martes, 18 de marzo de 2025

Tradiciones y Evolución de las Comidas de Carnaval por Manuel Ruiz Torres. Tertulia Gastronómicas del Ateneo de Cádiz.

En la última tertulia gastronómica celebrada en el Ateneo de Cádiz tuvimos el placer de recibir a Manuel Ruiz Torres, un gran investigador, conocedor y escritor de la gastronomía gaditana, además de una buena persona y amigo. Dijimos que leer los libros de Manuel es enriquecedor, y así es, desde que leímos por primera vez La Cocina Histórica Gaditana de Ediciones Mayi, pasó a ser un libro de cabecera porque cada vez que se lee o consultas algo, se aprende. Igual se disfruta de sus más de mil doscientos artículos publicado en su blog Blog Cádiz Gusta, donde encontraremos también interesantes intervenciones, experiencias y otros contenidos.

Manuel Ruíz comenzó agradeciendo la presentación y mostró su contento de volver a esta institución gaditana para hablar de gastronomía con la tertulia, Tradiciones y Evolución de las Comidas de Carnaval. Sin duda, fue una conferencia muy oportuna en las fechas que se aproximaban. Hemos querido transcribir lo más fiel posible la charla ofrecida porque nos parece de máximo interés para leer o consultar datos.  

Empezó aclarando que había elegido hablar de parte del carnaval. El tema es muy extenso y prefería no hablar de ciertas áreas, para que no se quedasen incompletas. Optó dejar al margen los dulces, el carnaval acotado, es decir aquel que se da en lugares cerrados, por lo tanto, de la cocina y de las comidas de los bailes de carnaval y que tampoco lo haría de la comida del Carnaval de Cádiz. Explicando que al igual que ocurre en otros lugares, no hay comidas concretas entorno a la tradición carnavalesca y por ello, va a generalizar para que se entienda mejor las tradiciones y su evolución y no centrarnos en algo actual como las fiestas gastronómicas locales que son conocidas por todos. La tradición gastronómica de esta festividad está basada en la cocina popular o cocina tradicional de cada localidad.

Realizó un viaje por la geografía española, empezando con una imagen de la máscara del Carnaval de Mecerreyes (Burgos) que se encuentra en el museo etnográfico de Zamora y que reivindica a la figura del hortelano con elementos propios como zanahoria, ajo, pimiento, repollo… Se pueden encontrar distintas representaciones de oficios de la vida común y se repiten en otras partes del Norte de España, principalmente en Galicia, El Bierzo, localidades del País Vasco, Navarra… Precisamente este personaje pagano recuerda que el Carnaval tiene una tradición anterior al cristianismo, que se hacen para ensalzar la fertilidad y festejar la llegada de la primavera y el resurgir de la naturaleza. 

Algo común de la comida de los carnavales es que transgrede todas las pautas, siendo un derroche culinario y un tiempo de gula para luego hacer frente a la austeridad de la Cuaresma. La gula y la lascivia van de la mano en época de carnavales desde hace siglos, esa dualidad no es única del cristianismo, ya los romanos decían este refrán “Sin Ceres y Baco se enfría Venus” que vendría a ser: “Sin comida y bebida no hay lujuria”. Mostró una imagen sobre la Alegoría de El Bosco sobre el tema, comentando que la Cuaresma ha evolucionado en el tiempo, disminuyendo los días de prohibición de comer carnes y grasas animales en ese periodo. Sobre estos pecados que se incide mayormente en Cuaresma se han pronunciado distintos moralistas, refiriéndose en especial a los que engordan y encienden el cuerpo y a los deleitosos, mostrando como señalan a las carnes, sobre todo, a las más grasas y también a los dulces, precisamente son los principales productos que están presentes en la época de carnaval, antes de entrar en las restricciones de la Cuaresma.

Julio Caro Baroja se pronuncia al respecto con esta frase: “El carnaval reglamenta la gula, señalando que se regula en tres partes. Primero, eligiendo qué vamos a comer. Segundo, cómo se preparan esos platos, y la tercera cómo se pagan esos platos. En este tercer punto Ruiz Torres aclara, que la organización de la fiesta es de origen masculino a lo largo de la historia, siendo iniciativa de mozos o quintos. El nombre viene de principio del siglo XV, cuando el rey Juan II de Castilla decide que uno de cada cinco jóvenes de cada ciudad entrara para apoyar al propio ejército y la corona. Son ellos los que disponían las cuestaciones e iban pidiendo por las casas para conseguir dinero para beber y comer. Esto desaparece cuando las fiestas son organizadas o subvencionadas por las instituciones. Estas cuestaciones pueden recordar a lo que hacen algunas agrupaciones callejeras cuando finalizan su actuación y pasan papeles o libretillos con la letras para que se les deje alguna propina que emplean en comidas o bebidas.

El carnaval es una fiesta abierta donde se admiten a los que vengan de afuera, que suelen aportar algo al grupo y sobrepasando todas las normas en la mesa, cayendo en la glotonería y en la rivalidad de a ver quién come más.  

Alegoría de la gula y la lujuría - El Boco. Foto de la Red. 

