viernes, 30 de mayo de 2025

PETRI BENITEZ, JEFA DE COCINA DE LA VENTA MELCHOR Y LOS SECRETOS DE LA TRADICIÓN EN LA PRÓXIMA TERTULIA GASTRONÓMICA DEL ATENEO DE CÁDIZ.

Queridos ateneístas y amigos:

El martes día 10 de junio del actual a las 18:45 horas, tendrá lugar en la sede del Ateneo Literario, Artístico y Científico de Cádiz, calle Ancha, nº 20, 1ª planta, la tertulia que cierra el curso para disfrutar de las vacaciones de verano.  

Así que hemos pensado en una actividad que remate de forma excepcional este año académico, en el que hemos mantenido una importante actividad. Y lo haremos con una tertulia que lleva por título Los Secretos de la Tradición, que estará a cargo de la Jefa de Cocina de la Venta Melchor, Petri Benítez.

Será un honor recibir a una extraordinaria profesional, con una trayectoria extensa e impecable. Una mujer que lucha día a día por estar entre los mejores cocineros de la provincia de Cádiz, y lo hace con el trabajo diario, con sus firmes ideas, sus conceptos personales y siendo fiel a la cocina en la que cree.  

Cuando se visita la Venta Melchor para comer, se suele ver a Petri unos instantes, exquisitamente uniformada y saludando con una amplia y bonita sonrisa, pero apenas podemos hablar porque el trabajo es lo primero y el de ella es constante y laborioso, pues está capitaneando al equipo de cocina, intentando en todo momento que la experiencia del comensal sea perfecta. Sin embargo, este día se nos ofrece la oportunidad única de conocerla en profundidad. Su amplio bagaje, su gran experiencia en los fogones, sus vivencias… nos llenarán de conocimientos y anécdotas en una tarde que promete ser amena y atractiva.   

Podremos conocerla de cerca, saber cómo se mueve entre cazuelas, ollas, sartenes, hornos… como maneja los productos de la tierra que tanto le gustan, cuáles son sus guisos, los pescados preferidos de nuestro litoral.

Toma buena nota de ese día en tu agenda porque será una experiencia inolvidable. Esas tardes que se quedan siempre en nuestros recuerdos.   

Os esperamos. 

Afectuosos saludos,

María Luisa Ucero Manzano

Coordinadora Tertulias Gastronómicas

Ateneo de Cádiz 

 


viernes, 16 de mayo de 2025

RESUMEN TERTULIA GASTRONÓMICA ATENEO DE CÁDIZ - EL MEJOR PLATO PARA RECORDAR Y DEGUSTAR ES…

Cuando empezamos a coordinar las Tertulias Gastronómicas del Ateneo Literario, Artístico y Científico de Cádiz en febrero de 2010, pusimos en práctica la fórmula tradicional de las tertulias: elección de un tema, la opinión de un grupo de personas con la coordinación de la moderadora, en este caso. Con el tiempo fuimos dando entrada a otras opciones con el objeto de dar mayor relevancia a estos actos, pasando por nuestra sede invitados que han ofrecido significativas exposiciones, conferencias, charlas… dándoles brillantez a la gastronomía gaditana.

Por este marco han pasado historiadores, investigadores, escritores, enólogos, cocineros, profesionales de los Mercados Municipales de Cádiz… entrañables personas que han dejado su impronta culinaria en estas actividades culturales. Igualmente hemos ofrecido distintos monográficos dedicados a productos muy especiales en la cocina.

Y después de un largo periodo de tiempo hemos querido retomar ese tipo de tertulias para que de nuevo sea protagonista el público, brindando la oportunidad de que expongan sus opiniones sobre el tema elegido. En este caso hablar sobre el mejor plato que tuviesen en sus recuerdos. La introducción a la tertulia se acompañó con unas imágenes de platos tradicionales para facilitar y animar a los asistentes a participar. 

Fotografía de Hans-Josef Artz, compañero del Ateneo. Chicharos con Alcauciles. 

Al abrir el turno de intervenciones, la respuesta fue inmediata, comenzando nuestra amiga de El Grupo Gastronómico El Almirez, Merche Tejuca, que nos contó que sus grandes recuerdos en la cocina están junto a su madre y los platos tradicionales de elaboración prolongada. Resaltó los resultados exquisitos que conseguía su progenitora en platos como los Riñones al Jerez, el Rabo de Toro, entre otros. Recetas que, aunque ella continúe cocinando, siguiendo los mismos pasos, sea difícil darles el mismo punto. En eso hay un acuerdo unánime, pues cada persona tiene su forma de cocinar y es difícil encontrar los mismos matices en una receta, aun saliendo igualmente muy bueno.

Por parte del G.G. El Almirez, también estuvieron presentes en esta ocasión Lola Rueda y María Teresa Domínguez.  

A continuación, intervino María Teresa García-Negrotto, quien igualmente aludió a la cocina materna, una mujer con muy buenas dotes culinaria. Refirió el recuerdo de cuando era muy joven y fue junto a su familia al restaurante El Faro y se sorprendió al ver y probar las Albóndigas de pescado que eran como las de su casa. Con el tiempo pensaron que la coincidencia pudiera estar en el origen jerezano familiar, el mismo que el propietario del establecimiento, Gonzalo Córdoba. Lo cierto es que esta receta la continúan elaborando en casa, siguiendo aquellas mismas pautas. 

El relevo lo hizo Paco Ruíz, un entusiasta también de la gastronomía gaditana que no se detiene a la hora de cocinar y de disfrutar degustando los extraordinarios platos que todos podemos encontrar en la provincia gaditana. Él nos contó que su plato especial son las Croquetas de Pescadilla que hacían en su casa. En las familias es posible que las croquetas de las abuelas, de las madres… se tengan presentes, pero en la mayoría de los casos son las que se preparaban con los avíos del puchero y en este ocasión, el ingrediente principal resulta menos habitual, por lo tanto, unas particulares croquetas que él siempre tiene presente.

