lunes, 21 de marzo de 2016

EL MESÓN EL LANTERO MARIDA CON UNA MUESTRA DE SU BUENA COCINA LOS VINOS DE LAS BODEGAS BARBADILLO, FORLONG Y CALLEJUELAS



Comenzamos diciendo que en el ciclo de catas ofrecidas en el Mesón El Lantero,  han intervenido las tres bodegas citadas en el título; sintiendo no poder dar referencias concretas sobre la primera jornada que le correspondió a Bodegas Barbadillo, debido a que el día de la celebración no fue posible nuestra asistencia. Sí tenemos constancia que al igual que las ofrecidas por Bodegas Forlong y Bodegas Callejuelas, fue un éxito de público, de sus reconocidos vinos y de las tapas elegidas por la familia Maceas-López propietarios del establecimiento. 

El LANTERO.-


El bar-restaurante está ubicado en la Calle Ancha nº 51 de Sanlúcar de Barrameda. Es regentado por Mercedes López y su marido Eduardo Maceas, su hija Giselle  se encarga junto a su madre de la cocina; el padre y su hijo Víctor  se ocupan de atender la barra y los comedores, más otras personas contratadas de apoyo logístico. En la cocina se preparan platos con productos de la zona, pero también se le hace un guiño a la cocina zaragozana, caso del Ternasco de Aragón, verduras y setas traídas expresamente de esa tierra de donde es natural la madre, Mercedes. Es conveniente avisar si se desea comer cordero y reservar mesa en especial los fines de semanas (teléfono, 615 26 77 26).



 (En la segunda foto, detrás de la barra podemos ver a Eduardo y Víctor Maceas, padre e hijo)


BODEGAS FORLONG.-

El amplio salón que se destina a los eventos gastronómicos se sitúa en la primera planta del local, distribuyéndose las mesas en función de los asistentes, teniendo en cuenta la capacidad y la comodidad de los mismos. Víctor Maceas, es el encargado de presentar las tapas y explicar el porqué se han elegido en función de los vinos que se van catando (En la imagen de la derecha es el chico de camisa azul y blanca).  


En la segunda jornada que sí estuvimos presentes, le tocó el turno a Bodegas Forlong. Ésta nace del proyecto de dos jóvenes emprendedores que sienten pasión por el mundo del vino, Rocío Aspera que no pudo estar presente ese día y Alejandro Narváez quien nos habló de la formación que han necesitado antes de llevar a cabo la elaboración de vinos de calidad, además de adquirir experiencias trabajando en bodegas muy reconocidas. Ellos mismos se han encargado de trabajar la viña, partiendo de productos naturales para producir vinos de forma ecológica y artesanal, hasta tal punto que las botellas están enumeradas a mano una  a una.


La finca donde está ubicada la Bodega, es conocida como “El Olivar de Forlón, en la Vereda de Carrascal. Sus propietarios se decidieron por este nombre para la bodega, añadiéndole al final una “G”, pensando en la similitud con la expresión inglesa “for a long time” que significa “para un largo tiempo”, si suprimimos la palabra time, prácticamente el sonido es el mismo; pues eso es lo que les deseamos a estos jóvenes viticultores y bodegueros, una muy larga trayectoria.


PRIMERA CATA.-

Alejandro Narváez nos hizo una introducción defendiendo el terruño del Marco de Jerez, por la situación geográfica donde se encuentra, las bondades del suelo, la climatología y los recursos de la zona. Estos factores unidos al empeño de recuperar los métodos tradicionales persiguen un primordial fin: elaborar vinos de alta calidad.



La primera copa de bienvenida servida a la entrada fue un Forlong Rosado 2014. Nos comentó sus características una vez nos situamos en el salón preparado para la ocasión. Una verdadera sorpresa este vino, de color rosa pálido, que recuerda a la piel de la cebolla y que apuntó es difícil conseguir en esta zona por las altas temperaturas, pues simplemente el contacto del hollejo con la prensa suele proporcionarle un tono más oscuro, llamados rosados sangrados. Esta tonalidad se consigue gracias al esfuerzo de un equipo que trabaja con tesón y que retira el mosto antes de que tome excesivo color, el proceso es totalmente artesanal. Un vino ecológico producido en un pequeño lagar con la variedad de uva Cabernet Sauvignon. Es intenso y fresco en nariz, con aromas salinos debido a la proximidad al mar y nos recuerda a mermelada de fresa, endrinas, guindas, a las tomateras en el campo, etc. En boca es un vino equilibrado, fresco, con una acidez adecuada.