La pugna entre don Carnal y doña Cuaresma, se puede apreciar en la literatura y a través de numerosas pinturas. Estos combates simbólicos tienen su traslación en expresiones artísticas, dando muchos datos sobre la alimentación preferente de los períodos de los que se trata. Dentro de esos alimentos simbólicos al pueblo le atrae aquellos que tienen una connotación erótica. Habiendo una presencia constante principalmente de dos animales: el gallo y el cerdo. En el caso del gallo simboliza la lascivia, la promiscuidad al estar rodeados de gallinas, pero también tiene una lectura positiva porque es el que anuncia el día y con ello concluye los peligros de la noche.

En numerosos pueblos encontramos juegos y batallas donde van a intervenir este tipo de animales, por ejemplo, en el Valle del Baztán en Navarra, Prádena (Segovia) etc. Significamos que los juegos con gallos cada vez se van suavizando porque antes eran más crueles. Nos mostró otras imágenes donde aparecía “el entierro de la sardina” o la llamada Torá, consiste en hacer un armazón de madera a la que se le adapta una especie de cabeza imitando a una vaca y los mozos se dedican a pillar a las mozas del pueblo. Eran formas un tanto salvajes de relacionarse y que mostraban la masculinidad en otro tiempo. Afortunadamente ahora es bastante más civilizado y a lo más que se llega es a una batalla de papelillos. Todos estos festejos con numerosos detalles antropológicos llevan inherente la comida, en los casos que se ha enumerado, bien cocinando los gallos o en Prádena donde se ofrece el guiso popular de judiones. Esto es una constante en general en las celebraciones, fiestas-juegos-comidas. 

La Batalla entre don Carnal y doña Cuaresma. Pieter Brueghel el Viejo- Foto de la Red.

Es curioso que los alimentos propios de las comidas estén bastante reglados, por ejemplo, en Gistáin, un municipio de la comarca del Sobrarbe (Huesca) existe el ritual que los chicos invitan al baile a las chicas y ellas luego llevan longaniza o chorizo, huevos y algo para beber. Ahí es visible las connotaciones eróticas claras y las persecuciones festivas entre mozos y mozas. Cada comunidad elige sobre las preferencias de los platos a consumir, sí se observa una constante, y es que los alimentos elegidos son sencillos y no distintos a la comida habitual. Estos se caracterizan por la abundancia y el despilfarro, signos que evidencia la necesidad de vencer el miedo al hambre. Otra cosa en común es que son comidas públicas, que se pueden celebrar en un lugar interior con la familia o amigos, pudiendo ser en un círculo pequeño, pero que estará dentro de un contexto de celebración grande de grupo. Normalmente se suele celebrar en el exterior, bien a las afueras del pueblo o en la calle, como ocurre en nuestros propios carnavales, siendo un buen ejemplo los días de coros donde al mismo tiempo que se escuchan las coplas, se bebe y se come platos populares rodeados de gente.

Este espíritu liberador del despilfarro no sólo se dan en estas fiestas importantes de la comunidad, sino que también se procede del mismo modo en los ciclos vitales, como son bautizos, bodas y en algunos casos en funerales, aunque en esta opción no está dentro de nuestras tradiciones.

Alude a otros ejemplos claros de comidas sencillas en este tipo de celebraciones. Hay pueblos navarros que celebran meriendas donde el plato principal es huevos fritos con longaniza. En Gádor (Almería) la tradición es llevar a un descampado hornazos hechos con masa de pan y generalmente rellenos de chorizo u otro embutido. En Malpartida de Cáceres se celebra la fiesta de La Pedida de la Patatera, es un modesto embutido elaborado con patata, grasa animal, carne de cerdo y pimentón. En su origen las familias entregaban Patatera cuando los mozos solicitaban ayuda. Muchos de estos festejos se prohibieron en la época franquista y luego se retomaron, éste último concretamente en 1986 con una gran participación de público y cobrando gran auge. Al reanudarse estos festejos también ha habido algunas invenciones con respecto a las tradiciones y mezclas en las mismas. Es el caso de jóvenes que se disfrazaran de mujeres, cuando con anterioridad hacer la cuestación por parte de los mozos era un rito de masculinidad. 

En Aragón se preparan bocadillos de salchichas al vino, es algo muy sencillo, pero que también forma parte del recetario publicado en el siglo XVIII por el fraile y cocinero español Juan Altamiras. En Alfaro- La Rioja se reúnen para dar buena cuenta de La Culeca, término procedente de la gallina clueca, consiste este alimento en una masa, elaborada con harina y aceite, que en su interior lleva chorizo junto al huevo cocido que le da el singular nombre. Antiguamente en ocasiones también llevaba lomo, que se conservaba en aceite, igual procedimiento tenían los chorizos, con lo cual la masa quedaba impregnada de ese elemento, en la actualidad se le añade el aceite para darle el toque de antaño. Otra comida que en su origen estuvo vinculada con la fiesta de Carnaval es la Butifarra de huevo o Botifarra d´ou en la zona de Cataluña, se come sola o bien con pan con tomate. Ahora se ofrece durante todo el año.

