miércoles, 3 de enero de 2018

PRADO DEL REY Y SU SOBERANA GASTRONOMÍA

Rodeado de colinas, arroyos y verdores se eleva uno de los hermosos “Pueblos Blancos”: Prado del Rey. Blanco por sus casas encaladas, que resplandecen hasta tener que apartar la vista, cuando sobre el cielo azul brilla el sol en nuestra tierra; pero también blanco porque sus gentes son de verdad sin medias tintas, y se nos antoja blanco por sus quesos y calostros.
Precisamente a su gastronomía nos vamos a referir. Una de esas visitas que realizamos con amigos por los bellos pueblos de la provincia, en esta ocasión organizada por Cuartó y Mitá, a las que hay que agradecer su constancia para unirnos en torno a tradiciones culinarias.
Este estilo es el que muestra Bodegas Rivero, que desde 1864 elabora de forma artesana vino blanco de Pajarete, llamado en la zona “mosto”. Es la bodega más antigua de la Sierra de Cádiz y no se ha interrumpido la producción gracias a continuar con la labor generación tras generación. Fue en el siglo XVII cuando los vinos procedentes de los viñedos Torre Pajarete, lograron gran difusión y prestigio, generalmente eran vinos dulces generosos. La filoxera sufrida en el siglo XIX perjudicó considerablemente a los viñedos, dejándose de elaborar distintas clases de vinos. En 1982, Salvador Rivero, biólogo y enólogo, se hace cargo de la  pequeña bodega familiar, consiguiendo ampliar la gama de vinos y volviendo a elaborar tintos como antes de la lamentable epidemia. Bodegas Rivero se encuentra en la Ctra. De Arcos, km. 1 - Prado del Rey (Cádiz). Las nuevas tecnologías con las que cuentan hoy en día, contrastan con el mobiliario antiguo existente en la bodega primitiva, que estuvo situada en el centro de la población. Un regalo para los recuerdos y los sentidos.  
Del vino al queso, otra de las grandes herencias en nuestra provincia, Así lo ha entendido el gerente de Quesos El Pradense, José Manuel Macías Corchado, que no lleva mucho tiempo en el sector, pero ha sabido arroparse por el reconocido maestro quesero, Juan Pino que lleva más de treinta años trabajando para distintas marcas. Emplean leche de vaca, cabra y oveja, bien para uso en solitario o para mezclas. Las presentaciones son diversas, frescos, semi-curados o curados emborrados, con manteca ibérica, al romero, con salvado de trigo, al pimentón e incluso unas tarrinas con daditos de queso en aceite y aderezado con ajo y perejil. Después de las explicaciones precisas y oportunas en la fábrica no hay mejor forma de descubrir la gastronomía que con la práctica. 
Así que nos trasladamos a otro encantador lugar de Prado del Rey, El Cortijo Huerta Dorotea. Un hotel rural situado en un bello entorno, donde se puede elegir entre hospedarse en una de sus habitaciones o en una de sus cabañas de madera en plena naturaleza; también se puede disfrutar en su restaurante de la gastronomía local.
En este amplio complejo ideal para el descanso y disfrute de la naturaleza, nos recibió su Consejero Delegado, Antonio Fernández Barrera, que nos mostró todas las instalaciones y que además, tuvo la gentileza de ceder uno de sus salones para realizar la cata de quesos El Pradense y vinos de la Bodega Rivero, la dirección de la cata estuvo a cargo de Antonio Orozco, profesor de la Escuela de Hostelería de Arcos de la Frontera y autor del libro sobre los quesos de la Sierra de Cádiz, publicado por la Diputación gaditana.  El punto casero lo puso Antonio Fernández, que no quiso nos marcháramos sin probar uno de los platos típicos de Prado del Rey y que se sirven en el lugar: “La Sopa de Tomate”.  A todos nuestro agradecimiento por el trato y atenciones recibidas. 
Con la abundante muestra de productos que nos ofrecieron para degustar estábamos más que satisfechos, pero aún quedaba la “Berza de tagarninas con  pringá” que había preparado Carmen la diestra cocinera del Mesón Rural Iptuci, ubicado en la calle Teniente Peñalver, 31. El nombre del establecimiento le viene dado por la denominación de la ciudad romana, que aparece en los primeros documentos existentes. Algunos pudieron con todo, incluso con postres. 
La jornada para unos terminó aquí, después de un buen día de charla, risas, explicaciones, vinos, comidas… Otros decidieron optar por acercarse a la Venta Mesa Jardín donde les esperaba una merienda típica de estas fechas: chocolate caliente y buñuelos fritos.

Después de leer la crónica de nuestra amiga Charo Barrios, comeencasa.bunuelos-por-navidad/ y ver el vídeo de nuestras queridas chicas de Cuarto y mitá cuartoymita./videos/tenemos el firme propósito de ir un día a degustarlos. 


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