A continuación nos sirvieron un Forlong blanco 2014 de uva Palomino, en su vinificación lleva un pequeño porcentaje de Pedro Ximénez para lograr más volumen en boca. La tierra albariza donde se cultivan las vides concentra gran cantidad de humedad, haciendo que los vinos sean únicos en el mundo, y seña de identidad de los vinos de Jerez. El tono es amarillo brillante con reflejos de limón, aromas a flor blanca, a frutas tropicales, como piña, pomelo y cítricos. La glicerina que se concentra hace salivar después de haberlo mantenido en la boca. En este primer maridaje, Víctor Maceas, eligió Ceviche de calamar con dos texturas, explicando que una parte estaba escaldado y aderezado con mango, manzana, chalotas, aguacate, cebollinos y una vinagreta de limón y aceite Picual de primera prensada o sea un A.O.V. E. Las patitas fritas en tempura, se cortan y se unen para conseguir distinguir ambas texturas.
Le siguió un segundo Forlong blanco 80/20, natural y ecológico. Elaborado con uva Palomino 100%, explicando Alejandro que en un 80% es una vinificación clásica y un 20% es fermentado como un tinto. Un vino totalmente natural sin aditivos de sulfitos para la conservación, para clarificar se emplea fécula de patatas en lugar de clara de huevos por ir dirigido también al mercado vegano. Se aconseja conservar en nevera  a temperatura constante,  pero matizando que tiene poco período de conservación en estado natural. Por este motivo no se embotellan grandes cantidades, solo unas 1.200 botellas por añada. Su aroma es dulzón, nos transporta al olor que desprende un paquete de magdalenas al abrirlo. Su color un tanto turbio se asemeja a los mostos. El acompañamiento gastronómico en esta ocasión fue una Ensalada de Bacalao confitado con yogurt, acompañado con almendras tostadas de la variedad  marcona para jugar con el crujiente en textura y una explosión de sabores diversos en boca.


El turno le llegó a Forlong Asemblage 2013, un vino elaborado con uvas las variedades Merlot, Syrah y Tintilla de Rota. Crianza de 12 meses en barrica de roble francés en una proporción del 90%, el resto puede ser americano, húngaro o español. Posee una graduación del 15%, de color rojo cereza intensa y de lágrima densa. Aromático, con agradables olores a mora, ciruela y otras frutas negras, su crianza en madera nos revela matices a canela y vainilla, también a especias que le proporciona la Tintilla, otorgándole igualmente una ligera acidez que le permite no sea pesado como es el caso de otros tintos. Es un vino de largo recorrido en sabor. En este caso Víctor se decidió por una deliciosa tapa de Alcachofas con taquitos de jamón de bellota, foie a la plancha con sal en escamas y un toque de Manzanilla de la tierra

Para concluir la cata un Forlong Tintilla 2014, elaborada con la significativa uva roteña. El proceso de fermentación se realiza en tinajas de barro con un control de la temperatura, recuperando de esta forma un método ancestral. Posteriormente tiene una crianza de 10 meses en roble francés. A la vista es de color rojo "picota", su aroma fresco, balsámico y a fruta roja, a Alejandro le evoca a los caramelos “Palotes” de su niñez. Es un vino seco y persistente que nos anuncia Víctor, va a contrastar muy bien con el Canelón de rabo de toro con bechamel y trufa rallada. Una vez probado, llena el paladar de sabores que limpia la Tintilla 2014.