Significó que todos estos platos de los que estamos hablando no son solos propios de la época de carnaval, también se van a encontrar en otras fiestas, romerías, domingo de Pascua… insistiendo siempre en la sencillez de todos los platos y dejando claro que solo la posibilidad de comer en exceso es lo que convierte a estos alimentos en carnavalescos.

Si se refirió con anterioridad al gallo y a la gallina como animales protagonistas en muchos carnavales, a ellos hay que sumarle al cerdo. Un alimento que significaba la seguridad de la provisión, por lo tanto, muy importante para la comunidad, de hecho, se hacía la matanza para tener comida durante todo el invierno. Por otra parte, se sabe que el cerdo es una frontera cultural y religiosa entre el cristianismo, judaísmo y musulmanes. Está normalizado que el carnaval sea el contrapunto del cristianismo, pero a su vez forma parte del mismo y emplea el cerdo como su gran icono. Además, el cerdo en el imaginario colectivo es un animal lujurioso y glotón, es decir acumula el mismo animal los dos grandes pecados que quiere combatir la Cuaresma, es una razón añadida para que adquiera protagonismo absoluto en todos estos platos. A ello se une que constantemente se habla de chorizo, butifarra, longaniza, huevos, haciendo bromas al respecto. 

Otra comida popular es el Botillo del Bierzo de aspecto igualmente obsceno, se emplea para embutir la tripa del cerdo y para su elaboración carnes de aprovechamiento, como rabo, costillas y otras partes de la cabeza del animal. Similar es el Butelo en Lugo, la Androlla gallega, Paiola el Obispo en Soria, en el siglo XVII ya estaba citado como Obispillo y otros muchos embutidos elaborados en diferentes lugares.

Caro Baroja ya habló de la personalización del carnaval como en los casos de Don Carnal y Dña. Cuaresma o de la personificación del empleo de productos para hacer que parezcan personajes existentes o del imaginario mediante chorizos o similares hasta llegar a claras escenificación con este tipo de ingredientes. En Galicia existen embutidos llamados Pedro Pérez, un producto que además de la masa del chorizo, lleva bizcocho, piñones…una combinación especialmente sabrosa. Luego están los Pedros o Perolos, en este caso los intestinos ciegos rellenos de carne y cebolla. En la Maragatería al Botillo de Antruejo, también conocidos como Martino de Antruejo, diminutivo de San Martín, que es el que marca el inicio de las matanzas. Todas estas personificaciones tienen presencia en canciones y comedias del barroco, descritos como personajes de gran capacidad sexual y reproductiva, como Pero Pando que dice su canción tenía seis mil hijos, el Padre Pando, Pero Macho, Fray Pero que es el Paipero de los romanceros sefardí. Cuando se nombró, aludió Manuel Ruiz Torres a la escritora María Jesús Ruíz, que estaba presente e intervino confirmando que se canta todavía en zambomba y nos ilustró con la letra que dice así:

Estando Paipero sentadito al sol,
en calzones blanco y afuera el cordón.
Se asoman las damas por el mirador
¿Qué es eso Paipero? ¿Qué es eso señor?
¿Qué es eso que asoma por él su calzón?
Esta es la escopeta con que cazo yo
Y estas son las balas de la munición.

Entre comentarios sobre el personaje y las risas de los asistentes prosiguió Manuel refiriéndose a la fiesta de Villanueva de la Vera en Cáceres, donde en el cortejo del Carnaval sale a la calle el personaje Pero, un muñecote que será eliminado al final de la fiesta, bien por un mozo o por una moza de los que se presentan de entre los jóvenes casados más recientemente de la localidad. Existe una creencia entre las mozas que están en edades fértiles y quieren quedarse encinta que tocando a Pero Palo les dará esa suerte.

Otro producto vinculado con la fertilidad son los huevos y hay muchísimas recetas en ese sentido, por otro lado, también hay que tener en cuenta que fue un producto prohibido en la Cuaresma y por lo tanto apetecía comerlo antes de entrar en la abstinencia. De hecho, fue en 1502 cuando el Papa Julio II añadió a la Bula de Cruzada una dispensa para comer huevos y lacticinios (alimentos hechos con leche o derivados, como mantequilla, queso…) en los reinos españoles y portugueses, en agradecimiento a la evangelización que realizaban. Sólo a los habitantes de esos reinos, se les permitía comer estos productos en los días de abstinencia de carne, y de ahí surge que las torrijas, un alimento que se comía durante todo el año, queden fijadas en la Cuaresma. Al estar prohibido en el resto del mundo cristiano, era un orgullo poder comerlas a cambio de los favores que esos pueblos habían hecho.

Para resumir el apartado de los huevos como símbolo de fertilidad, nombró al Limón, una ensalada que se toma en la provincia de Salamanca, con dos variantes, la de Ciudad Rodrigo que lleva huevos duros, naranja, limón y chorizo y la de Sierra de Francia que emplea huevos fritos. Son interesantes estas recetas porque todas las que utilizan cítricos son de origen judío y dan información acerca de la propia historia. Habló también de un embutido de huevo, pavo y pollo, conocido como Relleno de Carnaval que se dan en las provincias de Córdoba, Málaga y Granada y que en Hinojosa del Duque se incorpora a un guiso o cocido potente, como elemento que se distingue en Carnaval. 