También hizo referencia a recetas aprendidas a través del tiempo y a descubrimientos importantes en la alimentación por su calidad. Puso el ejemplo del Atún de Almadraba en temporada y concretamente habló de una de las partes más apreciadas, el Morrillo de Atún, facilitando una receta muy sencilla que elabora al horno. Simplemente con sal, aceite de oliva virgen extra y lo acompaña con pimientos rojos asados al horno. Aseguró que para él es uno de los bocados más exquisitos y que no necesita nada más, pues la calidad, la textura, el sabor… es una aportación del propio Atún Rojo Salvaje capturado en la Almadraba. 

Posteriormente intervino una habitual tertuliana y amiga, Teresa Sánchez, Bibliotecaria del Ateneo.  Ella nos habló de la Sopa Fresca familiar, una receta hecha en barreño o dornillo, en la que se machaca con un poco de sal, ajo, pimiento hasta dejarlos con una consistencia lo más fina posible, luego se agrega y machaca el tomate, al que se le añade el pan remojado y aceite de oliva, luego se remueve con delicadeza hasta que quede todos los ingredientes bien integrados. Al final se le añade un buen chorreón de aceite de oliva virgen extra para coronar esta rica sopa. Este plato recuerda al Arranque roteño y es similar al Ajo de Jerez y al de Trebujena o los distintos Gazpachos fríos y calientes que hay en la provincia y que adquieren diferentes nombres y ligeras variantes, depende del lugar donde se elaboren.  

Estaba presente Carmen Casas, profesora de cocina de IES Torre del Tajo, apuntando que esta fórmula también es muy parecida a la del Ajo de Benalup

Tras la intervención anterior, participó Carolina Camacho, Vicepresidenta 2ª del Ateneo, que nos contó que sus raíces familiares son murcianas y ello le ha llevado a tener una predilección por los productos de la huerta, y muy particularmente por las alcachofas o alcauciles. Mencionó un caldo que no falta en su casa hecho con muchas verduras, estando presentes especialmente las de temporadas. Puede elaborarse con apios, puerros, zanahorias, nabos, judías verdes, alcachofas… Lo bueno de este caldo es su aprovechamiento total pues podemos obtener tres platos diferentes. Por un lado, el caldo, un importante diurético que está muy rico y es muy ligero, ideal para las cenas. Por otra parte, con las verduras, excepto las alcachofas, se hace una rica crema. Y, por último, las alcachofas o alcauciles que hemos apartado, se les fríen unos ajos y se les vierte por encima, luego se acompañan con unas lonchas de jamón. 

También compartió con los presentes un bocadillo muy diferente a los habituales y que en su casa se come sobre todo en verano. En primer lugar, es conveniente disponer de un buen pan, se unta bien de tomates fritos hechos en casa y luego distribuimos pimientos fritos en el pan. Listo para comer. Desde el público llegó una sugerencia, el acompañamiento con un huevo. Importante, el bocadillo suele servirse frío con lo cual, cuando se hacen tomates y pimientos fritos, se guarda una parte para preparar esta deliciosa merienda veraniega.  

Después de su participación, el turno fue de una asidua asistente a las tertulias organizadas por el Ateneo, su nombre María Luisa y aunque es madrileña de nacimiento, lleva en nuestra ciudad más de 55 años. Nos contó que en su casa el Cocido madrileño es el plato más demandado por su familia. Nunca ha dejado de hacerlo desde que aprendió de joven a cocinarlo y cuando lo prepara es para sus hijos una verdadera fiesta gastronómica.

Compartió un curioso detalle a la hora de utilizar un ingrediente en los guisos de rabo de toro, ragout, cordero y carnes en general, es el empleo de vinagre habitual en su tierra, en lugar de vino costumbre de la cocina gaditana. Recuerda a su abuela y a su madre como muy buenas cocineras, ellas regentaron una taberna típica de la capital española y de ellas aprendió que al rehogar la carne se le añadía el vinagre. Nos invitó a probar esta aportación en alguna receta. Por supuesto, lo haremos.  

El turno le llegó a otra buena amiga Lola López de la Orden, administradora del Blog La Fritada. Nos confesó lo difícil que es elegir un solo plato, pues en los recuerdos con su madre en la cocina, se mezclan numeroso sentimientos y emociones y con ello abundantes platos de su niñez. Muchas recetas que llegaban de Sanlúcar la Mayor (Sevilla), la tierra de su madre y otras de Puerto Real donde ella nació y vivieron durante años. Manifestó que, aunque ella prefiere cocinar más platos salados que dulces, estos la llevan a esa época donde en su casa elaboraban dulces de temporada y que han quedado fijados en su memoria. Suele ser una constante común que les ocurre a las personas que sentimos predilección por la cocina y hemos tenido la oportunidad de compartir mañanas o tardes con nuestra familia en la cocina de nuestros hogares.  

En su caso, Lola recuerda los Gañotes que su madre preparaba y que había aprendido en el bonito rincón aljarafeño. Aquella masa fina que una vez frita se desdoblan en capas envueltas en azúcar y canela o enmeladas y que no tienen nada que ver con los gañotes de La Sierra de Cádiz. También hizo referencia a las tiritas de masa que le encantaba cortar para preparar los Piñonates y a los deliciosos Roscos de Nata que se elaboraban con la nata que se conseguía después de hervir la leche que llevaba en la gran lechera de aluminio el lechero por todas las casas del vecindario y de la cual también se obtenía una riquísima mantequilla. Dulces de una época inolvidable.