Forlong además de la calidad de sus vinos cuida los más mínimos detalles, desde la numeración manual de sus botellas que hemos visto previamente, pasando por sus originales etiquetas, ilustradas por la joven diseñadora del Puerto de Santa María, Victoria Cerezo Doello. Ella ha apostado por dibujos de  pescados con traje chaqueta y corbata, que señalan el buen maridaje con sus vinos blancos; la tierra albariza y el mar representado por nuestro Atún de almadraba, resaltan la combinación entre los pescados y el Forlong 80/20; las ilustraciones con vacas para resaltar los tintos que se adaptan muy bien con los alimentos cárnicos; los camaleones, representan a los tintos elaborados con Tintilla de Rota, estos peculiares reptiles que habitan únicamente en las poblaciones costeras andaluzas, al igual que solo es en esta tierra donde se da esta clase de uva; y para el rosado han optado por una representación de Alicia en el País de las Maravillas, es decir un vino especial dentro de una zona de vinos inmejorables. Todas las etiquetas aportan una presencia muy distinta a lo que estamos habituados a ver, siendo renovadoras y únicas. Los tapones de corcho sorprenden por su contenido cultural, un conocido poema de Walt Withman. Los elementos referidos muestran la categoría de esta bodega artesanal, en definitiva un lujo para todos los sentidos.
Bodega Forlong
  Carretera de Jerez a Rota
Kilómetro 5
. Tel.: 620211203.
www.bodegadeforlong.com
email: bodegadeforlong@gmail.com 
SEGUNDA CATA.-

En la barra a medida que llegamos los asistentes a la cata, nos recibían con una copa de Blanco de Hornillos, un vino de aperitivo embotellado por Viña Callejuela S. L.
 Camino del Reventón Chico, 27
Sanlúcar de Barrameda, España
Email: info@callejuela.es
Teléfono: +34 617 49 24 83 – +34 607 83 73 54
Los hermanos José y Francisco Blanco, son la tercera generación de mayetos  que determinan el origen de Callejuela. Junto a su padre Francisco Blanco Martínez, comenzaron a trabajar como viticultores. Recuerdan con agrado que con apenas quince años realizaron su primera vendimia, y que sus sueños por entonces consistía en tener un día una bodega, aunque fuese pequeñita. Más tarde comenzaron con 20 botas en Bodegas Atalaya de Jerez, en tiempos que fueron difíciles, llegando inclusive a estropeárseles la mitad de las botas, eso sí afirman con humor que consiguieron un excelente vinagre que aún todavía perdura. Actualmente son los gerentes de esta bodega de las que se sienten especialmente satisfechos. 
Otro éxito de público en El Lantero, al punto de colocar una mesa larga para obtener mayor espacio e igualmente estuvimos muy cómodos. 
Pepe Blanco valoró la apuesta de los jóvenes por el vino de la zona,  caso de Alejandro Narváez de Forlong o de Armando Guerra en su taberna sanluqueña El Guerrita, un santuario donde se cuida la Manzanilla y los Vinos de  Jerez. También realzó la labor del viticultor y enólogo de la Bodega Callejuela, Ramiro Ibáñez, un estudioso de la tierra que se dedica a promover y difundir el valor de los pagos del Marco de Jerez. Nos habló de la colección Pitijopos, un total de seis mostos que se venden juntos con la intención de mostrar las cualidades de la variedad Palomino en diversos tipos de suelos. Los pitijopos es la palabra con la que se conoce a las libélulas en Sanlúcar, insectos que según Ramiro, están envueltos en un halo especial y hacen “maniobras y cambios de rumbo imposibles”, al igual que los vinos de Jerez que “han mostrado su capacidad para cambiar y reinventarse una y otra vez, elevando siempre el vuelo desde las tierras albarizas”.




Una vez instalados en el comedor superior adaptado como sala de cata para la ocasión, empezamos la degustación de manzanillas de diferentes Pagos, demostrando como de una misma uva, la Palomino, pueden sacar diferentes tipos de vinos, según la tierra donde se cultiven. Son varias viñas las que poseen: Hornillo, Macharnudo, La Casilla, La Choza entre otras y repartidas entre las localidades de Sanlúcar, Jerez y el Puerto de Santa María. Pepe, aclaró también la importancia de los buenos mostos, origen de los vinos de Jerez. La primera tapa ofrecida por Víctor Maceas, a petición de los hermanos Blanco, fue la Crema de calabaza con viera a la plancha, un rico contraste.



Luego llegó una Manzanilla madura con un desarrollo de entre 6 a 7 años y un marcado velo de flor con 15% de vol., el plato elegido para acompañarla, unas delicadas y exquisitas Alcachofas con almejas al aroma de azafrán.