En cuanto a los guisos tradicionales y que se diferencian de los populares porque la comunidad los identifica como platos propios, citó al Pote de Antroxu en Asturias, se trata de su habitual pote de berza con el compango, pero que además se puede enriquecer con otros ingredientes: choco, su variante del botillo, etc. La Sopa de Antruejo de Aceuchal en la provincia de Badajoz, una receta que mantiene las capirotadas, que vienen del siglo XV, y que son las que llevan varias capas, una de pan, otra de huevo duro, una siguiente de chorizo y en este caso de codillo. Es curioso, porque la receta nos habla de la comunicación entre Maragatos y la Ruta de la Plata y como hay un intercambio entre las zonas. No se podría entender los botillos sin el pimentón de la Vera y de los productos que se trasladan de un lugar a otro en recetas antiguas.

Antes de concluir dejó unas pinceladas sobre la mezcla en determinadas recetas de dulce y salado, por ejemplo, la Cassola en Cataluña, plato de carne con huevo que se hace al horno y al llevar azúcar sale una costra dulce en la superficie. Las manitas de cordero en leche de Navarra o La Peuada que queda como una especie de flan, pudiéndose transportar bien. Es del Alto Ampurdán

En conclusión, Ruíz Torres quiso dejar claro primero, que se puede emplear cualquier tipo de platos y que es la comunidad quien los elige en función de que transgredan más las prohibiciones en tiempo de Cuaresma. Segundo, la comida siempre es abundante y pública, normalmente se come fuera de casa, salvo excepciones a causa del clima como pueden ser en las aldeas gallegas, donde se hacen las Filloas en la lareira (piedra del fogón en Galicia) pero, en cualquier caso, aunque se reúnan a cubierto es un acto público. Tercero, normalmente se desarrollan en sitios abiertos y en movimiento. Eso es importante porque de ese modo los platos no pueden ser caldosos, tienen que resultar fáciles para desplazarlos, que se conserven bien, como los que hemos visto de bocadillos de butifarra, hornazos, o como la última referencia dada que triunfa porque es como un pudin. Al llegar aquí hizo una breve referencia a las fiestas en Cádiz, aludiendo a las fiambreras tan empleadas en otros tiempos en la ciudad con el fin de poder transportar la comida, fórmula que cumple todo lo que hemos enumerado. Se puede llevar cualquier cosa como sabemos, tortilla, filetes empanados, papas aliñadas, chorizo o cualquier embutido y además es una comida que se comparte y que tiene todas las características que hemos visto. Por otra parte, hemos visto que Caro Baroja dijo que el Carnaval regulariza la gula y Manuel piensa que el verbo más interesante es normalizar, respetando lo que dice, pero además en convertir en normal la gula, porque en ese periodo lo habitual es excederse del consumo cotidiano.  

Y para finalizar terminó con la evolución, afirmando que lo hablado no existe en el sentido que tenía antiguamente, y es que lo que antes eran obligaciones y normas ya no lo son como tal o han quedado bastante reducidas. El sentido ha cambiado y ya no hay que aguardar cuarenta días para comer muchos alimentos, ahora lo que más se busca en un sentido identitario, ya no son alimentos prohibidos, sino alimentos que nos representen. Eso ocurre en Cádiz y en otros sitios, aquí identificamos los ostiones, los erizos, las panizas, las tortillas de camarones…  Todo ello no es que sean platos carnavalescos, pueden darse a lo largo de la temporada o durante todo el año, pero ahora sí lo identificamos como nuestro. Afirmó que esto se debe a que la tradición se está reconstruyendo continuamente, porque el Carnaval de por sí es algo vivo y que cambia, asume sus transformaciones y se adapta a los tiempos. Han sucedido importantes cambios y se dice estamos en riesgo de perder las tradiciones y no, la tradición siempre es más fuerte que la modernidad. 

Una vez concluida la ponencia la coordinadora de las tertulias gastronómicas ofreció a los presentes una parte práctica y es que tratándose de carnaval había que probar unas tortitas que se elaboran en la ciudad por esta época. Manuel Ruíz Torres nos refirió que las más antiguas que conocen es de un recetario del siglo XIX, concretamente de 1859, y aparecen ya con el nombre de Tortitas de Carnaval. De ellas surgen dos variantes de masa de rosca, una que se podían freír u hornear y en la otra usaban huevos, harina, azúcar y algunas especias. La dificultad que lleva hacerles el seguimiento es que los platos cambian de nombre, pero estas en concreto pueden tener antecedente en la Torta de Morón que aparece en un recetario manuscrito de la sevillana María Rosa Calvillo de Teruel y eso nos llevaría a principio-mitad del XVII, con posibilidad que aparezcan en manuscritos en siglos anteriores. 

Ruiz Torres recomendó a los asistentes que si quieren hacer unas tortitas de Carnaval pueden entra en el blog de Cuarto y Mitá que tiene una magnífica entrada de ellas. 