Lola, nos comentó una curiosidad y es que en los apuntes que hacía de aquellas recetas las medidas las anotaba en cascarones de huevos. No se solía emplear en aquellos tiempos muchos medidores, ni pesos, en cambio se empleaban tantos cascarones de aceite, de azúcar, de leche… 

Una vez concluida su intervención, pudimos contar con la participación de otra querida amiga, Pepi Relinque del Blog Cuarto y Mitá. Al igual que los anteriores intervinientes, se trasladó a los platos familiares y en este caso a los del marinero pueblo de Barbate. Nacida en una familia numerosa sus recuerdos pasan por las grandes ollas “colorá” que aún perduran en sus casas. En el hogar familiar no faltaba el Puchero, de donde se sacaba comida para todos, las verduras trituradas para los pequeños, dos ollas de caldo, en una para hacer sopa de arroz y en la otra fideos para los mayores.  De segundo plato se servía la pringá, y con las patatas del puchero también se preparaba una completa ensaladilla, añadiendo que cuando se juntan muchos de ellos, aún se sigue haciendo.

Como es natural en un pueblo pesquero como Barbate, en la cocina siempre ha estado presente los guisos marineros. Nos comentó Pepi, que antes era habitual que llegaran los hombres a sus casas con cubos llenos de pescados, también mujeres que trabajaban en fábricas de conservas o bien con el pescado, y las vecinas cercanas regalaban boquerones, caballas, sardinas u otros tipos de pescados de la faena del día. Así que además de los guisos con papas con fideos, etc., siempre tenían pescado frito y para variar también se preparaban cocidos, asados, aliñados…

Entre todos los pescados que hay en el litoral, se sitúa como indiscutible rey de la cocina barbateña el Atún. Sus preparaciones pueden ser diferentes: cocido, aliñado, al horno, a la plancha, encebollado, en tomate… Eso sí, insistió que hay que saber diferenciar y ese rico atún que se consume allí y recomienda para todos es el Thunnus thynnus, el llamado por todos Atún rojo salvaje de almadraba. Esta es la fórmula para nunca equivocarnos, es como nombrar el producto por su nombre y sus apellidos, sabiendo que este es el que tiene mayor calidad. Puso como comparación al aceite de oliva virgen extra, otro de los productos que, para no caer en errores, se debe nombrar de esa forma. Es importante tenerlo en cuenta en restaurantes y pescaderías cuando vayamos a pedirlo o a comprarlo. 

Nuestra amiga Pepi cuenta con la experiencia de vivir entre las almadrabas desde pequeña y precisamente ahora estamos en plena temporada. Esta es la época migratoria que los atunes viajan desde los países nórdicos por el Atlántico buscando las aguas calientes del Mediterráneo para desovar. Al pasar por el Litoral Gaditano están preparadas las cuatro Almadrabas que ahora existen: Barbate, Conil, Zahara y Tarifa. Explicó a los asistentes que la Almadraba está compuesta por los siguientes compartimentos: boca, buche, bordonal y copo. Los grandes peces entran y cuando están en esta última parte es cuando se produce la captura y la levantá. El resto de los ejemplares que no entran en las almadrabas, siguen hacia el Mediterráneo, desovan y luego regresan ya con mucho menos peso. Cruzan el Estrecho en esta ocasión rumbo a los Países Nórdicos, allí pasaran de nuevo todo el invierno, engordan y volverán el próximo año.

La Comunidad Europea es la encargada de fijar la cuota de captura, cuando las empresas pesqueras llegan a la cifra establecida, ya no continúan, además es un proceso bajo vigilancia y control. También existe un acuerdo con Japón para las cantidades a exportar, el resto se distribuye en nuestro país, es decir, que nosotros tenemos acceso al Atún de Almadraba, aunque a veces se crea lo contrario. Curiosamente los japoneses se deshacen de las cabezas y las colas, que aquí tiene un aprovechamiento total, el motivo es para no ocupar mucho espacio en los barcos y así se pueden llevar mayor cantidad. Una vez que se completan sus barcos autorizados, se trasladan inmediatamente a su país. Las dos empresas propietarias son Gadira y Petaca Chico, entre los dos se reparten las cuatro almadrabas (el primero tres: Conil, Tarifa y Zahara y el segundo monta la de Barbate) ellos son los que distribuyen el atún para Cádiz y otras partes de España.

A la pregunta donde se puede encontrar atún rojo salvaje de almadraba en Barbate, la respuesta es firme, por supuesto en el Mercado de Abastos, además de las tiendas de la empresa que tienen en el Polígono El Olivar y en la Avenida de Andalucía. En Conil también existen tiendas de ambas empresas para la venta del Atún fresco de temporada. La época es entre los meses de abril a junio. Como vemos es una temporada corta y, ¿qué pasa posteriormente, se puede o no se puede comer atún de calidad? Pues sí, las empresas una vez que se hace el ronqueo, las piezas son cortadas y ultracongeladas a - 60 grados, con lo cual se conserva perfectamente como si lo comiésemos fresco. Estos túneles de frío solo lo tienen estas empresas y no es igual que la congelación casera, donde el producto hay que consumirlo en breve espacio de tiempo con el objeto de que no se estropee.

Les explicó a los asistentes como es el ronqueo del Atún rojo salvaje de almadraba, que tiene hasta 27 cortes diferentes y cada parte cuenta con un sabor distinto. Para que se entienda bien dividiríamos al atún por la mitad, arriba tenemos la parte negra y abajo la parte blanca que es la que tiene mayor infiltración de grasa. Esta parte es la más jugosa y se compra en función de los gustos de cada uno y de cómo lo queramos cocinar. La cabeza también tiene una cantidad importante de grasa y por lo tanto muy jugosa, ahí es donde están los apreciados morrillos, mormos, contramormos, facera, galete y paladar. En la parte superior, denominada como negra, tiene dos capas por la forma redondeada del gran pez. El peso de captura ahora está entre 180 y 230 kilos y recuerda en su niñez como se llegó a capturar un atún de 800 kilos, fue un caso espectacular y hay fotografías que atestiguan aquella levantá.

