viernes, 8 de diciembre de 2017

OLVERA, DESCÚBRELA

Sobre un empinado cerro se extiende la hermosa localidad de Olvera, desde su punto más alto podemos divisar un espléndido paisaje que invita a regresar una y otra vez para descubrir sus rincones con lentitud.
Allí tenemos al amigo Paco Medina, conocido profesional que regenta la Bodeguita "Mi Pueblo" y autor del libro “La Tapa Antigua” publicado por la Diputación de Cádiz. Empezó por los años noventa y aunque ha cambiado en varias ocasiones de local, siempre su bar-restaurante ha llevado el nombre de “Mi Pueblo”´. El motivo es sencillo, Paco, es un enamorado del lugar, con un don especial para las relaciones públicas, además de un defensor de la gastronomía casera local.
Así que un buen día nos propuso a nuestra querida Lola López del Blog "La Fritada" y a nosotros, que organizáramos un grupo de amigos vinculados con la gastronomía para realizar una visita a Olvera y él se encargaría de preparar las actividades. El resultado no ha podido ser mejor, por ello queremos compartir la experiencia con vosotros para que en cualquier momento que podáis, disfrutéis de una vivencia parecida. 
Hay que significar que nosotros lo hemos tenido muy fácil, gracias a que Paco Medina, nos ofreció un trato exquisito desde la llegada hasta la despedida. Nos condujo a los distintos lugares del pueblo, llevó a algunas personas del grupo en su propio coche, nos presentó a los propietarios de las empresas que visitamos y en su restaurante nos ofreció un derroche de atenciones para que volviésemos contentos de Olvera y desde luego lo consiguió. 
Empezaremos a contar la fructífera visita guiada que iniciamos en la plaza  de la Iglesia Parroquial Nuestra Señora de la Encarnación, la monumental iglesia de estilo neoclásico construida sobre la antigua de estilo gótico-mudéjar, de la cual aún se conserva su ábside. 
Continuamos con un bello recorrido por el Barrio de la Villa, formado por tranquilas y estrechas calles, casas blancas a distintos niveles que junto a la iglesia y el Castillo conformaban la ciudad fortificada árabe.  
Seguimos con interés las explicaciones ofrecidas por Sara, guía de la Oficina de Turismo de Olvera y que no llevaría hasta el próximo destino, el Castillo.
Construido a finales del siglo XII, el Castillo formaba parte del sistema nazarí de Granada. Su posición estratégica permitía divisar las fronteras de los musulmanes y los cristianos.
La fortaleza consta además de la torre del homenaje, que tiene forma de cubo y dispone de dos plantas, lienzo de muralla con paso de ronda, un recinto subterráneo y dos aljibes, uno de ellos suministraba agua a la torre. A su zona más alta se accede a través de una estrecha escalera de caracol. 
Asentado sobre el paseo de ronda de las murallas se encuentra La Cilla, nombre que recibía la casa o cámara donde se recogía el grano, es decir el antiguo depósito para diezmos. En este lugar se entregaba la décima parte de la cosecha como tributo a la iglesia o al rey. En la actualidad se encuentra la Oficina Municipal de Turismo y Museo la Frontera y los Castillos
En el museo se muestran los principales rasgos de la vida en la frontera de forma didáctica y escenográfica, además de maquetas y paneles que informan sobre la historia de la localidad.   
A unos dos kilómetros de la población se sitúa el Santuario de la Virgen de los Remedios, patrona de Olvera. Cuenta con gran devoción entre los habitantes y en sus alrededores se celebra la Romería del Lunes de Quasimodo, el segundo lunes tras la fiesta de la Resurrección. 
Este día es tradición degustar la torta del lunes, llamada también hornazo, torta de pellizco, bollo o torta de aceite y almendras... Se suele elaborar con masa de pan, aceite, azúcar, limón, matalahúva y almendras. En la fiesta esta torta se emplea como base para sostener el huevo del hornazo y se decora con golosinas especialmente para los niños. Era habitual hacerla en casa, aún hay personas que la siguen elaborando de forma casera, aunque en la actualidad se consume durante todo el año, constituyendo un atractivo gastronómico para los visitantes que pasan por las confiterías de la población para compartirla con la familia. Nosotros tuvimos la oportunidad de probar la elaborada en la cafetería Hipanova, situada en la Avenida Juliá Besteiro, nº 140. 
Paco Medina es un enamorado de la cocina tradicional y esta afición la comparte con su mujer, Lola, quien le acompaña en el local; de esta forma Paco, a las horas de las comidas puede atender a los clientes en la barra y la sala. Le avalan más de veinticinco años de experiencia profesional. También le gusta experimentar con nuevas tapas pero sin perder la esencia. Pues dejamos a su criterio la preparación del menú que empezó en primer lugar con unas clásicas tapas de Sangre en tomate, Higadito y Chorizo de la tierra.   
Luego llegarían una Ensalada de mango con Atún macerado y un Surtido de croquetas de rabo de toro, de carabineros y las llamadas “del Cádiz”.  Estas últimas son similares a las croquetas del puchero pero él le aporta color amarillo en honor al equipo de futbol gaditano. 
En el siguiente tramo llegarían los Langostinos al vino Alfonso, Tostaditas de lomo en manteca y las de Solomillo de atún con salsa de cerezas.   
Un nuevo trecho lo compondrían los platos de Pluma ibérica al Pedro Ximénez y Tierra y mar, un salteado de pulpo, langostinos y champiñones. 