El acto finalizó con el agradecimiento a Manuel Ruiz Torres en nombre del Ateneo Literario, Artístico y Científico de Cádiz y de la coordinadora de las tertulias gastronómicas, quien lo invitó a regresar cuando quiera exponer alguno de los temas que tanto domina por sus muchos conocimientos. Así mismo se le agradeció la asistencia a los numerosos ateneístas, blogueros y amigos.   


¡Hasta pronto! 

                                                                      María Luisa Ucero Manzano
                                                         Coordinadora Tertulias Gastronómicas
                                 Ateneo de Cádiz
                                           
                                   

viernes, 14 de febrero de 2025

INVITACIÓN TERTULIA GASTRONÓMICA "TRADICIONES Y EVOLUCIÓN DE LAS COMIDAS DE CARNAVAL"

Queridos ateneístas y amigos:

El próximo lunes día 24 a las 18:45 horas, tendremos una nueva tertulia gastronómica en la sede del Ateneo Literario, Artístico y Científico de Cádiz, calle Ancha, nº 20, 1ª planta. Lleva por título Tradiciones y Evolución de las Comidas de Carnaval y es un placer comunicar que la exposición estará a cargo de nuestro querido y admirado amigo Manuel Ruíz Torres, escritor, investigador y experto en gastronomía.

El Carnaval se celebra en muchos rincones de España y del mundo. Son días de disfraces, de pintarse la cara, de escuchar coros, comparsas y chirigotas, también de cuartetos y de romanceros; en otros lugares de desfiles, de música y de baile, pero con algo en común para todos, se vive con intensidad en las calles y ello trae consigo beber y comer.

Cada lugar tiene sus costumbres, aunque en ocasiones es difícil encontrar platos típicos de esas fiestas, sí hay bocados imprescindibles, son aquellos que todos hemos disfrutados durante las celebraciones, siguiendo las costumbres de nuestras familias, las de nuestras casas y por supuesto, también las vivencias en la calle. Pero, al contrario de lo que pueda parecer, el ámbito gastronómico va condicionado por el calendario tradicional que señala cuáles comidas son las más apropiadas y las que no tienen sentido hacer. De hecho, durante el tiempo que dura esta fiesta, se come con alegría y sin tener que evitar comidas calóricas, pues luego llegará la época de Cuaresma donde habrá platos prohibidos y días de ayuno.  

De prácticas tradicionales, de cambios de conductas, de hábitos actuales de allá o de acá, nos va a hablar nuestro invitado.  

No olvidéis anotar este día en vuestras agendas, es una excelente oportunidad para seguir aprendiendo sobre la historia de gastronomía y saber cómo han transcurrido los cambios hasta llegar a la actualidad. 

¡Os esperamos!

Afectuosos saludos,


                                                                    María Luisa Ucero Manzano

Coordinadora Tertulias Gastronómicas

Ateneo de Cádiz

                                 

miércoles, 29 de enero de 2025

VOLVER A LA TIERRA. RESUMEN DE LA TERTULIA GASTRONOMICA EXPUESTA POR OLGA DURÁN Y FERNANDO MACÍAS.

 VOLVER A LA TIERRA 

Este es el título de la exposición que nos brindaron Olga Durán Salguero y Fernando Macías González que finalmente pudo acompañarnos en la tertulia gastronómica que tuvo lugar el pasado día 20, en un salón de actos que se llenó de un público entusiasmado con el proyecto de esta entrañable familia. 

Ellos decidieron en un momento de sus vidas dejar de seguir apostando por sus profesiones, Olga como Técnico Forestal y en la Conservación del Medio Natural y Fernando como Profesor y Técnico Informático y en la última etapa Guionista de Televisión para volver a sus raíces y llevar una vida comprometida con la propia naturaleza y la salud del ser humano. Fue cuando dispusieron trasladarse a una hermosa huerta de Vejer, según nos contaron llevaban en el equipaje menos conocimientos de lo que pensaban, pero sí mucha ilusión y ganas, que les hizo confiar en lograr un proyecto familiar sostenible.

Así llegaron a esta tierra que comparten con sus dos lindos hijos, Pepe y Juan, también acompañados de gallinas sureñas (raza autóctona que tenían nuestros antepasados), pavos, patos, ovejas de raza merina, perros… que forman parte de esa granja agroecológica y de ambiente hogareño. 

En eso creen y desarrollan los dos sus trabajos. Cada uno con sus tareas, esfuerzo, pero con la satisfacción de estar donde quieren y les gusta. Le dan toda la importancia a la tierra, porque afirman que precisamente del suelo parte y proviene todo. Los agricultores lo consideran la base de la vida, pues es el propio suelo quien alimenta y sustenta. “Un suelo rico dará alimentos ricos, un suelo pobre dará alimentos dañados o contaminados”. Por ello tienen claro que hay que tratarlo bien para que dé lo mejor de sí, nada de pesticidas y herbicidas porque lo que tú des te lo va a devolver. Por eso es fundamental, tener un buen suelo, respetar a los seres vivos que habitan en él, como lombrices, cochinitas, gusanos… dejar abonar la tierra de forma natural proveniente de los animales y en el caso que nos ocupa, tratar apropiadamente el terreno rico en arcilla, enriqueciendo el suelo con prácticas agrícolas naturales. Depende de las tierras se adaptarán mejor unos cultivos u otros. 