Las partes más cotizadas son la barriga, ventresca e hijada, de la parte baja o blanca y a continuación está el tarantelo que los japoneses lo llaman Toro y que alguna vez veremos en la carta de algunos restaurantes. La mojama se prepara con la parte superior que es más seca.

Guiso de Atún metido en fritada de tomate y pimientos rojos y verdes asados. 

Otra pregunta realizada por el público fue qué parte es la mejor para comprar. Pepi contestó que no se puede generalizar, eso depende si queremos, por ejemplo, un filete para la plancha con menos grasa sería el solomillo y a quien le guste con más infiltración de grasa, podría ser del tarantelo. El morrillo, mormo o contramormo tiene una cantidad de grasa más ligera. Otra parte más grasa es la ventresca, pero que tiene muchos adeptos y que resulta a la plancha bien hecha un bocado único. Lo bueno es que hay muchas partes para elegir dependiendo el gusto de cada comensal. En el caso de un guiso con garbanzos u otra legumbre sería ideal la facera y el galete, que nos aporta un poquito de grasa. Y así pudiéramos ir por cada parte del atún. 

Sobre los precios elevados del atún, puso un estupendo ejemplo, dijo que es como el jamón ibérico, cada persona sabe cuál es el bueno, pero comprará en función de lo que quiera gastar. Quizás es mejor comprar menos cantidad y que sea muy rico, depende también de como se quiera comer.

Una tertuliana quiso saber dónde se puede comer buen atún en Barbate. Sin dudarlo comentó que el Restaurante El Campero es el templo del Atún en España, de hecho los grandes cocineros del país vienen a degustar sus platos. Ante el tema del preció contestó, que es acorde con lo que se come, teniendo en cuenta que es un producto cotizado, pero que también se puede tapear en la barra o mesas altas en lugar de sentarse en el comedor. Imprescindible siempre para este y cualquier restaurante es ver la carta antes y luego decidir.

Otros restaurantes en Barbate para comer atún son: Yoko, Variopinto, La Taberna de Abelardo, la Peña del Atún, entre otros. Se puede encontrar atún en más lugares, pero insiste en que debemos mirar las indicaciones de las cartas de cada lugar, pues lo importante es que ya hemos aprendido como se denomina el excelente atún. 

Nos quedamos sin tiempo para seguir aprendiendo. La verdad que fue una tarde de tertulia muy interesante que se hizo breve y que el público quería prolongar, por lo que quedamos emplazados para otra ocasión que seguiremos hablando de ATÚN que tanto interés suscita. También de otros platos como el potaje de castañas, una receta muy antigua, que se quedó en el aire hasta una nueva oportunidad.

Por nuestra parte darles las gracias a todos los asistentes y en particular a cada participante por hacer posible una tertulia entrañable y muy interesante en la que aprendimos un poco más de todos.

Igualmente, a Valeria Roccella, Community Manager, RRPP, Encargada de la Administración y Servicios del Ateneo gaditano, por su atención, sus fotografías y gestión de los equipos de imagen y sonido.  

Hasta la próxima. 


miércoles, 23 de abril de 2025

TERTULIA GASTRONÓMICA ABRIL EN EL ATENEO DE CÁDIZ - EL MEJOR PLATO PARA RECORDAR Y DEGUSTAR ES…

Queridos ateneístas y amigos:

El próximo lunes día 5 de mayo a las 18:45 horas, tendremos una nueva tertulia gastronómica en la sede del Ateneo Literario, Artístico y Científico de Cádiz, calle Ancha, nº 20, 1ª planta. En esta ocasión rescatamos el estilo tradicional de las tertulias, una reunión para conversar o recrearnos y donde los protagonistas serán los asistentes. Esta fórmula, cada cierto tiempo, es interesante para expresarnos sobre un tema elegido. En esta ocasión será sobre el plato que por un motivo u otro se haya quedado como algo especial, inolvidable y elaborado en vuestro hogar.  

Puede ser una receta que la tengáis presente o que esté en vuestra memoria desde la infancia. Es posible que tenga un significado especial porque la preparaba la abuela, la elaborabais junto a vuestra madre o porque se ha convertido es una receta de familia. Tal vez sea un sabor imborrable, la propia forma de cocinarse, las especias empleadas, los aromas… Quizás lo que atraiga es el producto o los ingredientes empleados y que cocinados logren un resultado particular. Es probable que la elección sea parte de la cocina gaditana, pero también nos interesa si su origen es diferente. Todos conocemos a alguna familia que por un motivo u otro se han trasladado de lugar y con ella han viajado los recuerdos y las recetas. Cualquier situación es válida, pues será un plato significativo y que ya forma parte de nuestra vida.   

Hemos elegido este sencillo tema para que podáis participar todos, lo único que deberemos seguir un turno de palabra y orden para disfrutar de las distintas intervenciones.  

No olvidéis anotar esta cita en vuestra agenda, compartiremos una tarde amena y llena de recuerdos.  

¡Os esperamos!

Afectuosos saludos. 

 

                                                                   María Luisa Ucero Manzano

                                                      Coordinadora Tertulias Gastronómicas

                                                                     Ateneo de Cádiz             

                    


martes, 18 de marzo de 2025

Tradiciones y Evolución de las Comidas de Carnaval por Manuel Ruiz Torres. Tertulia Gastronómicas del Ateneo de Cádiz.