Por si era poco llegarían los postres: Tartas de Queso, de Chocolate y de Carne Membrillo. 
Al día siguiente los que nos quedamos allí, volvimos pero en esta ocasión comimos bastante más ligeritos: Carne con tomate para compartir y un plato individual de Huevos rotos con jamón y trufa
Paco Medina preparó dos visitas gastronómicas, la primera a una fábrica de embutidos y la segunda a una almazara. Al llegar a la Cooperativa la Serrana nos presentó a José Pérez Gómez, que nos explicó el proceso de elaboración y parte de la historia de la empresa. La fábrica de embutidos fue creada por emigrantes olvereños que regresaron a su pueblo natal después de años de trabajo en diferentes países de Europa: Suiza, Holanda, Alemania… Poco a poco la empresa ha ido creciendo y en la actualidad la cooperativa está formada por doce socios y 30 trabajadores. 
Un aroma a jamones, cañas de lomo, salchichones…nos acompaña durante el recorrido por las distintas salas de elaboración, secaderos y cámaras de conservación.
Atentos a las explicaciones, observamos los diferentes formatos que se emplean en la elaboración de chorizos: herradura, rosario y bolita.  
Sus productos son muy reconocidos y se elaboran siguiendo la tradición de las chacinas de la localidad, esto forma parte de su éxito, además del empleo de ingredientes de calidad y de la cuidada elaboración. Sus productos son principalmente de origen porcino y de pavos. La empresa adquiere semanalmente unas 1.000 cabezas de ganado, la mayor parte procede de Andalucía y una menor proporción llega de Cataluña. Embutidos, productos cárnicos y de volatería se comercializan por diferentes regiones españolas, además de una parte muy importante que se distribuye en la comunidad andaluza.  
Antes de finalizar y realizar nuestras compras para traer a casa y compartir con la familia, tuvieron la gentileza de ofrecernos una degustación de excelentes productos, tales como la carne mechada; salchichón;  butifarra, con un estilo propio del lugar y diferente a las de otros puntos de la provincia y un producto menos conocido como es la morcilla de hígado. Se vende poco curada, siendo habitual comerla cortada en lonchas gruesas o bien untada al estilo paté. De una forma u otra es imprescindible acompañarla con un buen pan. Se elaboran en algún otro pueblo de la provincia, pero el sabor de estas es inconfundible posiblemente por la proporción de hígado, sangre y especias. La cooperativa se encuentra situada en la avenida Julián Besteiro, y además de abrir de lunes a viernes en jornada de mañana y tarde, podemos adquirir sus productos los sábados por la mañana.
En esta tierra de olivos y gran tradición aceitera no podíamos dejar de visitar una almazara, en esta ocasión nos dirigimos al Molino Las Pilas, una almazara que empezó a funcionar en 1810. Desde entonces son varias generaciones las que sin parar la han mantenido en uso; en la actualidad los hermanos Zambrana están al frente, respetando la tradición del servicio de maquila. 
La antigua práctica consiste en que el agricultor lleva sus propias aceitunas y el molino se encarga de la obtención del aceite, en contraprestación se entrega una cantidad acordada del producto. 
Tuvimos la suerte de ver en directo todo el proceso, al coincidir la llegada de un pequeño agricultor con unos 1.000 kg de aceitunas. Las fases son numerosas, la recepción de las aceitunas, limpieza y lavado, molienda de las aceitunas, batido de la masa o pasta de aceituna, extracción del aceite en frio y envasado. 
La almazara tiene sus propios olivos donde predominan la variedad lechina, aunque también tienen otras como manzanillo, verdial y alameño. El proceso es muy cuidadoso con el medio ambiente, así se aseguran unos aceites de oliva vírgenes de calidad con exquisito aroma y sabor. Los aceites del Molino Las Pilas están amparados por la Denominación de Origen de la Sierra de Cádiz. 
Antes de marcharnos fuimos a la pequeña tienda para adquirir algunas botellas de aceite, sorprendiéndonos los bonitos y distintos envases de cristal. Allí, Gabriel nos habló del color del aceite que puede variar desde el amarillo verdoso al verde amarillento. Pudimos comprobarlo pues tuvo la atención de obsequiarnos con una botella del aceite recién extraído en frío, su tonalidad verde intensa contrastaba con el aceite de las otras botellas de color más dorado por el tiempo de reposo. Estos aceites pueden consumirse en crudo, guisos o fritos.   
Paco Medina no quiso que nos fuésemos de Olvera sin realizar una curiosa  visita, una tienda de decoración llamada, Mafáldale, regentada por el decorador e interiorista, Cris Zamudio. El joven que goza de gran gusto y profesionalidad nos mostró encantado su preciosa tienda, en la que se puede encontrar elementos para  decorar cualquier estancia del hogar, pero por darle un toque gastronómico, diremos que observamos diversos muebles, mantelerías, cristalerías, vajillas y elementos decorativos, que se deben tener en cuenta a la hora de preparar una buena mesa para comer.  
Nos quedó cosas por ver y visitar, así que volveremos de nuevo. A vosotros que no seguís, animaros a visitar esta preciosa y acogedora población. Para terminar agradecer desde aquí, una vez más, el trato recibido por todos, en especial por Paco Medina. 