Aludieron también a la importancia de los insectos en el ambiente, tan necesarios para controlar de manera natural plagas, además de polinizar las plantas. Igualmente, los pájaros son una fuente auxiliar importante para evitar una serie de plagas. 

Otra parte importante en la huerta son las flores y las plantas. Antiguamente se pensaba que las huertas tenían que estar muy limpias, es más, estaba mal visto que hubiese excesos de hierbas, pues es justo al contrario. Precisamente, todas esas plantas son la que dan cobijo a la fauna que necesita el campo. El exceso de plantas no es sinónimo de suciedad, es de salud para el suelo.  Además, son bio indicadoras, quiere decir que depende las plantas que salgan, se sabe el estado en el que se encuentra el terreno. Puso la comparación entre las personas, que depende el aspecto de su cara, transmite el estado de salud que se tiene. 

Apuntó Fernando que la tierra es generosa, porque si se cuida, da frutos constantemente, por lo tanto, sus tareas incluyen el protegerla, cuidarla y atenderla de la mejor manera. 

Desde la mañana temprano se organizan bien y empiezan sus faenas, entre plantas autóctonas de la zona y siembras, de las cuales el 90 por ciento son simientes antiguas y recuperadas de cultivos locales. Son productos cercanos, frescos, sostenibles y saludables, donde hay muchos que se han protegido para que no desaparezcan, como es el caso del “maíz colorao” o multicolores. Este último explicó Olga que es muy curioso porque se siembra y cuando se va a recolectar no se sabe que colorido va a dar, pudiendo haber variantes. Además, los granos sacados de las mazorcas forman parte de la alimentación para las gallinas, aportando beneficios y color para los animales y los huevos.  

Además de la polinización natural para que se siga la evolución natural, Olga lleva décadas conservando semillas y animando a hacerlo desde que trabajaba en los Parques Naturales de Grazalema. Cuando llegaron a la huerta para dedicarse plenamente, hace ya diez años, tenían claro que era imprescindible hacerse con semillas autóctonas. Manifestando proteger un banco de semillas, porque es la manera de que en caso de sequía, desastre o desgracia natural…  se pueda volver a recuperar lo más esencial para el ser humano, que es la alimentación. 

Ese banco se ha ido nutriendo con la participación de muchas personas, especialmente mayores que han ido entregándoles semillas para la conservación. Conseguirlo ha costado mucho esfuerzo, porque se han encontrado con personas que pensaban que era un error compartir y mejor guardar, algo perjudicial porque no hay que olvidar que las semillas son para el sustento del ser humano. Eso ocurrió con el garbanzo negro, el “maíz colorao”, casi estaban desaparecidos ambos por una gran sequía y nadie encontraba la simiente, por casualidad encontraron a un hombre que tenía unas poquitas y con tan solo dos granos, conservados como oro en paño, pudieron recuperarlos.  

Todos esos cuidados de la tierra son la base para obtener un gran resultado en la recolección de cultivos. En su maravillosa huerta se obtienen tomates diversos con colores diferentes, pero también con olores y sabores diferentes. Variedades de acelgas, remolachas, pimientos cornicabras, de padrón o de piquillo. La cantidad de frutos de distintos colores es fuente de salud, citó la de veces que escuchamos la recomendación de comer ensaladas donde haya colorido, pues eso existe en la propia naturaleza y es biodiversidad. 

Encuentran contradictorio que, si eso es bueno, el sistema no proteja estos cultivos, al contrario, se nos redirige para que encontremos los tres o cuatro tipos que les interesan con un canal de distribución y venta para centralizar las compras, y que se venda lo que a ellos les interesa comercialmente. De esta forma no encontramos variedad, colorido y lo que más preocupa, que haya menos calidad para el consumidor, porque también perdemos olores y sabores en los alimentos, simplemente para que sean rentables.  

Igualmente se sabe que afecta a la salud de las personas y a la del planeta. Existe un informe elaborado en marzo de 2017 para la ONU por Hilal Elver y Baskut Tuncak, en el que se afirma que los plaguicidas provocan 200.000 muertes al año. El 70% de las especies de cultivos, que alimentan al ser humano, dependen de los polinizadores, que mueren como consecuencia del uso de plaguicidas. Igualmente, esto va en detrimento de la biodiversidad y origina un desequilibrio en los ecosistemas. 

Fernando quiso aclarar que por lo contado sabían mucho, no. Ellos se dieron cuenta que no sabían nada y con cada error aprendían. Cuáles serían las claves hasta llegar a hoy en día, sin duda fue querer asentarse en el campo, pero también todos los revés sufridos por la naturaleza y el desconocimiento, en especial cuando se quiere vivir del campo. 