En la última tertulia gastronómica celebrada en el Ateneo de Cádiz tuvimos el placer de recibir a Manuel Ruiz Torres, un gran investigador, conocedor y escritor de la gastronomía gaditana, además de una buena persona y amigo. Dijimos que leer los libros de Manuel es enriquecedor, y así es, desde que leímos por primera vez La Cocina Histórica Gaditana de Ediciones Mayi, pasó a ser un libro de cabecera porque cada vez que se lee o consultas algo, se aprende. Igual se disfruta de sus más de mil doscientos artículos publicado en su blog Blog Cádiz Gusta, donde encontraremos también interesantes intervenciones, experiencias y otros contenidos.

Manuel Ruíz comenzó agradeciendo la presentación y mostró su contento de volver a esta institución gaditana para hablar de gastronomía con la tertulia, Tradiciones y Evolución de las Comidas de Carnaval. Sin duda, fue una conferencia muy oportuna en las fechas que se aproximaban. Hemos querido transcribir lo más fiel posible la charla ofrecida porque nos parece de máximo interés para leer o consultar datos.  

Empezó aclarando que había elegido hablar de parte del carnaval. El tema es muy extenso y prefería no hablar de ciertas áreas, para que no se quedasen incompletas. Optó dejar al margen los dulces, el carnaval acotado, es decir aquel que se da en lugares cerrados, por lo tanto, de la cocina y de las comidas de los bailes de carnaval y que tampoco lo haría de la comida del Carnaval de Cádiz. Explicando que al igual que ocurre en otros lugares, no hay comidas concretas entorno a la tradición carnavalesca y por ello, va a generalizar para que se entienda mejor las tradiciones y su evolución y no centrarnos en algo actual como las fiestas gastronómicas locales que son conocidas por todos. La tradición gastronómica de esta festividad está basada en la cocina popular o cocina tradicional de cada localidad.

Realizó un viaje por la geografía española, empezando con una imagen de la máscara del Carnaval de Mecerreyes (Burgos) que se encuentra en el museo etnográfico de Zamora y que reivindica a la figura del hortelano con elementos propios como zanahoria, ajo, pimiento, repollo… Se pueden encontrar distintas representaciones de oficios de la vida común y se repiten en otras partes del Norte de España, principalmente en Galicia, El Bierzo, localidades del País Vasco, Navarra… Precisamente este personaje pagano recuerda que el Carnaval tiene una tradición anterior al cristianismo, que se hacen para ensalzar la fertilidad y festejar la llegada de la primavera y el resurgir de la naturaleza. 

Algo común de la comida de los carnavales es que transgrede todas las pautas, siendo un derroche culinario y un tiempo de gula para luego hacer frente a la austeridad de la Cuaresma. La gula y la lascivia van de la mano en época de carnavales desde hace siglos, esa dualidad no es única del cristianismo, ya los romanos decían este refrán “Sin Ceres y Baco se enfría Venus” que vendría a ser: “Sin comida y bebida no hay lujuria”. Mostró una imagen sobre la Alegoría de El Bosco sobre el tema, comentando que la Cuaresma ha evolucionado en el tiempo, disminuyendo los días de prohibición de comer carnes y grasas animales en ese periodo. Sobre estos pecados que se incide mayormente en Cuaresma se han pronunciado distintos moralistas, refiriéndose en especial a los que engordan y encienden el cuerpo y a los deleitosos, mostrando como señalan a las carnes, sobre todo, a las más grasas y también a los dulces, precisamente son los principales productos que están presentes en la época de carnaval, antes de entrar en las restricciones de la Cuaresma.

Julio Caro Baroja se pronuncia al respecto con esta frase: “El carnaval reglamenta la gula, señalando que se regula en tres partes. Primero, eligiendo qué vamos a comer. Segundo, cómo se preparan esos platos, y la tercera cómo se pagan esos platos. En este tercer punto Ruiz Torres aclara, que la organización de la fiesta es de origen masculino a lo largo de la historia, siendo iniciativa de mozos o quintos. El nombre viene de principio del siglo XV, cuando el rey Juan II de Castilla decide que uno de cada cinco jóvenes de cada ciudad entrara para apoyar al propio ejército y la corona. Son ellos los que disponían las cuestaciones e iban pidiendo por las casas para conseguir dinero para beber y comer. Esto desaparece cuando las fiestas son organizadas o subvencionadas por las instituciones. Estas cuestaciones pueden recordar a lo que hacen algunas agrupaciones callejeras cuando finalizan su actuación y pasan papeles o libretillos con la letras para que se les deje alguna propina que emplean en comidas o bebidas.

El carnaval es una fiesta abierta donde se admiten a los que vengan de afuera, que suelen aportar algo al grupo y sobrepasando todas las normas en la mesa, cayendo en la glotonería y en la rivalidad de a ver quién come más.  

Alegoría de la gula y la lujuría - El Boco. Foto de la Red. 

La pugna entre don Carnal y doña Cuaresma, se puede apreciar en la literatura y a través de numerosas pinturas. Estos combates simbólicos tienen su traslación en expresiones artísticas, dando muchos datos sobre la alimentación preferente de los períodos de los que se trata. Dentro de esos alimentos simbólicos al pueblo le atrae aquellos que tienen una connotación erótica. Habiendo una presencia constante principalmente de dos animales: el gallo y el cerdo. En el caso del gallo simboliza la lascivia, la promiscuidad al estar rodeados de gallinas, pero también tiene una lectura positiva porque es el que anuncia el día y con ello concluye los peligros de la noche.