A continuación una Manzanilla Pasada de la gama alta de Callejuela y llamada “Blanquito”, en reconocimiento a su padre, al ser la bota de la que bebía la familia. El proceso es diferente pero similar al Fino de Jerez, el calor rompe el Velo en Flor y entra en contacto con el oxígeno, esto le aporta un sabor distinto. Es también más estructurada con crianza oxidativa y biológica, de color amarillo dorado. Olor intenso y concentrado, con aromas a frutos secos, yodo, algas y flores blancas. Sabor muy seco y salino con gusto intenso y persistente. La  propuesta de El Lantero para acompañar esta copa, un buen Atún encebollado y en escabeche suave con manzanilla, muy conseguido en su ejecución.


La guinda la puso el Oloroso El Cerro, un vino premiado por El Mundo Vino (Diario El Mundo), en su edición XXII, como uno de los tres mejores vino de España. Este generoso de Sanlúcar, fresco y sutil, que se embotella en un formato de 50 cl y que conforman la selección de vinos más tradicionales de la bodega. Es muy aromático sobresaliendo el olor a puro fruto seco. En boca es fino y muy elegante. La elección del maridaje fue una sabrosa Carrillada ibérica con crema y hojitas de puerros a la manzanilla.  



Ante de finalizar la cata los hermanos Blanco y Víctor Maceas, elogiaron la labor de Jorge Reyes y María Fernández de la Agencia de Publicidad Gatonauta. Los jóvenes han intervenido en la organización de las catas, haciendo un gran trabajo. Ellos manifiestan su predilección por el mundo de la gastronomía y el vino, donde trabajan con bodegas y enólogos en los diseños de etiquetas  y otros proyectos afines, inclusive en la actualización creativa de marcas, presentando imágenes innovadoras de los tradicionales vinos del Marco de Jerez. 

Para dar por terminado el acto realizamos un brindis por los buenos vinos de  Bodegas Callejuela y por la combinación equilibrada de los platos presentados por El Lantero. Nuestras felicitaciones a todas las personas que han hecho posible estas jornadas y muy particularmente a Mercedes y Giselle, por su buen hacer en la cocina, además de dejarnos entrar en sus impecables fogones.

Igualmente significar la compañía de las distintas personas asistentes en las catas, amigos relacionados con el mundo de las gastronomía y amigos de la hermosa localidad sanluqueña caso de Lilianne, Cari, Antonio Reyes, Mari Carmen, José Luis, Lola, Lourdes y Manolo de El Huerto de Tía Lou; Pilar Ruíz Rodríguez-Rubio del blog Aprendiendo a Cocinar, que asistió con sus adorables padres: Cristina y Daniel; Miguel Duarte y Lola López del blog La Fritada, a quien le agradezco nos haya cedido varias fotos. Cada uno de los asistentes aporta lo mejor de sí, consiguiendo de esta forma unas veladas excelentes.  

TERCERA CATA: LA AMISTAD.-


Para poner el punto final, permitidnos amigos, hagamos una mención especial a Antonio Reyes. Un sanluqueño que ejerce de ello, perfecto anfitrión de la tierra que adora y abandera para que propios y visitantes se rindan antes sus encantos. Su generosidad además le lleva a poner a disposición de las personas amigas, entre los que tenemos el honor de encontrarnos y con cada encuentro aumentando más el sentido de la palabra, cualquier producto gastronómico digno de mención de Sanlúcar de Barrameda. En esta ocasión y antes de despedirnos, nos invitó a un delicioso “Cream” acompañado de las exquisitas tortas de aceite del Horno de San Rafael, además nos obsequió con unos paquetes de picos elaborados con aceite de oliva, que si los come solos son un auténtico aperitivo; lo hemos disfrutado con distintos aperitivos, con el rico queso de oveja de la quesería de nuestra amiga Charo Oliva de Villaluenga del Rosario, son un auténtico deleite. ¿Hay alguien que dude todavía que Cádiz y sus gentes son realmente para comérselos?

2 comentarios:

  1. Yo no tengo ninguna duda prima, empezando por vosotras que lo haceis muy bien todo, me ha encantado el reportaje y todo lo que habeis puesto es una delicia, un beso

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  2. Gracias, preciosa. Me alegra te haya gustado la crónica. Los vinos de ambas bodegas y el mesón si pasas un día por Sanlúcar seguro serán de vuestro agrado. Besos, prima.

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