Aseguran que ellos lo tuvieron más complicado porque se trasladaron de la ciudad al campo y no contaban con que los mayores les podían asesorar. Pero apareció en sus vidas su vecino Paco, una persona que para la familia es clave, un libro de sabiduría en estado puro, que ha representado para ellos un antes y un después, no solo en los conocimientos del campo, también a nivel humano por los valores que transmite. Les gustaría hacerle un homenaje porque se sienten sumamente agradecidos y consideran impagable el ejemplo de enseñanza para sus hijos.

Paco ya forma parte de la familia que han construido en el lugar que eligieron para vivir con esa filosofía de vida y de donde desean salir por poco tiempo, porque cuando lo hacen es como si les faltara el aire y siempre sienten premura por VOLVER A LA TIERRA. 

Para concluir expresarles a Olga y Fernando en nombre del Ateneo Literario, Artístico y Científico de Cádiz y en el mío propio nuestro profundo agradecimiento por trasladarse a Cádiz y traernos el campo en toda su esencia a esta institución. Igualmente darles las gracias a los asistentes, a nuestras compañeras del Ateneo y de gastronomía por acompañarnos y participar con sus preguntas.

¡Nos vemos en la próxima!


                                                                  María Luisa Ucero Manzano

Coordinadora Tertulias Gastronómicas

Ateneo de Cádiz

                                                                             

sábado, 25 de enero de 2025

SAN ANTONIO EN ROTA, EL PLACER DE LOS PRODUCTOS ELABORADOS DESDE EL ORIGEN.

Cuando nuestra amiga Pilar Ruíz Rodríguez-Rubio nos convoca para hacer una visita Rota, no lo dudamos, porque siempre nos muestra las bondades de la ciudad y todo lo que ofrece. En esta ocasión nos llevó junto a un grupo de amigos a uno de los establecimientos de San Antonio. Os cuento. 

Conocíamos algunas de sus cafeterías-tiendas, que tienen esta empresa situadas en la ciudad y dos de ellas en Costa Ballena, pero no precisamente esta que se encuentra en la Avenida Europa, esquina con la de Valdecarretas y que ha sido recientemente reformada. En este lugar podemos decir que comienza la historia de San Antonio, pues en el 1950 Antonio Ruiz-Mateos y María Rodríguez instalaron aquí su obrador de pan, que quedaba separado del despacho tras una sencilla cortina.

Luis Arcilla, lleva toda la vida trabajando en la empresa al cuidado de cereales y ganado vacuno raza Salers 

Este año 2025 celebran sus 75 años de existencia, el que llegue una empresa a esta cifra consideramos que no es sencillo. Evidentemente detrás de todo ello hay esfuerzo, constancia, entrega, ilusión, trabajo y más trabajo. Eso se percibe al compartir una interesante charla con sus nietas Elena, Lala y María Ruíz-Mateos. Ellas son la tercera generación y se miran en el espejo de los abuelos y de sus padres, además de haber heredado una gran capacidad de gestión y los valores de sus antecesores. Además, tienen a su hermano Carlos Ruíz-Mateos que junto a su mujer Yolanda Maya están al frente de El Bucarito, y afirman con una amplia sonrisa que ya los jóvenes de la cuarta generación se interesan por las empresas y aprovechan las vacaciones de verano para tener tomas de contactos e ir conociendo como es el trabajo del día a día. ¡Una estupenda noticia!

María, Lala y Elena Ruiz Mateos

Nos comentó Elena Ruíz-Mateos, que el pequeño obrador de pan y pasteles, no tenía mucho sentido mantenerlo en este local, porque en el 2019 se trasladó a un recinto más grande y cómodo, situado en la zona del Polígono Industrial. Allí se elaboran los productos para todas las tiendas. Ese fue otro de los motivos para la reforma de este espacio que sigue la línea actual de sus cafeterías y nada mejor que su reapertura para festejar este aniversario. Además, nos anuncian que se harán más celebraciones durante el año, que darán a conocer en los momentos oportunos.  

Elena Ruíz-Mateos
La reforma se ha hecho pensando en la esencia que tenía el establecimiento, representando la parte artesanal que además se manifiestan en los elementos decorativos: madera, las plantas, los azulejos del mostrador, pero quizás lo que mejor representa el “alma” de la empresa es la fotografía de sus abuelos, desde donde se divisa la más amplia perspectiva del local. 

Los abuelos y fundadores del Obrador San Antonio. Antonio Ruiz-Mateos y María Rodríguez

Una de las cosas de las que dicen sentirse más satisfechas, es continuar con la tradición familiar de elaborar su propio pan con cereales cultivados por ellos mismos. Su abuelo sembraba y hacía la masa del pan con ellos, también se dedicó a la cría del cerdo ibérico… Todo ello sigue intacto en la mente de sus descendientes que han continuado con esos orígenes de ganaderos, agricultores, panaderos… De hecho, en una de las entradas a la tienda aparece la imagen de Luis Arcilla, uno de los empleados que trabaja en la empresa desde su juventud, dedicándose al cultivo de cereales y a la ganadería, en especial la de vacuno de la raza salers. De ese aprendizaje y de todas las vivencias ha nacido el Grupo La Rotta, que aglutina a empresas tan punteras y reconocidas como San Antonio, El Bucarito, ConBocados Catering, sin duda un lujo para Rota y la provincia. 