En numerosos pueblos encontramos juegos y batallas donde van a intervenir este tipo de animales, por ejemplo, en el Valle del Baztán en Navarra, Prádena (Segovia) etc. Significamos que los juegos con gallos cada vez se van suavizando porque antes eran más crueles. Nos mostró otras imágenes donde aparecía “el entierro de la sardina” o la llamada Torá, consiste en hacer un armazón de madera a la que se le adapta una especie de cabeza imitando a una vaca y los mozos se dedican a pillar a las mozas del pueblo. Eran formas un tanto salvajes de relacionarse y que mostraban la masculinidad en otro tiempo. Afortunadamente ahora es bastante más civilizado y a lo más que se llega es a una batalla de papelillos. Todos estos festejos con numerosos detalles antropológicos llevan inherente la comida, en los casos que se ha enumerado, bien cocinando los gallos o en Prádena donde se ofrece el guiso popular de judiones. Esto es una constante en general en las celebraciones, fiestas-juegos-comidas. 

La Batalla entre don Carnal y doña Cuaresma. Pieter Brueghel el Viejo- Foto de la Red.

Es curioso que los alimentos propios de las comidas estén bastante reglados, por ejemplo, en Gistáin, un municipio de la comarca del Sobrarbe (Huesca) existe el ritual que los chicos invitan al baile a las chicas y ellas luego llevan longaniza o chorizo, huevos y algo para beber. Ahí es visible las connotaciones eróticas claras y las persecuciones festivas entre mozos y mozas. Cada comunidad elige sobre las preferencias de los platos a consumir, sí se observa una constante, y es que los alimentos elegidos son sencillos y no distintos a la comida habitual. Estos se caracterizan por la abundancia y el despilfarro, signos que evidencia la necesidad de vencer el miedo al hambre. Otra cosa en común es que son comidas públicas, que se pueden celebrar en un lugar interior con la familia o amigos, pudiendo ser en un círculo pequeño, pero que estará dentro de un contexto de celebración grande de grupo. Normalmente se suele celebrar en el exterior, bien a las afueras del pueblo o en la calle, como ocurre en nuestros propios carnavales, siendo un buen ejemplo los días de coros donde al mismo tiempo que se escuchan las coplas, se bebe y se come platos populares rodeados de gente.

Este espíritu liberador del despilfarro no sólo se dan en estas fiestas importantes de la comunidad, sino que también se procede del mismo modo en los ciclos vitales, como son bautizos, bodas y en algunos casos en funerales, aunque en esta opción no está dentro de nuestras tradiciones.

Alude a otros ejemplos claros de comidas sencillas en este tipo de celebraciones. Hay pueblos navarros que celebran meriendas donde el plato principal es huevos fritos con longaniza. En Gádor (Almería) la tradición es llevar a un descampado hornazos hechos con masa de pan y generalmente rellenos de chorizo u otro embutido. En Malpartida de Cáceres se celebra la fiesta de La Pedida de la Patatera, es un modesto embutido elaborado con patata, grasa animal, carne de cerdo y pimentón. En su origen las familias entregaban Patatera cuando los mozos solicitaban ayuda. Muchos de estos festejos se prohibieron en la época franquista y luego se retomaron, éste último concretamente en 1986 con una gran participación de público y cobrando gran auge. Al reanudarse estos festejos también ha habido algunas invenciones con respecto a las tradiciones y mezclas en las mismas. Es el caso de jóvenes que se disfrazaran de mujeres, cuando con anterioridad hacer la cuestación por parte de los mozos era un rito de masculinidad. 

En Aragón se preparan bocadillos de salchichas al vino, es algo muy sencillo, pero que también forma parte del recetario publicado en el siglo XVIII por el fraile y cocinero español Juan Altamiras. En Alfaro- La Rioja se reúnen para dar buena cuenta de La Culeca, término procedente de la gallina clueca, consiste este alimento en una masa, elaborada con harina y aceite, que en su interior lleva chorizo junto al huevo cocido que le da el singular nombre. Antiguamente en ocasiones también llevaba lomo, que se conservaba en aceite, igual procedimiento tenían los chorizos, con lo cual la masa quedaba impregnada de ese elemento, en la actualidad se le añade el aceite para darle el toque de antaño. Otra comida que en su origen estuvo vinculada con la fiesta de Carnaval es la Butifarra de huevo o Botifarra d´ou en la zona de Cataluña, se come sola o bien con pan con tomate. Ahora se ofrece durante todo el año.

Significó que todos estos platos de los que estamos hablando no son solos propios de la época de carnaval, también se van a encontrar en otras fiestas, romerías, domingo de Pascua… insistiendo siempre en la sencillez de todos los platos y dejando claro que solo la posibilidad de comer en exceso es lo que convierte a estos alimentos en carnavalescos.

Si se refirió con anterioridad al gallo y a la gallina como animales protagonistas en muchos carnavales, a ellos hay que sumarle al cerdo. Un alimento que significaba la seguridad de la provisión, por lo tanto, muy importante para la comunidad, de hecho, se hacía la matanza para tener comida durante todo el invierno. Por otra parte, se sabe que el cerdo es una frontera cultural y religiosa entre el cristianismo, judaísmo y musulmanes. Está normalizado que el carnaval sea el contrapunto del cristianismo, pero a su vez forma parte del mismo y emplea el cerdo como su gran icono. Además, el cerdo en el imaginario colectivo es un animal lujurioso y glotón, es decir acumula el mismo animal los dos grandes pecados que quiere combatir la Cuaresma, es una razón añadida para que adquiera protagonismo absoluto en todos estos platos. A ello se une que constantemente se habla de chorizo, butifarra, longaniza, huevos, haciendo bromas al respecto. 

Otra comida popular es el Botillo del Bierzo de aspecto igualmente obsceno, se emplea para embutir la tripa del cerdo y para su elaboración carnes de aprovechamiento, como rabo, costillas y otras partes de la cabeza del animal. Similar es el Butelo en Lugo, la Androlla gallega, Paiola el Obispo en Soria, en el siglo XVII ya estaba citado como Obispillo y otros muchos embutidos elaborados en diferentes lugares.

