregándoles semillas para la conservación. Conseguirlo ha costado mucho
esfuerzo, porque se han encontrado con personas que pensaban que era un error
compartir y mejor guardar, algo perjudicial porque no hay que olvidar que las
semillas son para el sustento del ser humano. Eso ocurrió con el garbanzo
negro, el “maíz colorao”, casi estaban desaparecidos ambos por una gran sequía y
nadie encontraba la simiente, por casualidad encontraron a un hombre que tenía
unas poquitas y con tan solo dos granos, conservados como oro en paño, pudieron
recuperarlos.
Todos esos cuidados de la tierra
son la base para obtener un gran resultado en la recolección de cultivos. En su
maravillosa huerta se obtienen tomates diversos con colores diferentes, pero
también con olores y sabores diferentes. Variedades de acelgas, remolachas,
pimientos cornicabras, de padrón o de piquillo. La cantidad de frutos de
distintos colores es fuente de salud, citó la de veces que escuchamos la
recomendación de comer ensaladas donde haya colorido, pues eso existe en la
propia naturaleza y es biodiversidad.
Encuentran contradictorio que,
si eso es bueno, el sistema no proteja estos cultivos, al contrario, se nos
redirige para que encontremos los tres o cuatro tipos que les interesan con un
canal de distribución y venta para centralizar las compras, y que se venda lo
que a ellos les interesa comercialmente. De esta forma no encontramos variedad,
colorido y lo que más preocupa, que haya menos calidad para el consumidor,
porque también perdemos olores y sabores en los alimentos, simplemente para que
sean rentables.
Igualmente se sabe que afecta a
la salud de las personas y a la del planeta. Existe un informe elaborado en
marzo de 2017 para la ONU por Hilal
Elver y Baskut Tuncak, en el que
se afirma que los plaguicidas provocan 200.000 muertes al año. El 70% de las
especies de cultivos, que alimentan al ser humano, dependen de los
polinizadores, que mueren como consecuencia del uso de plaguicidas. Igualmente,
esto va en detrimento de la biodiversidad y origina un desequilibrio en los
ecosistemas.
Fernando quiso aclarar que por lo contado sabían mucho, no. Ellos
se dieron cuenta que no sabían nada y con cada error aprendían. Cuáles serían
las claves hasta llegar a hoy en día, sin duda fue querer asentarse en el
campo, pero también todos los revés sufridos por la naturaleza y el
desconocimiento, en especial cuando se quiere vivir del campo.
Aseguran que ellos lo tuvieron
más complicado porque se trasladaron de la ciudad al campo y no contaban con
que los mayores les podían asesorar. Pero apareció en sus vidas su vecino Paco, una persona que para la familia
es clave, un libro de sabiduría en estado puro, que ha representado para ellos
un antes y un después, no solo en los conocimientos del campo, también a nivel
humano por los valores que transmite. Les gustaría hacerle un homenaje porque
se sienten sumamente agradecidos y consideran impagable el ejemplo de enseñanza
para sus hijos.
Paco ya forma parte de la familia
que han construido en el lugar que eligieron para vivir con esa filosofía de
vida y de donde desean salir por poco tiempo, porque cuando lo hacen es como si
les faltara el aire y siempre sienten premura por VOLVER A LA TIERRA.
Para concluir expresarles a Olga y Fernando en nombre del Ateneo Literario, Artístico y Científico de Cádiz y en el mío propio nuestro profundo agradecimiento por trasladarse a Cádiz y traernos el campo en toda su esencia a esta institución. Igualmente darles las gracias a los asistentes, a nuestras compañeras del Ateneo y de gastronomía por acompañarnos y participar con sus preguntas.
¡Nos vemos en la próxima!
María Luisa Ucero Manzano
Coordinadora Tertulias Gastronómicas
Ateneo de Cádiz
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