¡Hasta siempre amigos.!  

6 comentarios:

  1. Un bonito recordatorio de la visita a Olvera, con uno de los mejores anfitriones, Paco Medina.
    Gracias, María Luisa.

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    1. Gracias a ti y a tu familia que nos acompañasteis en una jornada que a demás de disfrutar de paisajes, monumentos, historia, recoletas calles, cocina tradicional, lo hicimos con un grupo de amigos que aportan momentos de convivencia únicos.

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  2. Pues que a Olvera me has llevado otra vez con tu resumen maravilloso de la visita. Me ha encantado querida María Luisa. Los textos y las fotos la experiencia vivida. Gracias a Lola López Y a ti por ponerlo siempre tan fácil. Y a Paco que desde luego se volcó para que nos enamoráramos de Olvera. Por cierto, los productos que comparamos eran un espectáculo. Beso grande de los dos.

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    1. ¡Ah qué bonito Lourdes! El mérito especialmente es de Paco Medina, nosotras hemos prestado una pequeña colaboración y vosotros habéis puesto la chispa, la conversación, las risas y momentos estupendos. Con respecto al comentario sobre los productos llevas toda la razón, son de gran categoría. Tendremos que ir a por más. Un gran abrazo para vosotros.

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    2. Por alusiones...Lourdes y María Luisa, lo pasamos estupendamente y recuerdo, especialmente, las charlitas en petit comité, desayunando, cenando, esos buenos ratos de risas...Y por supuesto un aplauso a Olvera, a Paco y a los productos que probamos y compramos.

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    3. Totalmente de acuerdo Lola, esos ratos que surgen sin prepararlos, son geniales. Hay que intentar cosechar muchos momentos de esos en la vida.

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