Caro Baroja ya habló de la personalización del carnaval como en los casos de Don Carnal y Dña. Cuaresma o de la personificación del empleo de productos para hacer que parezcan personajes existentes o del imaginario mediante chorizos o similares hasta llegar a claras escenificación con este tipo de ingredientes. En Galicia existen embutidos llamados Pedro Pérez, un producto que además de la masa del chorizo, lleva bizcocho, piñones…una combinación especialmente sabrosa. Luego están los Pedros o Perolos, en este caso los intestinos ciegos rellenos de carne y cebolla. En la Maragatería al Botillo de Antruejo, también conocidos como Martino de Antruejo, diminutivo de San Martín, que es el que marca el inicio de las matanzas. Todas estas personificaciones tienen presencia en canciones y comedias del barroco, descritos como personajes de gran capacidad sexual y reproductiva, como Pero Pando que dice su canción tenía seis mil hijos, el Padre Pando, Pero Macho, Fray Pero que es el Paipero de los romanceros sefardí. Cuando se nombró, aludió Manuel Ruiz Torres a la escritora María Jesús Ruíz, que estaba presente e intervino confirmando que se canta todavía en zambomba y nos ilustró con la letra que dice así:

Estando Paipero sentadito al sol,
en calzones blanco y afuera el cordón.
Se asoman las damas por el mirador
¿Qué es eso Paipero? ¿Qué es eso señor?
¿Qué es eso que asoma por él su calzón?
Esta es la escopeta con que cazo yo
Y estas son las balas de la munición.

Entre comentarios sobre el personaje y las risas de los asistentes prosiguió Manuel refiriéndose a la fiesta de Villanueva de la Vera en Cáceres, donde en el cortejo del Carnaval sale a la calle el personaje Pero, un muñecote que será eliminado al final de la fiesta, bien por un mozo o por una moza de los que se presentan de entre los jóvenes casados más recientemente de la localidad. Existe una creencia entre las mozas que están en edades fértiles y quieren quedarse encinta que tocando a Pero Palo les dará esa suerte.

Otro producto vinculado con la fertilidad son los huevos y hay muchísimas recetas en ese sentido, por otro lado, también hay que tener en cuenta que fue un producto prohibido en la Cuaresma y por lo tanto apetecía comerlo antes de entrar en la abstinencia. De hecho, fue en 1502 cuando el Papa Julio II añadió a la Bula de Cruzada una dispensa para comer huevos y lacticinios (alimentos hechos con leche o derivados, como mantequilla, queso…) en los reinos españoles y portugueses, en agradecimiento a la evangelización que realizaban. Sólo a los habitantes de esos reinos, se les permitía comer estos productos en los días de abstinencia de carne, y de ahí surge que las torrijas, un alimento que se comía durante todo el año, queden fijadas en la Cuaresma. Al estar prohibido en el resto del mundo cristiano, era un orgullo poder comerlas a cambio de los favores que esos pueblos habían hecho.

Para resumir el apartado de los huevos como símbolo de fertilidad, nombró al Limón, una ensalada que se toma en la provincia de Salamanca, con dos variantes, la de Ciudad Rodrigo que lleva huevos duros, naranja, limón y chorizo y la de Sierra de Francia que emplea huevos fritos. Son interesantes estas recetas porque todas las que utilizan cítricos son de origen judío y dan información acerca de la propia historia. Habló también de un embutido de huevo, pavo y pollo, conocido como Relleno de Carnaval que se dan en las provincias de Córdoba, Málaga y Granada y que en Hinojosa del Duque se incorpora a un guiso o cocido potente, como elemento que se distingue en Carnaval. 

En cuanto a los guisos tradicionales y que se diferencian de los populares porque la comunidad los identifica como platos propios, citó al Pote de Antroxu en Asturias, se trata de su habitual pote de berza con el compango, pero que además se puede enriquecer con otros ingredientes: choco, su variante del botillo, etc. La Sopa de Antruejo de Aceuchal en la provincia de Badajoz, una receta que mantiene las capirotadas, que vienen del siglo XV, y que son las que llevan varias capas, una de pan, otra de huevo duro, una siguiente de chorizo y en este caso de codillo. Es curioso, porque la receta nos habla de la comunicación entre Maragatos y la Ruta de la Plata y como hay un intercambio entre las zonas. No se podría entender los botillos sin el pimentón de la Vera y de los productos que se trasladan de un lugar a otro en recetas antiguas.

Antes de concluir dejó unas pinceladas sobre la mezcla en determinadas recetas de dulce y salado, por ejemplo, la Cassola en Cataluña, plato de carne con huevo que se hace al horno y al llevar azúcar sale una costra dulce en la superficie. Las manitas de cordero en leche de Navarra o La Peuada que queda como una especie de flan, pudiéndose transportar bien. Es del Alto Ampurdán

En conclusión, Ruíz Torres quiso dejar claro primero, que se puede emplear cualquier tipo de platos y que es la comunidad quien los elige en función de que transgredan más las prohibiciones en tiempo de Cuaresma. Segundo, la comida siempre es abundante y pública, normalmente se come fuera de casa, salvo excepciones a causa del clima como pueden ser en las aldeas gallegas, donde se hacen las Filloas en la lareira (piedra del fogón en Galicia) pero, en cualquier caso, aunque se reúnan a cubierto es un acto público. Tercero, normalmente se desarrollan en sitios abiertos y en movimiento. Eso es importante porque de ese modo los platos no pueden ser caldosos, tienen que resultar fáciles para desplazarlos, que se conserven bien, como los que hemos visto de bocadillos de butifarra, hornazos, o como la última referencia dada que triunfa porque es como un pudin. Al llegar aquí hizo una breve referencia a las fiestas en Cádiz, aludiendo a las fiambreras tan empleadas en otros tiempos en la ciudad con el fin de poder transportar la comida, fórmula que cumple todo lo que hemos enumerado. Se puede llevar cualquier cosa como sabemos, tortilla, filetes empanados, papas aliñadas, chorizo o cualquier embutido y además es una comida que se comparte y que tiene todas las características que hemos visto. Por otra parte, hemos visto que Caro Baroja dijo que el Carnaval regulariza la gula y Manuel piensa que el verbo más interesante es normalizar, respetando lo que dice, pero además en convertir en normal la gula, porque en ese periodo lo habitual es excederse del consumo cotidiano.  