Se sienten complacidos con poder controlar el origen de los ingredientes y por eso lo cuentan cada vez que pueden para que la gente sepa y sea consciente de todo el proceso. Y la verdad que es un placer degustar un desayuno en una de sus cafeterías, con ricos y variados panes: integral, payés, trigo duro, ecológico, chía, quinoa, centeno, maíz, espelta, entre otros. Para acompañar el pan que se elija, los básicos de siempre: mantequilla, mermeladas, aceites, miel. Los caprichos ibéricos controlados desde el origen, como jamón ibérico, caña de lomo, chorizo, salchichón, productos deliciosos de El Bucarito. Los especiales de la casa con distintas clases de ricos quesos de El Bucarito, carne mechada, tortillas San Antonio. Puedes acompañarlos con tomate natural, salmorejo, aguacate, bacon, huevos, patés o con otras muchas cosas que se ofrecen en la carta. Tienen una variedad increíble.

Para beber zumos, café, té, infusiones, batidos, smoothies, entre otras diferentes opciones. También tienen una amplia oferta para los más golosos o para las meriendas: Mayetito, el dulce típico roteño, tortas, palmeras, magdalenas, cookies, plumcake, Carmela, galletas, tartas, croissant, gofre, tortitas, helados…

Su horario es de 7:30 de la mañana a 8:30 de la tarde y solo cierra dos días al año, el 25 de diciembre y el 1 de enero.

Así que, si se te hace tarde en la zona, puedes comer platos caseros elaborados por ConBocados catering o llevarte la comida a casa. Estas extraordinarias empresarias y todos los que componen el nutrido grupo de profesionales desean que el público se encuentre a gusto en cualquiera de sus establecimientos y concretamente apuntan de las cafeterías San Antonio que han pensado que sean un lugar donde el cliente se sienta a gusto, disfruten de lo que tomen y que se relajen, para ello también cuentan con mesas bajas que dan mayor intimidad y que están apartadas del resto.  

Les preguntamos si tienen idea de expandirse por algún lugar de la provincia. Contestaron que por ahí ronda la idea, aunque de momento no hay nada seguro. Les sugerimos, si deciden en alguna ocasión la apertura de un nuevo local, no se olviden de Cádiz, porque os aseguramos que lo que ofrecen es de calidad y muy interesante. 

Desde estas líneas queremos agradecerles a las hermanas Ruíz Mateos que nos dedicaran su tiempo, algo tan valorado en nuestro día a día, que nos contasen muchos pormenores de la historia de sus empresas hasta llegar al extraordinario Grupo La Rotta, por supuesto, el delicioso desayuno que nos ofrecieron y los detalles que tuvieron con todos nosotros. Muchas gracias por todo.

Cuando vayan por Rota no dejen de acercarse, desayunen, meriende o lo que apetezca. No dejen de comprar sus exquisitos productos a los que se les hace el seguimiento desde el origen, nosotros también nos trajimos provisiones para degustar en casa.  

¡Hasta pronto!

viernes, 10 de enero de 2025

INVITACIÓN TERTULIA GASTRONÓMICA "VOLVER A LA TIERRA".

Queridos ateneístas y amigos:

El lunes día 20 del actual a las 18:45 horas, tendrá lugar en la sede del Ateneo Literario, Científico y Artístico de Cádiz, calle Ancha, nº 20 - 1º piso, la primera tertulia gastronómica del año que lleva por título VOLVER A LA TIERRA.

En la última tertulia del pasado año estuvimos hablando del campo y de sus cultivos, y empezamos regresando al terreno donde se encuentran los orígenes de la alimentación, en esta ocasión desde una bonita huerta situada en la comarca de La Janda. En este lugar no sólo se cuida, se siembra y se recogen los frutos, allí se vive con una filosofía de vida, entendiendo que es esencial el contacto con nuestras propias raíces. Y así vive, trabaja, disfruta, difunde… nuestra invitada y su entrañable familia. Ella es Olga Durán Salguero, Técnica forestal especializada en agroecología, pero que ante todo se siente mujer rural y madre.

Su forma de entender el medio ambiente, de disfrutar del entorno, de la naturaleza… va mucho más allá del respeto ecológico. Vive como le gusta y sabe lo que quiere, transmitiéndolo de forma que no deja indiferente a nadie, lo podemos asegurar.

Pone su empeño en recuperar variedades de cultivos locales casi desparecidos, apostando para que estén al alcance de todos los que deseen adquirirlos, haciéndolo económicamente asequibles, ella tiene claro que la calidad no tiene que ser exclusiva del poder adquisitivo. Para ello, acerca sus verduras y hortalizas una vez a la semana a Vejer, cada 15 días a Arcos de la Frontera y a Cádiz.   

De todo ello y de mucho más nos hablará nuestra invitada en una tarde que será para recordar. No dejes de acompañarnos.

Afectuosos saludos,

           

María Luisa Ucero Manzano

Coordinadora Tertulias Gastronómicas

Ateneo de Cádiz