Nuestras
compras preferidas cuando visitamos una provincia son aquellos productos de
gastronomía que destacan en la zona. Al cabo del tiempo, preparamos alguna
receta a nuestro aire y solemos degustarla recordando el viaje. Este es el caso
del plato que ofrecemos hoy, "Borrajas Norte y Sur", lo hemos llamado así porque las compramos en Navarra y las hemos cocinado aquí en casa y a nuestra manera. Teníamos un buen tarro de borrajas
limpias, cortadas y listas para cocinar. Os digo la marca por si veis en algún sitio
estas conservas artesanas, se llaman “Rosara” y a nosotros nos gusta
bastante. Quizás, la borraja no sea muy conocida en algunos lugares de España, pero sí en el norte del país, donde en
invierno es una verdura recurrente. Navarra, La Rioja y Aragón tienen zonas dedicadas a su cultivo.
Comprar productos frescos y trasladarlos hasta el destino de
cada uno entraña cierta dificultad porque se estropean pronto, pero la industria
agroalimentaria nos proporciona la posibilidad de adquirirlas en conservas o
ultracongeladas. Además, hoy en día es posible encontrar buenos artículos en
grandes superficies y tiendas especializadas.
Los ingredientes que lleva para dos
personas son:
400
gramos de borrajas (limpias y escurridas)
Una
loncha gordita de jamón cocido
½
pechuga de pollo
Queso
3
dientes de ajo
50
gr. de harina
Leche
Aceite
de oliva virgen extra
Sal
Nuez
moscada
Vamos a prepararlas:
Hemos
dicho que estas borrajas están listas para su consumo, si fuesen frescas
tendríamos que comenzar limpiándolas.
Empezamos
cortando a daditos el jamón cocido y la pechuga de pollo. En una sartén pequeña
con un poco de aceite salteamos los taquitos de pechuga hasta que estén bien dorados y reservamos. En
otra sartén grande con un chorreón de aceite, echamos los ajos pelados y
laminados, los doramos con cuidado que no se quemen.
Le agregamos los daditos de jamón cocido, rehogamos un poco e incorporamos los taquitos de pollo y las borrajas, le damos el punto de sal y salteamos ligeramente el conjunto.
Una
vez listo, vertemos en una fuente de horno o bien repartimos en recipientes
individuales.
Preparamos
una bechamel, con un poco de aceite, harina, leche, sal y una pizca de nuez
moscada. Nos debe quedar en un punto medio de espesor, ni demasiado líquida ni
muy espesa.
Cubrimos
las borrajas con la salsa y le rallamos un poco de queso.
Precalentamos
el horno e introducimos los recipientes, dejándolo hasta que se dore la
superficie. Los sacamos y los ponemos sobre un plato, teniendo en cuenta de no
quemarnos con las fuentes.
Más sobre la borraja:
Esta
verdura puede crecer silvestre en lugares de tierras fértiles y húmedas. Está extendida
por Europa mediterránea, además se cultiva con facilidad. Se reconoce a simple
vista por los pelillos que recubren a
toda la planta, precisamente su nombre deriva del latín, “borra” que significa
pelo. En Francia e Italia la borraja es muy valorada y suelen presentarse como
protagonista de apreciados platos, debido a su sabor fino y delicado. Su valor
energético es muy bajo debido a que el agua es su mayor componente. De su
composición vitamínica es apreciable su aporte en vitamina C y de provitamina
A, siendo reconocida por su acción antioxidante. Además, ayuda a evitar el
estreñimiento y la retención de líquidos. De fácil digestión son adecuadas para
los niños y personas con estómagos delicados.
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