Y para finalizar terminó con la evolución, afirmando que lo hablado no existe en el sentido que tenía antiguamente, y es que lo que antes eran obligaciones y normas ya no lo son como tal o han quedado bastante reducidas. El sentido ha cambiado y ya no hay que aguardar cuarenta días para comer muchos alimentos, ahora lo que más se busca en un sentido identitario, ya no son alimentos prohibidos, sino alimentos que nos representen. Eso ocurre en Cádiz y en otros sitios, aquí identificamos los ostiones, los erizos, las panizas, las tortillas de camarones…  Todo ello no es que sean platos carnavalescos, pueden darse a lo largo de la temporada o durante todo el año, pero ahora sí lo identificamos como nuestro. Afirmó que esto se debe a que la tradición se está reconstruyendo continuamente, porque el Carnaval de por sí es algo vivo y que cambia, asume sus transformaciones y se adapta a los tiempos. Han sucedido importantes cambios y se dice estamos en riesgo de perder las tradiciones y no, la tradición siempre es más fuerte que la modernidad. 

Una vez concluida la ponencia la coordinadora de las tertulias gastronómicas ofreció a los presentes una parte práctica y es que tratándose de carnaval había que probar unas tortitas que se elaboran en la ciudad por esta época. Manuel Ruíz Torres nos refirió que las más antiguas que conocen es de un recetario del siglo XIX, concretamente de 1859, y aparecen ya con el nombre de Tortitas de Carnaval. De ellas surgen dos variantes de masa de rosca, una que se podían freír u hornear y en la otra usaban huevos, harina, azúcar y algunas especias. La dificultad que lleva hacerles el seguimiento es que los platos cambian de nombre, pero estas en concreto pueden tener antecedente en la Torta de Morón que aparece en un recetario manuscrito de la sevillana María Rosa Calvillo de Teruel y eso nos llevaría a principio-mitad del XVII, con posibilidad que aparezcan en manuscritos en siglos anteriores. 

Ruiz Torres recomendó a los asistentes que si quieren hacer unas tortitas de Carnaval pueden entra en el blog de Cuarto y Mitá que tiene una magnífica entrada de ellas. 

El acto finalizó con el agradecimiento a Manuel Ruiz Torres en nombre del Ateneo Literario, Artístico y Científico de Cádiz y de la coordinadora de las tertulias gastronómicas, quien lo invitó a regresar cuando quiera exponer alguno de los temas que tanto domina por sus muchos conocimientos. Así mismo se le agradeció la asistencia a los numerosos ateneístas, blogueros y amigos.   


¡Hasta pronto! 

                                                                      María Luisa Ucero Manzano
                                                         Coordinadora Tertulias Gastronómicas
                                 Ateneo de Cádiz
                                           
                                   

viernes, 14 de febrero de 2025

INVITACIÓN TERTULIA GASTRONÓMICA "TRADICIONES Y EVOLUCIÓN DE LAS COMIDAS DE CARNAVAL"

Queridos ateneístas y amigos:

El próximo lunes día 24 a las 18:45 horas, tendremos una nueva tertulia gastronómica en la sede del Ateneo Literario, Artístico y Científico de Cádiz, calle Ancha, nº 20, 1ª planta. Lleva por título Tradiciones y Evolución de las Comidas de Carnaval y es un placer comunicar que la exposición estará a cargo de nuestro querido y admirado amigo Manuel Ruíz Torres, escritor, investigador y experto en gastronomía.

El Carnaval se celebra en muchos rincones de España y del mundo. Son días de disfraces, de pintarse la cara, de escuchar coros, comparsas y chirigotas, también de cuartetos y de romanceros; en otros lugares de desfiles, de música y de baile, pero con algo en común para todos, se vive con intensidad en las calles y ello trae consigo beber y comer.

Cada lugar tiene sus costumbres, aunque en ocasiones es difícil encontrar platos típicos de esas fiestas, sí hay bocados imprescindibles, son aquellos que todos hemos disfrutados durante las celebraciones, siguiendo las costumbres de nuestras familias, las de nuestras casas y por supuesto, también las vivencias en la calle. Pero, al contrario de lo que pueda parecer, el ámbito gastronómico va condicionado por el calendario tradicional que señala cuáles comidas son las más apropiadas y las que no tienen sentido hacer. De hecho, durante el tiempo que dura esta fiesta, se come con alegría y sin tener que evitar comidas calóricas, pues luego llegará la época de Cuaresma donde habrá platos prohibidos y días de ayuno.  

De prácticas tradicionales, de cambios de conductas, de hábitos actuales de allá o de acá, nos va a hablar nuestro invitado.  

No olvidéis anotar este día en vuestras agendas, es una excelente oportunidad para seguir aprendiendo sobre la historia de gastronomía y saber cómo han transcurrido los cambios hasta llegar a la actualidad. 

¡Os esperamos!

Afectuosos saludos,


                                                                    María Luisa Ucero Manzano

Coordinadora Tertulias Gastronómicas

Ateneo de Cádiz